Un bosque energético que atrapa a turistas

domingo 19 de agosto de 2018 | 2:30hs.
El bosques tiene paisajes hermosos y por la fuerza del viento muchos árboles están de costado.
El bosques tiene paisajes hermosos y por la fuerza del viento muchos árboles están de costado.
Se conocen muchos centros energéticos en el mundo  como el Tíbet, el cerro Uritorco, Machu Pichu, sin embargo plantean que este destino argentino es único: el bosque energético de Miramar.
Miles de turistas visitan al menos una vez al año el bosque energético que se encuentra en esta costera localidad bonaerense con el deseo de resolver el misterio que oculta este gran vivero.
Desde inicios de la década del 80, el doctor Livio Vinardi y un grupo de científicos de distintos países realizaron diversas mediciones en la costa de la provincia de Buenos Aires, utilizando diferentes instrumentos, comprobando que en este lugar la energía es superior a la del resto de los lugares medidos.
Según la leyenda, se dice que muchos años atrás, cayó un meteorito en la zona, por lo que habría dejado la tierra cargada de energía y de elementos naturales que provocan el bosque esté lleno de este tipo de fuerza.
Este hermoso lugar se hizo famoso por el mito de los palitos que hacen equilibrio, y si bien esto tiene explicación en la física (es el centro de gravedad de un objeto), se cree que el importante flujo energético que hay en este bosque permite la sanación física, emocional y espiritual.
El bosque se encuentra dentro del Vivero Dunícola Florentino Ameghino, que está ubicado a cinco kilómetros de la ciudad de Miramar, por la ruta 11.
En él se encuentran plantaciones de Pinus pinea y Pinus insignis y curiosamente, el bosque está compuesto por pinos que crecen torcidos por el viento de la zona, pero lo que más atrae a los curiosos es poder colocar una rama por encima de la otra y formar su propia letra “T”. Así, es común que miles de personas se acerquen a realizar este experimento y observar cómo el palo de arriba logra encontrar el equilibrio sobra el pequeño de abajo.
El lugar también ha sido visitado por investigadores de la Nasa, aunque científicamente todavía no tiene ningún aval del estilo.
Quizás lo que lo hace divertido o misterioso es eso: que cada turista puede sacar sus propias conclusiones, y de eso se trata la excursión. Así, entre las hipótesis más locas, hay quienes dicen que existen flujos telúricos, ionización ambiental, energía cuántica y hasta la antigua existencia de un cementerio indígena.