Bajo la intensa lluvia que cayó, un acto de heroísmo

Un niño fue arrastrado por un arroyo y salvado por un vecino en Candelaria

El hombre no dudó un segundo en tirarse al agua. El relato en medio del drama que afectó la casa de decenas de familias en la antigua capital y también en Garupá
viernes 08 de diciembre de 2023 | 6:06hs.
Un niño fue arrastrado por un arroyo y salvado por un vecino en Candelaria
Un niño fue arrastrado por un arroyo y salvado por un vecino en Candelaria

El temporal de lluvia y fuerte descarga eléctrica sorprendió en la zona Sur de Misiones, principalmente en Candelaria y Garupá. En el primero de estos municipios, apenas entrada la noche del miércoles, la intensa caída de agua obligó a que muchas familias salieran de sus viviendas en búsqueda de refugio, ya que el agua entraba a las casas con mucha furia.

Uno de los momentos más tensos y de gran temor fue el que padeció la familia Garcilazo, quienes viven a orillas de un pequeño arroyo en el barrio 13 de Julio de Candelaria.

El pequeño curso de agua sin nombre desemboca en el arroyo Garupá y a causa de una lluvia torrencial pocas veces vistas en la zona, se convirtió en un feroz cauce de agua que arrastraba todo a su paso, entrando por las viviendas aledañas, llevando las pertenencias de sus habitantes, personas de escasos recursos.

En la zona la mayoría de las casas son de madera, techo de cartón en el mejor de los casos y lonas que usan para guarecerse con fenómenos tan intempestivos como el de las últimas horas.

Eran casi las 21 del miércoles cuando Diego Garcilazo, su esposa María -quien cursa un embarazo de tres meses-, la pequeña hija de ambos de 7 años y el amigo de la niña sufrieron una situación que, de acuerdo a los protagonistas, fue dramática y no desean que nadie la viva.

“Estábamos reunidos en casa, mi hija y su compañerito de escuela estaban jugando cuando se largó la lluvia, era muy fuerte. Fue en cuestión de minutos que el arroyo se adueñó de nuestra casa”, relató Diego a El Territorio en el mediodía de ayer.

El hombre todavía guarda con lujo de detalles la situación que lo hizo estremecer y la que lo convirtió en héroe de un pequeño niño, compañero de grado de su hija, al que le salvó la vida bajo el temporal.

“Fue al amiguito de mi nena a quien lo arrastró de imprevisto el agua”, dijo cuando con este medio recorría ayer la zona, en el mismo lugar donde todo pudo haber sido una tragedia.

“Yo salgo como pude a salvar al pequeño, no me importaba nada, porque ante la vida de un adulto y la de un niño siempre la del niño debe estar primero”, contó sobre esos minutos y al detallar los hechos se le erizaba la piel.

“Él se pierde bajo el agua y por obra de Dios se quedó enganchado con la ropa en unos tubos de cemento y cuando veo que emerge lo agarré con fuerza, pero el agua me llevaba a mí también”, explicó sobre lo que hizo para salvar al chico.

“Por suerte entraron otros vecinos y entre todos pudimos salvarlo. A mí no me importaba nada, quería salvar al nene, para que tengan una idea, esos tubos a pesar del peso que tienen fueron arrastrados por la correntada unos 50 metros abajo”, sumó al relato estremecedor.

“Llegó un momento en que el padre del niño dijo que se tiraría del otro lado del puente para atrapar a su criatura si no podía ser sostenido por mí, pero gracias a Dios lo logramos, quedó a salvo y está bien”, dijo Diego.

La adrenalina que sintió en ese momento lo llevó a no sentir miedo ni notar riesgo alguno. En su mente el único propósito era poder salvar al chico de la fuerza del agua.

“Lo que pudo terminar en una tragedia hoy se puede contar sin que se haya perdido ninguna vida. La adrenalina que se siente es tanta que en momentos así uno no tiene miedo, sólo pone fuerzas para cumplir un objetivo y ese objetivo era salvar al nene”, comentó.

En el barrio las necesidades se cuentan de a decenas y faltan obras de distinto tipo, como calles, veredas, cordón cuneta, alumbrado público, pero principalmente entubamiento para este curso de agua que si bien es chico, con las lluvias crece rápidamente y expone toda su bravura. Y apenas se nubla los vecinos ya entran en estado de alarma porque conocen la fuerza del agua.

Candelaria. Intensa lluvias
Ayer todavía había agua y barro en las improvisadas calles. Foto: Víctor Hugo Paniagua

“Es triste no haber podido contar en ese momento con más ayuda que no sea la de los vecinos, ni siquiera los Bomberos se acercaron, cuando aparecieron ya habíamos hecho todo nosotros”, señaló el hombre parado al costado del arroyo.

“Ahora estamos necesitando un camión para que lleve a mi esposa e hija a la casa de la madre a Garupá y yo me quedaré cuidando la casa, o lo que queda ya que la corriente de agua aflojó todo y varias partes fueron llevadas aguas abajo”, indicó el hombre de 43 años.

Diego es ceramista y se dedica a fabricar baldosas artesanales en un sector de su casa. La otra preocupación que le surgió ahora es la necesidad de trabajar, ya que con la fuerza del agua parte de su precario taller quedó arrasado y no sabe cuándo volverá a dedicarse a su oficio.

“Lo que más quiero ahora es restaurar mi casa y darle un lugar más seguro a mi familia y a mi hijo que viene en camino”, sostuvo.

Evacuados
Además del barrio 13 de Julio en Candelaria también sufrieron las consecuencias de las lluvias los barrios 20 de Junio, Niño Perdido, Padre Mujica y en Garupá La Tablada. Más de 70 familias pidieron algún tipo de asistencia a las autoridades municipales o provinciales que ayer recorrieron las zonas afectadas y varias, por seguridad, fueron llevadas a un polideportivo. Otras decidieron autoevacuarse en casas de familiares.

Candelaria. Evacuados barrio 13 de Julio por las intensas lluvias
Los Godoy, una de las familias de barrio 13 de Julio que fue evacuada. Foto: Víctor Hugo Paniagua

Una de las familias que tuvo que ser evacuada es la de Beatriz Godoy, quien estaba ayer en el polideportivo municipal de Candelaria junto a su esposo y tres hijos.

En diálogo con este medio, comentó: “Nosotros volvíamos de la iglesia y cuando llegamos nuestra casa ya estaba con el agua hasta las camas, ahora está todo mojado, las paredes se aflojaron por la fuerza de la correntada, es un desastre lo que estamos viviendo”.

Luego agradeció el espacio que les dio el municipio donde poder refugiarse hasta que el tiempo mejore, pero lo que más añoran es volver a casa.

“La basura que trajo la correntada está por toda la casa, las paredes se abrieron, es imposible quedarse ahí”, dijo la mujer que es madre de dos niñas y un varón de corta edad y continuó: “Siempre este lugar es complicado cuando llueve, pero nunca pasó algo de esta magnitud. Necesitamos ayuda de la gente, ropa seca, zapatos, lo que sea nos viene bien”.

Sólo en Candelaria en la tarde de ayer tenían relevadas a 40 familias afectadas a las que el agua le entró a sus casas.

La fuerza de la naturaleza se llevó muchas de sus pertenencias, deterioró muebles y otros objetos.

Desde el municipio indicaron a este matutino que están trabajando a destiempo para ayudar a las familias.

A su vez, personal policial cumplió con el servicio de ayuda en cuanto a la seguridad de los afectados como así también en contención en la medida que era necesario.

El personal del hospital de Candelaria también asistió a la esposa de Diego que quedó en observación por la situación vivida y, tras ser contenida, fue dada de alta.

Por ahora algunos afectados seguirán en casas de familiares y otros miran al cielo esperando que salga el sol para poder regresar.

En cifras

70 Más de 70 familias de Garupá y Candelaria pidieron ayuda a los municipios o la Provincia por los daños ocasionados por la intensa lluvia.

En Posadas ya llovió casi el 90% de lo previsto para todo este mes

¿Que opinión tenés sobre esta nota?