De Barcelona a la Patagonia: el resurgir global del mate

Con más de cuatro décadas en el mercado, la Cooperativa Lievig ha sido testigo de un fenómeno notable que revolucionó las preferencias y hábitos de los consumidores en torno al mate. Gerardo Bond, director del Consejo de Administración, compartió sus reflexiones sobre la evolución del consumo de yerba mate a lo largo de los años.

"Nosotros como empresa yerbatera, vendiendo yerba molida, yerba empaquetada, estamos hace más de 40 años", destacó Bond. Su experiencia revela una transformación palpable, atribuida, en parte, a un agradecimiento por el crecimiento sustancial en la demanda de yerba mate. Este fenómeno no se limita a las fronteras argentinas, ya que, en los últimos años, hubo un incremento notorio tanto en el país como en el ámbito internacional.

El director destacó un cambio en la forma en que la yerba mate ha pasado de ser un producto escaso, incluso en lugares como Barcelona, a estar tan accesible como en cualquier barrio argentino. "Hace 15 años, había que llevarla; ahora se puede conseguir como si se estuviera en cualquier barrio de Argentina", comentó Bond.
Un aspecto interesante que Bond destaca es la creciente tendencia de la gente a personalizar su experiencia de mate. "Ahora la gente también le pone muchas hierbas, hay casas especializadas en hierbas y hay gente que le gusta porque sabe los beneficios que tiene el mate y además le agrega un plus con las hierbas", mencionó. El yerbatero comparó la elección de la yerba con la elección del vino, subrayando que, en el caso de Lievig, la preferencia sigue inclinándose hacia la yerba suave. "Están apuntando mucho a la yerba sin palo, porque sabemos que los primeros mates son intensos y después los que vienen son suaves y duran mucho más", explicó.

En regiones como la Patagonia, se observa un interés creciente en el consumo de mate debido a su menor toxicidad y beneficios para la salud. "La gente intenta tomar más mate porque es menos nocivo y al contrario tiene beneficios", añadió.
La preferencia por el mate amargo es otra tendencia que Bond destaca, aunque reconoce que, a pesar de ofrecer yerba compuesta, la mayoría de sus clientes prefiere la yerba natural. "La gente toma mate con 40 grados o 10 bajo cero", señaló, subrayando la versatilidad de esta tradicional infusión.