Marcha de los días: Una clase de otro mundo

Javier Milei se paró ante el mundo inversor en Davos para hablar contra el comunismo, descolocó a la audiencia y enfervorizó a sus seguidores en las redes. Mientras tanto, en Argentina su equipo de gobierno debió modificar la ley ómnibus para intentar asegurar su primer relato triunfal en el Congreso. En Misiones, pese a la crisis nacional y en base al equilibrio fiscal, la gestión busca sostener la maquinaria productiva.
domingo 21 de enero de 2024 | 3:30hs.
Marcha de los días: Una clase de otro mundo
Marcha de los días: Una clase de otro mundo

Los 25 minutos que duró el discurso de Javier Milei en el Foro de Davos fueron, como dicen los jóvenes, "lo más Random" que se haya visto en ese cónclave de empresarios, financistas y líderes internacionales desde sus inicios, allá por la década del 70. Random es un término muy usado en la generación Z, y puede significar muchas cosas, no sólo lo aleatorio, que es como los más grandes lo podemos haber utilizado alguna vez. Algo Random es, también, lo extraño, lo loco, lo imprevisible.

El discurso de Milei fue Random porque nadie nunca se imaginó que el presidente de la Argentina, con algo más de 40 días en el cargo, se pararía frente a los líderes económicos del mundo a retarlos por haber dejado que "el comunismo" avance en el mundo occidental, de la mano de los socialismos. Dejó perplejos a varios e hizo estallar en un frenesí de libertaridad a sus seguidores en redes sociales, entre los que se encuentra Elon Musk, uno de los que festejó el discurso del mandatario argentino.

Milei ensayó una clase, con el mismo discurso de una charla Tedx de hace un par de años, en la que pintó un mundo que ya no existe. Un mundo propio de la guerra fría donde el comunismo avanzaba para tratar de derrotar al capitalismo. El detalle no menor, es que el comunismo ya fue enterrado en los 90. A pesar de que Milei lo repita con convencimiento, ni China ni Rusia son por definición comunistas. Ambas naciones son un nuevo tipo de capitalismo, incluso más salvaje que el de las naciones liberales. Y lo hizo casi asegurando que la responsabilidad de este avance era de quienes lo estaban escuchando, que dejaron que sus países fueran "cooptados por el socialismo", a partir de las sociedades público privadas.

Un detalle no menor, que Milei no vio o no quiso ver, es que la mayoría de las empresas allí presentes, las más grandes del mundo, tienen sociedades muy redituables con el sector público, y difícilmente quieran su destrucción, ya que en muchos casos son la garantía de que si algo sale mal el costo lo pagan otros. Por eso, es difícil imaginarse a esas empresas queriendo invertir en países donde les avisan de entrada que el Estado no será socio de sus proyectos. Por cierto, el Foro de Davos es para eso, para que los países presenten su plan de gobierno con el objetivo de atraer inversiones.

El discurso de Milei también descolocó porque se salió completamente de la agenda del Foro en algunos puntos, y en otros directamente la chocó de frente. El encuentro de este año en la ciudad suiza tenía como ejes la seguridad y cooperación en un mundo fracturado por conflictos; la creación de trabajos y crecimiento en una nueva era; la Inteligencia Artificial como motor de la economía y la sociedad; Estrategia para el clima, la naturaleza y la energía; y había un espacio para las cuestiones de igualdad de género.

Milei fue de frente contra al menos tres de esos puntos. Planteó su discurso como un discurso de guerra entre occidente y oriente, en el que occidente debe empezar a defenderse del monstruo comunista. El eje de la cooperación en un mundo en conflicto, afuera. Desconoció el cambio climático, asegurando que es un invento que intenta instalar una guerra entre el hombre y la naturaleza. El eje del clima, energía y naturaleza, afuera. Y en términos similares dijo que la desigualdad de género es inexistente. Y como broche, aseguró que todo esto es un invento del socialismo. Detalle no menor, después de Javier Milei habló el presidente español Pedro Sánchez, socialista.

Así, la participación de Milei en Davos trajo a la memoria los tiempos en que Cristina Fernández de Kirchner, desde el estrado que sea pudiendo ser el de la Asamblea de la ONU o el de un acto oficial en Casa Rosada, le hablaba a su militancia para arengarla y explicarles cómo debían ver el mundo, a través de sus ojos.


Mientras tanto, en el Congreso

Mientras Milei ensayaba su discurso bélico contra los molinos de viento comunistas, en la Cámara de Diputados de la Nación sus referentes, Guillermo Francos y Martín Menem, intentaban encaminar la discusión de la ley ómnibus para sacar un dictamen y votarla lo antes posible. El deseo del gobierno nacional era hacer sesionar al pleno este fin de semana, el sábado, y tener la media sanción antes de que se inicie la semana en al que la CGT saldrá a la calle con todos los gremios alineados. No fue posible, en parte por la intransigencia y lentitud del gobierno para reaccionar.

No obstante, es muy probable que si todo sale como se plantea hasta estas horas, que antes del miércoles el gobierno pueda exhibir un medio triunfo en diputados, obteniendo un dictamen favorable para su paquete de leyes. Pero con cambios sustanciales. La intención del gobierno es llevarse un triunfo entero, y lograr también darle media sanción en la semana que comenzará mañana. Tarea difícil. Los tiempos ya no son los que esperaba el gobierno, y eso quedó claro el viernes cuando el Poder Ejecutivo extendió hasta febrero el período de sesiones extraordinarias, un pedido de un sector de la oposición dialoguista. La prórroga es señal de empantanamiento en las negociaciones.

Para poder lograr su primer triunfo político, y desde allí seguir construyendo su relato de gobierno, el Ejecutivo tuvo que dar el brazo a torcer en puntos fundamentales. La oposición dialoguista, la UCR, el PRO, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal, donde se encuentran los misioneros renovadores, le exigieron cambios: modificar las facultades delegadas del Congreso al Ejecutivo; quitar a YPF de la lista de empresas privatizables; quitar las retenciones a las economías regionales; que las jubilaciones estén indexadas y no que los aumentos se definan por decretos; eliminar las emergencias de Defensa, Social y Sanitarias, dejando sólo en pie la económica; y además se vio obligado a quitar el artículo que con la ley refrendaba, también, el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de reforma del Estado.

El paquete de leyes enviado por Milei al Congreso, que marca las bases de su reconstrucción de la Argentina, y las bases de su narrativa de gobierno, fue cercenado para poder ser tratado. Milei si bien no lo expresó, dio señales que aceptó, mostrando una vez más que detrás de ese presidente de constante stand up libertario e intransigente se esconde un político dispuesto al pragmatismo cuando la cuerda de la realidad está llegando al punto de tensión que puede romperla. Milei tendrá su ley, seguramente antes de que termine febrero.

Ojalá por el bien de los argentinos, que empiece a ordenar la economía doméstica, porque el golpe que están recibiendo los bolsillos de los sectores medios y bajos todavía no se terminó de sentir después de la brutal devaluación, y cuando se complete, allá por mediados de febrero o marzo cuando impacten los tarifazos y la caída de la actividad económica, el ánimo comenzará a cambiar, incluso entre aquellos que hoy lo vivan dispuestos a "aguantar el ajuste".

Los cambios que con pragmatismo aceptó el oficialismo nacional llevan a varios bloques a revisar sus posturas. Entre ellos el de Innovación Federal, el del oficialismo misionero, que a principios de semana había adelantado que tal como estaba redactado el proyecto de ley no lo iban a acompañar, tampoco el DNU tan perjudicial para la provincia, ya que generaba cuantiosos daños a muchas actividades económicas de Misiones. Ahora, con estos cambios, esperan la llegada del compendió final de artículos para volver a revisarlo y definir una nueva postura.

El bloque que tendrá una dura discusión interna para poder acompañar será el de la UCR, ya que la convención radical que se realizó esta semana se refirió en muy duros términos al proyecto de ley al tildarlo de improvisado y asegurar que va contra los principios radicales. Detalle no menor es que los puntos que marcó como contrarios a las ideas radicales esa convención, son los mismos que sufrieron cambios. Quedará ver en los próximos días si los diputados radicales, encabezados por Rodrigo De Loredo, definen una postura que genere una ruptura interna en el partido Centenario.


Equilibrio fiscal misionero

Mientras el gobierno nacional intenta conseguir el equilibrio fiscal bajando el déficit y haciendo que el ajuste lo paguen las clases medias y baja, en Misiones el gobierno provincial demostró que el equilibrio es posible con desarrollo y sin hacerle pagar el costo a la gente. El camino para lograrlo comenzó a principios de este siglo cuando Misiones decidió cortar el proceso de endeudamiento que había comenzado en los 90. Desde allí se comenzó a ordenar las cuentas para, en un contexto de desarrollo, gastar lo que se tiene, y no más. Esto sin financiar las erogaciones corrientes con deuda bancaria, convirtiendo así a Misiones en un Estado previsible.

Ese proceso llevó a un equilibrio fiscal que en estos días es la herramienta que le permite a Misiones ser vanguardia en economía del conocimiento, en salud de excelencia, en educación disruptiva. Incluso soportando el castigo del centralismo porteño histórico contra la provincia que la perjudica en el reparto de la coparticipación. Distritos con menos habitantes tienen el doble de ingresos nacionales por habitante, demostrando la inequidad en la distribución de los recursos coparticipables.

El equilibrio fiscal que propone Milei es sosteniendo un esquema de impuestos mucho mayores a los provinciales, y haciendo pagar un ajuste brutal a la gente, cosa que Misiones no hizo. En la tierra colorada la gente no tuvo que pagar ese costo porque no hubo recorte de servicios, no hubo tarifazos ni inflación descontrolada.

Misiones sostiene el esquema con los que son los motores de su economía, la producción agrícola, la forestoindustria y el turismo. Tres motores que se fortalecieron con el modelo de equilibrio que se plantea desde hace 20 años en Misiones. Pero que ahora se ven dañados fuertemente por el modelo de ajuste que propone la Nación. El turismo nacional se resintió y con ello menos visitantes tiene la provincia, después de años de crecimiento continuo. Las actividades productivas que exportan se ven comprometidas con los alcances de las medidas nacionales. En lo que respecta al sector yerbatero, el gobierno provincial se puso a la par de los productores para la defensa del Inym y prepara la creación de un organismo propio para regular los precios de la materia prima para que los pequeños y medianos productores con queden a merced de los gigantes del sector. También se puso a la par de los forestales para ir en busca de mantener al sector sin retenciones a las exportaciones.

Al tabaco, esta semana le aseguró un acuerdo histórico aumentando el precio de la materia prima un 300%, para el inicio del acopio que se produjo esta semana, y del que participó el gobernador Hugo Passalacqua. Son medidas implementadas para tratar de sostener a las actividades económicas que son el motor del desarrollo en la tierra colorada.


La oposición misionera

En la oposición misionera la situación es dispar. Por el lado del peronismo, La Cámpora pierde representación. A la salida del diputado provincial Santigo Mansilla, que el año pasado anunció su pase al Frente Renovador, se sumó ahora el de Martín Sancho, que también se suma al oficialismo provincial.

Los ex Juntos por el Cambio están en momentos diferentes. Mientras el PRO y Activar están mimetizados con la Libertad Avanza, y los referentes en Misiones aplauden y festejan en las redes cada paso de Javier Milei mientras sus diputados se aprestan a levantar la mano para aprobar el paquete de medidas tal y como lo diga el libertario, en el radicalismo empezó la temporada de internas. Los radicales misioneros tendrán en las próximas semanas el proceso para recambiar autoridades, y los primeros días están siendo de tensión en redes entre los que están en la mesa de la rosca y los que son dejados de lado. Al día de hoy había dos candidatos para conducir el partido, un exdiputado provincial y un exconcejal de Posadas. Pero todo puede cambiar en el frenesí de la interna radical.

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