“Cada día que pasa la tristeza es más grande y nadie nos da una solución o respuesta certera”

Los misioneros Ramón Román y Gabriel Raimann están desaparecidos desde el pasado domingo 14 de enero, cuando entraron al agua en un kayak en Valeria del Mar, en Pinamar para pasar un día de pesca. Sobre su travesía, se supo que ese día llegaron temprano, dejaron estacionado el automóvil con el que se trasladaron hasta el lugar y que bajaron con el kayak con motor.

Luego, todo se trata de hipótesis. La más firme es que los fuertes vientos y el mal clima podrían haberlos arrastrado mar adentro.

Luego de más de un mes, las familias de los amigos continúan reclamando a las autoridades para que la búsqueda siga activa, ya que las distintas fuerzas de seguridad intervinientes limitaron recursos desde el hallazgo de la embarcación de los misioneros a la altura de Villa Gesell, unos 37 kilómetros dentro del mar. Lo que provocó que se desactive la búsqueda con vida de los pescadores.

Pedido de ayuda sin respuesta

“Llamé a la fiscalía y no tienen ninguna novedad. Cada día que pasa la tristeza es más grande y nadie nos da una solución o una respuesta certera”, expresó en comunicación con El Territorio Sara, la hermana de Gabriel Raimann.

En esa línea, mencionó que “ya hemos reclamado y buscado ayuda pero nadie nos da ni una respuesta. Nos dijeron que ellos seguirán trabajando a su manera pero que nosotros tenemos que esperar”, lamentó.

Por otra parte, la mujer contó que lo último que supieron de la investigación para hallar a los amigos fue sobre las pericias realizadas a los elementos encontrados, entre ellos el kayak utilizado por los desaparecidos.

“El kayak lo peritaron por videollamada y según los hijos de Ramón es el kayak en el que andaban ellos”, indicó Sara, agregando que se cree que la misteriosa desaparición se dio, porque “supuestamente saltó el tapón del frente del kayak”.

Respecto a las pericias, la mujer alegó que quedaron pendientes los exámenes a los celulares de los dos pescadores, un elemento que podría esclarecer sobre el paradero de los sujetos o determinar la razón del ingreso al agua.

Sin embargo, esto tomará tiempo, puesto a que “está todo parado, no nos dan ni una respuesta. Los de la fiscalía me dicen que va muy lento”, ratificó la entrevistada, quien mencionó que si bien en la actualidad se encuentra en Misiones, la idea es volver a viajar a Buenos Aires para seguir el caso desde más cerca.

Por último, la mujer contó que tiene constante comunicación con los hijos de Ramón -quienes viven en Pinamar- y que ellos sufren la misma espera y sin novedades de cómo seguirá el caso.

Amistad por la Tierra Colorada

Los amigos, que durante la tercera semana de enero fueron intensamente buscados, se habían conocido hace poco tiempo. Pero el oficio, el origen y la actividad recreativa de la pesca logró unirlos muy rápido y formar una gran amistad.

Una de las razones que afianzó la amistad fue que Ramón Román (56) reside hace 26 años en Pinamar pero es oriundo de la localidad misionera de Colonia Mado, mientras que Gabriel Raimann (38) nació en Campo Grande. Los dos misioneros se conocieron en una obra en la que Raimann trabaja como albañil y en la cual Román es el encargado.  

“En muy poco tiempo Gabriel se hizo un compañero de confianza de mi papá. Él es de Misiones y vino a trabajar a Pinamar. Es muy bueno y amable. Y mi viejo le estaba dando una mano”, contó Lucas, hijo de Román.