Juez del Tribunal Penal Uno de Posadas

“Los jóvenes necesitan más cultura ciudadana”

Con una de las carreras más extensas del Poder Judicial, el juez Ángel Cardozo (69) habló sobre la labor, el juicio por jurados, el sistema acusatorio y la perspectiva de género
sábado 17 de febrero de 2024 | 6:05hs.
“Los jóvenes necesitan más cultura ciudadana”
“Los jóvenes necesitan más cultura ciudadana”

Ángel Dejesús Cardozo (69) ingresó al Poder Judicial el 29 de abril de 1977, luego de recibirse de abogado de la Universidad Nacional del Nordeste y es hoy es uno de los funcionarios más antiguos de Misiones. Fue secretario, defensor oficial, presidente de la Cámara Criminal Correccional de Menores y en la actualidad se desempeña como juez del Tribunal Penal Uno de Posadas.

Es viudo y tiene cuatro hijos profesionales, se dice abierto a los cambios como el de la digitalización, pero se reconoce como de la vieja escuela, humanista. En paralelo a su carrera judicial también tiene una amplia trayectoria en la docencia, situación que asegura le permitió sortear el estancamiento en su carrera durante el gobierno de facto.

Fue fundador junto a Jorge Kemerer de la carrera de Ciencias Jurídicas y Políticas Sociales en el Instituto Antonio Ruiz de Montoya y un actor de importancia para que en Posadas se instale la carrera de abogacía de la Universidad Católica de Santa Fe. En ambas fue docente y director y también enseñó Instrucción Cívica en secundaría y Derecho Civil en la Universidad Nacional de Misiones.

¿La docencia es su otra gran pasión?

Me gustó siempre la docencia, me dio muchas satisfacciones, me permitió crecer también en el ámbito estrictamente judicial y ver que el derecho debe ser integrativo, no solamente encerrarse en la concepción de que el juez sabe. También el docente transmite conocimiento y es lo que me permitió a mí llegar a estos lugares, con mucha humildad y con muchos años de antigüedad. Soy el más antiguo, incluso la mayoría que están ocupando cargos de fiscales o jueces fueron mis alumnos, tanto en el Montoya como en la Facultad de Derecho.

El año pasado intervino en el jucio por el asesinato de Antonella Bernhardt.

¿Qué cargos ocupó en el Poder Judicial?

Yo fui el último presidente de la entonces Cámara Criminal Correccional de Menores que tuvo la provincia y el primer presidente que dirigió un debate oral en el año 1991. Lo hicimos en el Círculo Médico, en ese entonces era todo un boom pasar del sistema escrito a un sistema de la oralidad que no es oral de por sí, sino un sistema mixto.

Había un revuelo en la sociedad. Era algo nuevo y como toda cosa nueva da miedo. Nosotros fuimos a otras provincias (Corrientes y Paraná, Entre Ríos), para ver cómo funcionaba. A mí la docencia me dio mucha gimnasia en la oralidad y eso me permitió moverme distinto, porque también hubo una serie de resistencias. Es lógico, los abogados estaban acostumbrados a un sistema estrictamente escrito y volcarse a un sistema nuevo que es la oralidad, donde uno se destaca ya por los conocimientos en la oratoria, que no tiene que estar consultando al libro sino demostrar sus conocimientos, es algo nuevo.

¿Cree que la sociedad conoce cómo funciona la Justicia?

Yo creo que de alguna manera el problema es el sistema educativo. Muchas cuestiones sociales son por la falta de una educación. Por ejemplo, cuando yo fui docente en una escuela secundaria se daba educación cívica y cultura ciudadana y después pareciera ser que las ciencias sociales se dejaron de lado, que se volcó todo a la parte técnica. Los jóvenes necesitan hoy tener más cultura ciudadana, conocer los derechos y obligaciones, saber lo mínimo del derecho constitucional.

No comparto que las cuestiones se resuelven entre abogados, la sociedad está con interés de conocer cómo trabaja la Justicia y la Justicia debe ser transparente, objetiva e imparcial. Si se pierden esos principios fundamentales, deja de ser Justicia. Creo que todos los que estamos integrando las filas del Poder Judicial de alguna manera u otra nos mantenemos imparciales. No creo que haya jueces y funcionarios judiciales que no busquen otra cosa -siempre hablando del ámbito penal- que la verdad real.

¿Y eso es posible o es un ideal?

Creo que es posible, sobre todo porque hay gente joven. Como dije, la mayoría fueron mis alumnos en la facultad, hay una formación y una información que nos permite tener un arraigo, porque el hombre que tiene arraigo es el hombre que puede administrar justicia. Si no conoce el lugar donde está desenvolviéndose no puede administrar justicia. Entonces si la mayoría de los que integramos el plantel del Poder Judicial pertenecemos, por los menos a esta provincia, estamos arraigados y consustanciados. El problema es cuando vienen personas que no conocen las circunstancias del tiempo, modo y lugar para juzgar.

¿Entonces confía en los nuevos funcionarios?

Yo estoy convencido que el plantel de funcionarios y magistrados de la provincia están consustanciados con el Poder Judicial, que es lo que nos lleva justamente a por lo menos pretender tener una buena administración de Justicia.

El conocer el lugar donde uno se desenvuelve hace que uno pueda trabajar primero con objetividad. Hay principios fundamentales dentro de nuestro sistema procesal penal que son la sana crítica y esa sana crítica surge precisamente del conocimiento, porque no puedo tener una sana crítica sin conocer el lugar donde me estoy desenvolviendo. Debo conocer los distintos sectores sociales porque no todos somos iguales, pero sí buscamos que la Justicia sea igual para todos. La igualdad ante la ley es un rango constitucional. Nosotros buscamos la igualdad, pero esa igualdad debe surgir con las mismas posibilidades que tiene el otro.

Yo creo que nuestros jueces están haciendo muchas cosas importantes que a veces se desconocen. Hay que tratar de ayudar a la instrucción, no repelar, no complicarle el trabajo que muchas veces se desconoce. Quienes somos de carrera judicial sabemos.

Juzgó muchos casos, ¿recuerda alguno en especial?

Algunos tuvieron trascendencia y otros no tuvieron trascendencia porque los mismos medios de comunicación le dieron importancia por distintos motivos y la sociedad tomó mayor conocimiento.

Yo estoy de acuerdo que el juez debe actuar a ciencia y conciencia. A ciencia teniendo en cuenta lo que dice el código procesal y a conciencia es lo que le da a uno la seguridad y la certeza para dictar sentencia.

¿Qué piensa de la perspectiva de género o el reclamo de la deconstrucción de la Justicia?

Parece ser que a través de los medios de comunicación se están dando a conocer más situaciones que siempre existieron y son muchos delitos llamados delitos de intimidad, que antes no tenían trascendencia. Se conocen muchos hechos que no es que quedaban impunes sino que no se difundían -por ejemplo - por vergüenza de quienes eran sus protagonistas.

Hoy la mujer cumple un rol muy importante, muy protagónico dentro de la sociedad y eso es importante para la mujer y para el hombre. Porque el hombre también debe respetar a la mujer como la mujer al hombre y eso hace a la igualdad de género.

¿Cree que la Justicia es permeable a la presión mediática o de la sociedad?

A través de los años he recibido, no voy a decir que no, críticas y algunas a lo mejor eran válidas. Yo soy un ser humano, podemos equivocarnos, pero para eso tenemos un sistema que nos permite ir recurriendo de acuerdo a las circunstancias. Si no se está de acuerdo, perfecto, se recurre a otra instancia.

Nosotros no tenemos Tribunal de Casación, pero en nuestro caso Casación descansa en el Superior Tribunal de Justicia, que es el que va a resolver en última instancia. Si nos equivocamos nos revoca el fallo y de lo contrario nos va a confirmar. Todos los fallos que he dictado fueron confirmados y yo creo que no es una cuestión de suerte si no de imparcialidad. Cuando uno actúa con imparcialidad y objetividad tiene que dormir tranquilo.

Es lógico que hay veces que se dan más importancias a los hechos, mayor trascendencia por los mismos protagonistas, pero el trabajo del juez debe ser silencioso a mi criterio. No se trabaja de forma mediática, porque ser mediático es lo peor que le puede pasar a un juez.

¿Qué opina sobre el juicio por jurados?

Tengo mis dudas al respecto, tengo serias dudas. Creo que se estudia para ser abogado, se estudia para ser médico, se estudia para ser ingeniero y mal podría juzgar alguien que no es letrado. Letrado es porque estudió derecho y el derecho hay que conocerlo. El juicio por jurados tiene ciertas aristas, pero no creo que nuestra sociedad en este momento esté en condiciones de poner en movimiento un sistema nuevo. No estoy en condiciones de decir si va a ser lo mejor o va a ser la panacea de lo que debería ser la aplicación del derecho.

Misiones es la única provincia no tiene sistema acusatorio, ¿qué considera al respecto?

Ese es un tema que debe ser analizado sobre todo dentro del Poder Legislativo, porque es el que dicta la ley, nosotros la aplicamos. Si los legisladores consideran en base a la experiencia que tienen otras provincias o al estudio que se realice en el derecho penal, yo creo que es un avance muy importante el sistema acusatorio en el derecho penal.

Creo en todo avance que busque la transparencia. Porque la gente quiere la transparencia, quiere la imparcialidad en la sencillez. Si yo me pongo a escribir y escribo difícil vas a decir ‘qué quiere decir este hombre’. El derecho es claro y la transparencia nace de la sencillez y la celeridad, no se puede dejar guardar los expedientes, los expedientes tienen que salir, la gente quiere dinámica. El derecho es dinámico por sí mismo. Si no actuamos con celeridad dejamos de ser lo que debemos ser.

Respecto a eso parece que en Misiones a veces es fácil suspender un juicio

Yo pienso que lo más grave que puede ocurrir es la suspensión de un debate a último momento, cuando hay personas del interior que con mucho sacrificio, y algunos sin recursos económicos, vienen a cumplir con la Justicia. Y nosotros por una desidia, o porque no nos damos cuenta quiénes son esas personas sacrificadas que hasta a veces pierden un día de trabajo, suspendemos.

Creo que es lo peor que puede hacer un tribunal y si hay un juicio abreviado, que se abrevie en tiempo y forma para que tengan el tiempo suficiente para ser notificados. La suspensión sin causas debidamente justificadas me parece una aberración jurídica.

Esas son chicanas procesales y el juez no puede caer en esas chicanas, el juez está para administrar justicia. Si caemos es porque no estábamos transitando como debe transitar un juez, que debe ser el imparcial en una contienda.


Perfil

Ángel Cardozo
Juez
Ángel Dejesús Cardozo tiene 69 años y hace 47 que ingresó al Poder Judicial. Se desempeñó en diferentes fueros y puestos y hoy es camarista del Tribunal Penal Uno de Posadas.

Además dedicó su vida a la docencia dando clases en escuelas y diferentes universidades.

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