El 80% de los casos corresponden a dislexia

Crecen las consultas en el Pediátrico por trastornos de aprendizaje

Neurólogos del Barreyro atienden unos quince pacientes semanales por este diagnóstico. Psicopedagogos apuntan a más inclusión educativa al evaluar
martes 12 de septiembre de 2023 | 6:06hs.
Crecen las consultas en el Pediátrico por trastornos de aprendizaje
Crecen las consultas en el Pediátrico por trastornos de aprendizaje

Las consultas más frecuentes en el Servicio de Neurología del Hospital Fernando Barreyro están relacionadas a los trastornos del aprendizaje. Se reciben al menos quince consultas semanales, mayormente por dislexia y le siguen la disgrafía y la discalculia.

En este sentido, la responsable del servicio, Natalia Artigas, contó a El Territorio lo que más preocupa a los familiares al llegar a una consulta de neuropediatría. “Buscan confirmar si el hijo tiene un problema neurológico o del neurodesarrollo y que a consecuencia, afecte su maduración o su calidad de vida escolar y social. Hace años no existían estos diagnósticos, por lo cual muchos padres lo presentaron y transcurrieron su vida escolar con estas dificultades”, sostuvo la especialista.

Asimismo explicó que la dislexia o trastorno del desarrollo del lenguaje es una condición de la comunicación que interfiere con el aprendizaje, la comprensión y el uso del lenguaje. Estas dificultades no se explican por otras afecciones como la pérdida de la audición o el autismo, ni por circunstancias atenuantes como la falta de exposición al lenguaje. Este trastorno puede afectar el habla, la capacidad para escuchar, la lectura y la escritura del niño. En mayor medida la franja etaria que es diagnosticada con dislexia, disgrafía o discalculia está entre los 3 y 7 años.

Las causas
En la misma línea la neuropediatra mencionó que no pueden prevenirse porque son trastornos del neurodesarrollo. “Parece que una serie de factores neurobiológicos, genéticos, epigenéticos y ambientales pueden ser los responsables de estos trastornos en los que se ve afectada la capacidad del cerebro para percibir o procesar información verbal o no verbal de forma eficaz y con exactitud. Los factores de riesgo adquiridos y ambientales, como el nacimiento prematuro o bajo peso al nacer, las infecciones congénitas y la situación de privación de estímulos, tienen mayor posibilidad de presentar estas dificultades”, detalló.

A su vez, Artigas hizo hincapié en la importancia de diagnosticar a tiempo para estimular estas áreas afectadas y lograr una mejor calidad de vida social o laboral en la adultez.

“Social y escolarmente se puede acompañar con adecuaciones curriculares y metodológicas, evaluando lo que el niño puede realizar y así evitamos su frustración. Acompañar como familia a las terapias que realiza y celebrar sus logros, no haciendo hincapié en sus debilidades sino en sus fortalezas”, agregó la especialista. Y cerró resaltando que lo más importante es saber que estos trastornos pueden ser tratados desde diversas terapias.

La dislexia se transformó actualmente en uno de los trastornos de aprendizaje más frecuentes que padecen los niños escolarizados. Tiene un carácter persistente y se da en chicos que no presentan ninguna limitación física, psíquica ni sociocultural. Su origen parece derivar de una alteración del neurodesarrollo.

En ese contexto, psicopedagogos apuntan a la falta de un proyecto educativo inclusivo que contemple estas condiciones y a la forma de evaluación.“La dislexia abarca el 80 por ciento de todo este grupo de constelaciones. Son alteraciones de base neurobiológica que afectan procesos cognitivos relacionados con el lenguaje, la lectura, la escritura y o también el cálculo matemático (discalculia). Todos tienen implicaciones en el contexto educativo porque es ahí donde se requieren habilidades, fortalezas y competencias para poder tener resultados y no fracasar académicamente”, expresó por su parte, la psicopedagoga y profesora en educación especial, Myriam Báez.

Evaluación
Desde su amplia trayectoria la profesional subrayó que hay un alto un alto porcentaje de estudiantes que presentan esta condición. “Están expuestos a recibir un mismo sistema de enseñanza que circula y que se dicta a todos los estudiantes y en este sentido ellos no están siendo comprendidos, no están siendo alojados. Hay adaptaciones curriculares que necesitan para que puedan cursar una cátedra de manera efectiva”.

De igual forma, habló sobre la importancia de que los educadores comprendan la condición del alumno para calificar acorde a sus reales posibilidades. Son dificultades inesperadas que no comprenden el aprendizaje, la lectura de forma fluida exacta y automática.

Ante una vida social que está absolutamente transversalizada por las letras y por los números, quienes tengan un trastorno ya sea dislexia, disgrafía o discalculia necesitan adaptarse permanentemente a todas esas exigencias.

“Ellos tienen una inteligencia promedio y a veces hasta superior, entonces no es que solamente leen mal o de manera poco fluida sino que muchos leen bien pero no comprenden lo que leen. La disortografía tiene que ver con dificultades para procesar información para el desarrollo de la ortografía”, dijo Báez.

De igual forma, indicó que estos chicos generalmente cometen muchos errores ortográficos que no lo hacen a propósito sino que la condición hace que ellos no puedan guardar esta información. En cuanto a las calificaciones suelen ser sujetos que reciben muy bajas calificaciones, muchas veces por debajo de lo que se espera para la aprobación.

“A veces por desconocimiento los docentes restan dos o tres puntos por ortografía o por caligrafía y esto la verdad que no es justo para quien tiene una condición. Hay entre un 10% y un 15% de los estudiantes de un salón que pueden tener algún trastorno”, finalizó.

“La dislexia puede bajar la autoestima en la escolaridad”

La dislexia no es una enfermedad, por ende no tiene cura ni tiene medicación. Es una condición que abarca el 80 por ciento de todos los trastornos de aprendizaje. Son alteraciones de base neurobiológica que afectan procesos cognitivos y que acompañan a las personas con el diagnóstico toda la vida.

“En el sistema educativo intentamos eliminar barreras para que puedan encontrar dentro y fuera un acompañamiento para que no baje la autoestima. El impacto más grande que notamos en muchos estudiantes es la baja autoestima cuando llegan a cursar con tantas barreras su escolaridad”, comentó la profesora de Educación Especial, Myriam Báez.

En este marco explicó que esto ocurre porque son niños que muchas veces son tildados de vagos. “Son los vagos, los inquietos, los que a la hora de la lectura o todo el tiempo están pidiendo para ir al baño, porque buscan alguna estrategia para poder desaparecer en los momentos donde la exigencia”.

En tal sentido, la especialista detalló que estos chicos tiene un alto nivel intelectual pero no encuentran resultados positivos en su escolaridad.

Ante eso, hizo hincapié en un diagnóstico temprano para recibir acompañamiento. Actualmente existe una ley que fue aprobada en el año 2017 y adherida en la provincia. Esta normativa contempla que la dislexia sea tratada en escuelas y que el Estado tiene que garantizar las trayectorias educativas de estudiantes con este tipo de condiciones.

El diagnóstico se obtiene a través de la mirada del docente y la intervención de psicopedagogos y fonoaudiólogos. Aunque hubo muchos cambios en cuanto a inclusión escolar, Báez expresó que aún falta mucho por trabajar y concientizar acerca de estas condiciones.

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