Finalizó ayer en La Habana (Cuba) la reunión del G77+China,  que reúne a 134 naciones del denominado Sur Global, con la presencia de Argentina. El objetivo de esta organización es dar voz a los países en vías de desarrollo frente a las principales potencias económicas del hemisferio occidental.

El G-77 + China se estableció el 15 de junio de 1964. “Constituye hoy el principal grupo negociador en materia económica de las Naciones Unidas. Ha sido el responsable a lo largo de todos estos años de que en alguna medida las políticas del Norte industrializado, opulento y impositivo no se haya extendido en todo el mundo y haya existido una contención a todas esas prácticas”, afirmó el embajador Prada Quintero. El objetivo es por lo tanto, actuar de contrapeso a otras organizaciones económicas y políticas que engloban a las mayores potencias occidentales, como el reconocido G7.

Ayer el presidente Alberto Fernández mantuvo un encuentro bilateral con el presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en el marco de la cumbre.

El jefe de Estado argentino hizo énfasis en Cuba como socio comercial relevante en el Caribe y destacó el incremento en el comercio bilateral, sobre todo de parte de Argentina en las áreas alimenticia, tecnológica y de servicios profesionales para el sector agropecuario.

Además, los mandatarios consideraron importante avanzar en la implementación del Acuerdo Marco de Cooperación para el Desarrollo Agrícola, para incrementar la capacidad productiva y contribuir al desarrollo rural y del trabajo de productoras y productores en Cuba.

En su discurso del viernes, Fernández pidió “cambiar el sistema financiero que sigue operando con las mismas lógicas de siempre” y sostuvo que entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI) muestran posturas “ortodoxas”. 

“El bloqueo a Cuba se encuentra en un callejón sin salida”, según el embajador