Iván Moschner brilla en Cyrano, en el San Martín de Buenos Aires

De poetas y desamores

La obra renovada dirigida por Willy Landin y protagonizada por el Puma Goity se despliega con impactantes recursos
viernes 24 de noviembre de 2023 | 12:15hs.
De poetas y desamores
De poetas y desamores

Subir con astucia en vez de elevarme por la fuerza. ¡No, gracias!  (...) ¿Convertirme en bufón con la vil esperanza de ver nacer una sonrisa amable en los labios de un ministro? ¡No gracias! (...) ¿Tener el vientre desgastado de arrastrarme y la piel de las rodillas sucias de tanto arrodillarme? (...) ¡No, gracias! ¡No, gracias! ¡No, gracias! , dice en parte  el monólogo inicial de Cyrano en defensa del arte independiente.

La icónica obra francesa que como todo clásico es un poco ‘teatro hablando sobre teatro’, se reestrenó finalmente en el Complejo Teatral San Martín de la porteña calle Corrientes, en una versión libre, moderna de Willy Landin. Con una puesta ambiciosa, suma deslumbrante escenografía, efectos audiovisuales y el magnífico aporte del misionero Iván Moschner que tal como definió el protagonista Gabriel ‘El Puma’ Goity, en entrevista con La Nación, “es uno de los mejores actores de la Argentina”.

Hábil con la espada y la palabra, el papel de Cyrano requiere de una complejidad inusitada que Goity encaró con compromiso desde enero y que le exigió incluso clases de esgrima.

Romántico mosquetero, Cyrano combina fuerza e intelecto, aunque su aspecto poco hegemónico le vale burlas y por momentos, baja autoestima. Para renovar este clásico, la puesta del San Martín reúne un rico elenco de más de 20 actores entre los que se destacan, además de Goity y Moschner, María Abadi, Mario Alarcón (que supo estar en el recordado elenco de 1977 junto a Ernesto Bianco), Mariano Mazzei, Daniel Miglioranza, Larry de Clay Ricardo Cerone y Fernando Lúpiz.

Para Goity llegar a las tablas del San Martín en el papel que lo inspiró de joven a ser actor, es un anhelo cumplido y cada vez que habla de la obra, su emoción se desborda más que en escena, donde por momentos pierde un poco de fuerza.

Dividido en cinco actos, el despliegue teatral en la sala principal del complejo, se extiende por tres horas con un intervalo de 10 minutos.

En momentos clave y con su particular perspicacia, Moschner despierta carcajadas bajo su personaje Ragueneau, siempre cercano y fiel a Cyrano.

El pastelero, tal como otras figuras de la obra original de Edmond Rostand, vivió en la época del real Cyrano.

Apasionado por la poesía, Ragueneau es dueño de una fonda que se llena de famélicos bohemios que escuchan entusiasmados sus recitados de recetas en verso con tal de saciar su hambre. En el devenir de la historia, cumplirá otros papeles y hasta contará sus andanzas junto a Moliere, a quien siempre Cyrano culpó de plagio. La tragicomedia se despliega ágil, siempre con un refuerzo escenográfico de alto nivel.

La sala mayor del San Martín en un gran despliegue de Cyrano.

María Abadi en el papel de la heroína Roxanne se impone en escena con poderío femenino dando cuenta de que los clásicos siempre dejan mensajes actuales. Además, en esta versión refrescada, emergen algunas mujeres soldado manifestando que ‘si las mujeres fueran las que más lucharan, se ganarían más guerras’.

La música en vivo, en tanto, es sin dudas uno de los aspectos más destacados de la puesta, especialmente la potentísima percusión a contraluz que se desarrolla en paralelo al asedio de Arrás.

Herramientas nuevas como pantallas y luces ofician de extras para la escena, despertando otros sentidos. Un videoclip es la introducción a la escena final dando lugar a una escenografía tan pulcra como impactante.

De esta manera, la historia conocida sobre la vida del soldado gascón Cyrano de Bergerac vuelve a cobrar vida. Por ahora, hasta el 17 de diciembre con precios populares y accesibles pone foco en la honestidad, el coraje, amores y desamores, el valor de la belleza del alma por sobre la superficialidad y el deseo que nos iguala: ser amados por lo que realmente somos y busca despertar así sea un atisbo de ilusión artística, superadora,para crear nuevos ‘Cyranos’. 

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