Presentaciones en septiembre
Los yerbales como trinchera anarquista
(...)Pero los que hemos gateado hablando guaraní, ninguno de ésos nunca no podemos olvidarlo del todo, como vas a verlo enseguida. Fue entonces en Guaviró-mi donde comenzamos el movimiento obrero de los yerbales. Hace ya muchos años de esto, y unos cuantos de los que formamos la guardia vieja —¡así no más, patrón!— están hoy difuntos. Entonces ninguno no sabíamos lo que era miseria del mensú, reivindicación de derechos, proletariado del obraje, y tantas otras cosas que los guainos dicen hoy de memoria, comienza relatando Horacio Quiroga en su cuento Los Precursores.
Es que, fiel testigo de la época, Quiroga hábilmente eterniza la lucha obrera en estas coloradas tierras, personificando a reales protagonistas y rememorando hechos trascendentales.
Como en tantos otros aspectos, la historia focaliza su atención en las grandes urbes. Por eso, el anarquismo en Argentina está representado mayormente por inmigrantes italianos y españoles de Rosario y Buenos Aires. Sin embargo la historia del paraguayo Eusebio Mañasco desnudada en La Rebelión en los Yerbales, retoma la lucha obrera local y reivindica a sus actores invisibilizados.
Diego Schroeder, es el investigador detrás de esta saga que ahora presenta segunda parte, puntualizando sobre Mañasco.
El historiador misionero, también conocido como Mali Patch en el universo artístico de la música, dedicó 15 años de intensa pesquisa para recabar la data que finalmente publicó en una primera parte en 2019. Ese primer tomo se centra en la fundación del sindicato que organiza a los mensúes entre 1920 y 1921, en San Ignacio. Mientras, la secuela que se promocionará este mes venidero en Misiones, profundiza sobre la figura de Mañasco, activista encarcelado -falsamente acusado de homicidio- que generó un revuelo mundial, por resumir en este pequeñísimo espacio la riquísima historia a la que se dedica.
Músico punk, ligado desde muy pequeño a la filosofía anarquista, Schroeder identificó que el estudio sobre el movimiento obrero en Misiones no estaba desarrollado, no aparecía en los anaqueles históricos, ni siquiera en los intereses de los académicos.
“Me había dado cuenta de que había un bache muy importante en relación a estos temas. Era muy desconocido en la historia argentina, en Misiones y fue como abrir una caja de Pandora porque empezaron a salir cosas increíbles”, comenzó refiriendo el historiador que trabajó principalmente sobre periódicos obreros de la época.
Desde Buenos Aires, donde reside actualmente, Schroeder destacó que “mucha de la documentación e información sí está centralizada y es difícil investigar desde las provincias, sobre todo en temas que requieren un rastreo más profundo, además del entusiasmo nato que sostiene la autogestión.
Autopercibido como obsesivo y ‘rata de archivo’, Mali se enfrascó en poder dilucidar esta compleja historia local y acercarla al público general.
En esa línea, entendió que “es una historia social de llano”, pero que atraviesa distintas dimensiones comunes para cualquiera. Según sumó, buscó “salir de la lógica de izquierda” y hacer un libro para todos, que documente el desarrollo del cultivo de la yerba mate, la importancia de San Ignacio en esa empresa, la ideología política de la época, pero también la crónica policial o las reacciones atemporales y netamente humanas como la mezquindad. “Me parece que el historiador tiene que trabajar todo eso y no quedarse siempre en lo político, económico”, juzgó.
Marcado por la impronta artística, (no sólo como músico o trabajador del Inamu), Schroeder encara la escritura con un tinte más literario y popular.
“El historiador en definitiva es quien cuenta historias. Yo digo que mis libros son científicos pero no académicos. Si vos te quedás en la corporación académica, tus investigaciones no trascienden ese ámbito, no le llegan a la gente y si llegan, no le entusiasman demasiado. Yo veo mis libros como películas, lo encaré así: desencadenando los acontecimientos, personajes... Si bien podés googlear al protagonista y conocer el final, la idea es que lo leas como si estuvieras viendo una película, con ese disfrute”, marcó.
El autor presentará el fruto de su investigación en distintos puntos d e Posadas y San Ignacio entre el 5 y 10 de septiembre. Estima que la esperada charla en la Facultad de Humanidades de la Unam, donde egresó, tendrá factores interesantes para los estudiosos. Especialmente sobre nuevas líneas de investigación que se pueden abordar, a raíz de la suya.
De Misiones al mundo
En junio de 1921, en medio de un enfrentamiento entre huelguistas, patrones y autoridades Allan Stevenson, colono de Loreto, muere y acusan a Eusebio Mañasco como instigador del homicidio. Preso, Mañasco es condenado en 1924 por la justicia de Misiones a cumplir cadena perpetua mientras allanan sindicatos, incautan bienes y detienen a dirigentes obreros activos. Toda la prensa obrera, que comprendía que el asesinato político no era parte de la lucha sindical, defendió su caso y en 1927 una campaña tuvo como objetivo probar su inocencia y exigir su liberación. Tuvo el apoyo de gran parte de la prensa nacional e involucró a políticos de renombre. Además, la repercusión fue internacional al coincidir con las protestas en todo el mundo por los anarquistas Sacco y Vanzetti.
Como misionero, para Schroeder esto no es un simple recuerdo lejano ya que en el camino descubrió que el colono asesinado, por ejemplo, era nada más y nada menos que el bisabuelo de su mejor amigo de toda la vida, compañero de escuela y barrio posadeños.
Así, esta tierra fértil impulsada a machete y sangre, devela nuevos y propios misterios a medida que agudiza el pulso de sus indagaciones históricas.
Con estos libros se abre el juego ahondando sobre la lucha de mensúes y dando cuenta, una vez más, que fenómenos influyentes se gestan fuera del amado núcleo porteñocentrista.