Mates de porongo con impronta sampedrina
El mate, ese aliado infalible para momentos en compañía o soledad, representa uno de los recipientes más preciados de una persona, hay quienes los profieren más grandes, otras más pequeños y de los más variados materiales. En San Pedro, en colonia Siete Estrella, una familia se dedica a la elaboración artesanal de mates de porongo pulidos y pintados a mano. El mate más grande que produjeron mide 1,30 metros de alto.
Así como la yerba mate, la temperatura del agua, el tipo de mate también juega un rol preponderante a la hora de matear, aunque va más del gusto de cada uno. En algunos recipientes pueden salir más, suaves que en otros y muchos aseguran que los mates de porongos son los preferidos, porque al ser un producto natural, va en sintonía con el ingrediente principal que es la yerba mate.
Para atender a la demanda de quienes eligen mates de porongo, Luis Knack junto a su esposa Mabel elaboran llamativos y enormes mates, que, aunque muchos creen sirven como objeto para decoración son fabricados con la intención de que se utilicen para preparar la más reconocida infusión argentina.
El porongo es una planta rastrera, similar al zapallo, produce frutos de formas variadas, pueden presentarse largos, redondos, con curvas, al igual que su tamaño que pueden superar el metro de longitud. Al secarse son curados y pueden ser empleados como recipientes, instrumentos musicales o artesanías, dependiendo el lugar del mundo. En el caso de argentina, se usa principalmente para elaborar mates.
En el caso de Luis, trabaja con este emprendimiento hace más de 12 años, sus creaciones presentan muy buena demanda y son reconocidas en ferias de la provincia. En su puesto ubicado sobre la ruta 27, que lleva a Paso Rosales, entrada para las playas de Santa Catarina, resulta muy atractivo para los turistas.
La elaboración de los mates, no es para nada compleja, solo demanda cuidados en los detalles para que la forma y tamaño luzcan. Una vez el fruto alcanza su proceso de maduración se torna de un color marrón o amarrillo claro, se cosechan y se dejan secar. "Una vez que están secos, se cortan, se saca la semilla, se realiza un pulido. Si son largos se introduce un mate en la parte superior, para que se pueda usar sin gastar mucha yerba" detalló Luis Knack.
Una vez las piezas quedan ensambladas, se procede a la etapa de detalles final. "Le damos un toque artesanal con la técnica de quemado, ponemos figuras de pájaros y animales autóctonos como el yaguareté y por último le pintamos con barniz para resaltar el brillo y color del porongo. Por mañana hacemos entre 5 o 6 mates" contó el productor.
En el caso de los porongos cuyo interior es pequeño, son mates de una solo pieza, que para ser utilizados solo necesitan ser curados llenándolos de yerba y agua caliente. "No hay mucho secreto, porque se trata de un producto natural. Para quitar ese gustito que tiene el porongo y tome el gusto a yerba, hay que dejarlo reposar por lo menos cuatro horas. Lo llenamos con yerba y colocamos agua, después de ese tiempo, se retira, se enjuaga y ya está listo para disfrutar el mate que tanto nos gusta" señaló Luis.
Sobre la preferencia de los materos por este material reconoció que “A la gente le encanta, siempre que vamos a las ferias vendemos, creemos que se debe a que es un producto natural, hecho en la zona, así como la yerba mate, el porongo realza ese sabor y eso gusta mucho”
Los mates son comercializados en ferias o en el puesto de la familia ubicado en colonia Siete Estrellas sorbe ruta 27, son comercializados a un costo muy accesible, van desde $ 1.500,00 a $ 3.000,00.
Además de los mates, la familia es reconocida por su emprendimiento "La Magia del Sabor". Elaboran mermeladas, almíbar y pickles de manera artesanal con frutas de producción orgánica propia. Con los porongos también elaboran algunas artesanías.
