Proyecto de la comunidad Ysyry de Colonia Delicia

El saber de la comunidad Ysyry preservado en un libro

La iniciativa de preservación de la cultura se materializó con el libro ‘Plantas medicinales de la aldea Ysyry’, que ya tiene en marcha un segundo volumen, también laboratorio y vivero
miércoles 28 de febrero de 2024 | 6:05hs.
El saber de la comunidad Ysyry preservado en un libro
El saber de la comunidad Ysyry preservado en un libro

La voz de los ancianos, la curiosidad por el saber de jóvenes y niños y la generosidad del monte misionero sustentan cada palabra de Plantas medicinales de la aldea Ysyry (Puã, Ka’aguy tekoa Ysyrypygua), un libro escrito de manera colaborativa por la comunidad mbya guaraní Tekoa Ysyry y la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional de Misiones.   

En la comunidad ubicada en Colonia Delicia Mado viven alrededor de 50 familias y está al frente el cacique mburuvicha Dalmacio Ramos (nombre sagrado o espiritual Karaí Tataendy) que lidera este proyecto colectivo de rescate de sabiduría ancestral.

Se trata de una propuesta amplia de preservación y transmisión de la cultura guaraní e involucra a todos los miembros de la comunidad.

Partió de una investigación con entrevista a los sabios ancianos, expediciones de reconocimiento y recolección de datos y ejemplares de plantas en la selva y fue creciendo en aristas y apoyo hasta lograr la construcción de un laboratorio o casa de plantas medicinales y un vivero donde en la actualidad se desarrollan plantines de las especies curativas y se estudia su proceso de crecimiento.

El texto que se editó en medio de la pandemia se fue presentando en distintos puntos de la provincia para visibilizar y difundir este conocimiento que es una parte esencial de la cultura originaria a toda la sociedad. El acto de presentación del libro más reciente fue la pasada semana en Ruiz de Montoya.

Niños y jóvenes de Ysyry durante la construcción del opy (casa de oración).

Asimismo, la aldea ya trabaja entusiasmada en un segundo tomo con más plantas que se añadirán al herbario medicinal.

“Esto empezó como una manera de involucrar a los más jóvenes en la defensa y preservación de nuestra cultura y también porque en mi función de cacique y como docente auxiliar indígena en la escuela veo que a nuestros jóvenes les faltan oportunidades para insertarse en el ámbito de los estudios superiores o el trabajo y a la vez queremos que aprendan a valorar nuestra cultura y nuestra memoria”, dijo Ramos a El Territorio.

El referente guaraní también hace varios años dicta un curso de cultura e idioma mbya guaraní en la Facultad de Ciencias Forestales de Eldorado y fue en esa casa de estudios que presentó su idea y consiguió acompañamiento para concretarla.

“Estamos muy contentos por el apoyo que recibimos para esta propuesta, la Facultad que nos acompañó para la publicación del libro que es muy importante tener este respaldo y también organizaciones civiles como Sedi se fueron sumando y nos ayudaron a construir el laboratorio, tener la computadora para que los jóvenes puedan transcribir la información, cámara para sacar las fotos, además el aporte del Proyecto Tape Pora de la Fundación Hora de Obrar ; fue un proceso muy bueno, muy valioso para nuestra comunidad”, destacó.

Este primer libro describe las propiedades y modo de uso de casi medio centenar de plantas del monte, algunas muy apreciadas para los mbya y que son remedio puã guachu (para todo mal).

Para hallar las especies silvestres, describir su hábitat, propiedades, partes de la planta que se utilizan, dosis y otros datos, fueron los jóvenes quienes se encargaron de realizar las salidas a campo, incluso recorrieron otras comunidades cercanas que les permitieron extraer algunas plantas.

Cuerpo y alma

Para el pueblo mbya guaraní la salud comprende el bienestar del cuerpo y el alma, dos dimensiones que deben estar en equilibrio y en completa armonía con el ambiente, la naturaleza.

“El remedio se usa para dolencias comunes como pueden ser malestares digestivos, respiratorios, de piel y otros que pueden ser comunes y también se utilizan para purificar el espíritu, el ambiente, por eso en las comunidades, además del jefe político que es el mburicha, está el líder espiritual que es el opygua y que en las ceremonias del opy reza por el bien de todos”.

Puã guachu

Entre los remedios-yuyos más apreciados, los puã guachu (remedio para todo el mal) están la cangorosa y el pipí, describió Ramos.

“La cangorosa es muy buena para malestar estomacal, es depurativo y según la parte que se usa de la planta tiene distintas propiedades”, contó y en cuanto al pipí refirió que “es un remedio muy bueno de tener, que todos deberían tener en la casa, la corteza es para enfermedades respiratorias, tos, también ayuda al estómago”.   

Mburichá Dalmacio Ramos en la presentación del libro. Gentileza Hora de obrar

Además, las hojas del pipí son  buen repelente, anotició. “Las hojas de pipí maceradas en alcohol es muy buen remedio para espantar los mosquitos, para usar de repelente natural y la hoja de mamón también siempre usamos y ahora se está conociendo que es bueno para el dengue”.

El pipí entre otros beneficios  es  poderoso sahumo para purificar los hogares. 

Palabra de sabio

El proyecto de Ysyry rescata y pone a circular los conocimientos de los sabios, los ancianos de la comunidad. “Este proyecto es sobre todo un homenaje a nuestros antepasados, los que ya partieron y nuestros abuelos que todavía están con nosotros”, remarcó y añadió: “Nuestro pueblo siempre fue de hablar y contar, de pasar los conocimientos de los mayores a los jóvenes, y todo esos saberes si no se rescatan se pierden, y hoy tenemos a nuestros abuelos con nosotros y también tenemos la tecnología, hoy los jóvenes tienen el celular, la computadora, están alfabetizados, todo eso contribuye a que nuestra cultura siga viva”.

En este presente donde otros conocimientos se van incorporando a la antigua cosmovisión, el diálogo y encuentro intergeneracional “es muy importante”, enfatizó.

Así ejemplificó que los saberes de la escuela, los conocimientos científicos y la sabiduría ancestral, “pueden tener puntos de encuentro si nos tomamos el tiempo para hablar para poner en común y poder ver lo que nos acerca, para poder coincidir y poner cada cosa en su lugar”.

Revalorizó en esta línea los conocimientos empíricos  ancestrales sobre la naturaleza y sus ciclos. “Los abuelos nos enseñan que todo está en movimiento, el sol camina, la luna camina y nosotros caminamos, y en la escuela los chicos aprenden los movimientos de rotación y traslación. Para los mbya, la luna llena es un tiempo para comenzar cosas, para plantar porque se calma el río, se calma el viento, el fuego se hace más grande, todo es más favorable”.

Otra actividad conveniente de iniciar en luna llena y evitar durante el influjo de la luna nueva es la construcción de casas de madera. “Las casas se construyen en la luna llena, eso siempre es mejor porque trae buena energía para las familias”, enseñó.

Para saber más sobre el libro o adquirir un ejemplar, escribir por mensaje de Facebook @DalmacioRamosKaraiTataendy o por WhatsApp al 3751-606551.

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