El desafío de comprar libros en tiempos en los que “no hay plata”

La Feria Internacional del Libro de Buenos Aires (FIL) desplegó este año una oferta variada de títulos de todos los colores, formatos, temáticas y precios frente a un público que por ahora mira más de lo que compra. Los lectores no se resignan a la consigna “no hay plata” del presidente de la Nación Javier Milei y buscan las góndolas de ofertas, aprovechan los descuentos de las tarjetas bancarias y van tras las propuestas del 2x1 o 3x2.

El Territorio realizó una recorrida por los pabellones de la Feria del Libro que se está realizando en el predio de La Rural de Palermo y a primera vista se puede notar que las ventas vienen flojas en estos primeros días y que la apuesta de los libreros apunta a este fin de semana con mayor movimiento.

A juzgar por lo que se vendió durante los primeros diez días de la FIL, los responsables de librerías hablan de una caída cercana al 40% de sus ventas si la comparan con las del año pasado. “Esperamos que este fin de semana empiecen a repuntar las ventas. Hasta ahora estamos viendo una merma fuerte. La gente mira, pregunta, pero no compra. Esperemos que este inicio del mes renueve el panorama”, explicó un vendedor de una cadena de librerías.

Un universo de historias en el porteño predio de La Rural. Foto: Federico Gross

La entrada al evento tiene un costo de $3.500 de lunes a jueves y de $5.000 los fines de semana. Para incentivar al público, con la entrada se entrega un “cheque libro” por valor de $4.000 para usar en librerías después del 13 de mayo que es cuando se termina la Feria. Pero como a pesar de ese incentivo costaba llenar de público todos los rincones de la muestra, los organizadores decidieron que de lunes a jueves a partir de las 20 la entrada es gratuita.

Precios para todos los gustos

Una de las características de esta muestra literaria que desde hace 48 años se celebra en nuestro país y que es la más grande del mundo de habla hispana, es que hay precios para todos los bolsillos.

Siempre fue así, porque la idea es que ningún visitante se vaya de la Feria sin haber comprado al menos un libro. Mantener esa costumbre durante este año es uno de los desafíos de todos los stands de librerías y editoriales. Y obviamente también del público que después de recorrer ese universo de letras  e historias quiere llevarse al menos un libro nuevo para la casa.

El promedio de un ejemplar este año se ubica en los $20.000. De allí para arriba y para abajo hay todo tipo de precios. Este año casi todos los stands tienen sectores de “barata” o “remate” donde se pueden encontrar desde clásicos hasta novedades literarias de todos los estilos.

Los visitantes recorren los stands y aprovechan las promos. foto: Daniela Cortés

Entre los libros más vendidos hasta el momento se ubican La felicidad de Gabriel Rolón ($27.900), Zensorialmente de Estanislao Bachrach ($20.000), Este dolor no es mío de Mark Wolynn ($18.000), Comentarios al Náucrato de Tomás Rebord ($18.000), La Llamada de Leyla Guerriero ($28.000), En Agosto nos vemos de Gabriel García Márquez ($20.000), El poder de las palabras de Mariano Sigman ($17.000), Meditaciones de Marco Aurelio de Nico Grupe ($16.500), Tu amigo invisible de Santiago Speranza ($15.000), Estás para más de Daniela de Lucía ($18.500) y La vida después de reseteo de Facundo Pereyra ($20.000) entre otros textos.

No figuran en la lista de los más vendidos, pero sí en la de los más expuestos en casi todos los estantes de la Feria, los libros del presidente Milei. Tanto el que lleva su firma, Capitalismo, Socialismo y la trampa Neoclásica ($26.900) como también La revolución que no vieron venir, la biografía de Milei escrita por Nicolás Márquez con prólogo de Agustín Laje.

Poca presencia de provincias

Otra de las características de esta  48ª edición de la FIL es que sólo diez provincias lograron hacer pie con un stand en la muestra. Tradicionalmente todas las provincias argentinas tienen sus espacios para mostrar la literatura de sus territorios, pero esta vez las dificultades económicas que sacuden a las administraciones provinciales hicieron que al momento de sacar cuentas la decisión fue la de no alquilar esos metros cuadrados.

Misiones fue una de esas provincias que este año por primera vez estuvo ausente en el pabellón nacional donde se ubican los stands provinciales. Por ello, los escritores misioneros se presentaron el jueves pasado en la Feria del Libro para festejar el Día de Misiones, pero no contaron con un stand propio donde dejar sus libros para la venta.

Así, este año el pabellón de las provincias lució bastante vacío porque no contó con la presencia de la mayoría de los estados provinciales y tampoco con instituciones nacionales que siempre estuvieron en la Feria del Libro, pero que esta edición pegaron el faltazo, como el Banco Nación y la Presidencia de la Nación.

Las únicas provincias con stand propio este 2024 son Santiago del Estero, Corrientes, Santa Fe, La Pampa, Tierra del Fuego, Córdoba y Buenos Aires. También Salta, Tucumán y Jujuy que se unieron para alquilar juntas un solo stand.