Informe de Domingo
Estudiantina: creatividad, intercambio y encuentro para estudiantes
Miraba como el alba pura; sonreía como una flor, reza el poema de Rubén Darío Canción de otoño en primavera. Reconocido por su frase más destacada de 'Juventud, divino tesoro', estos cantos de vida y esperanza siguen refiriendo a los valores genuinos y valiosos que se ponen de manifiesto en los primeros años de madurez, esos que se gestan en plena etapa formativa de la secundaria.
En ese trajín entre la niñez y la adultez hay un crecimiento exponencial y una energía única que parece arrollar todo. Y a esa potencia no todos la abrazan.
Ni bien comienza el sonido de los tambores que llaman a la reunión de los estudiantes posadeños, en particular, las quejas y prejuicios se exacerban en una sociedad hipócrita que brega por más libertad y desarrollo al tiempo que parece no querer emerger del cascarón.
Cada año los chicos salen a la calle nuevamente, se movilizan, se organizan, se encuentran en este ritual único de roles solidarios que los hace crecer enormemente en miles de aspectos psicológicos, sociológicos y humanos. La Estudiantina no sólo abre una veta artística de música, diseño, bailes y creatividad para los chicos, sino también en cuanto a organizar la dinámica de grandes grupos, seguir pautas de liderazgo y hasta herramientas económicas en plena inestabilidad inflacionaria.
Para los adultos parece ser siempre un incordio, algo que aturde, molesta, que es mejor tener lejos, en otro lugar. "Cada nuevo calendario viene con nuevas o viejas críticas y son los chicos los que deben cuidarla de las decisiones de la esfera adulta", marcó la antropóloga Ana María Gorosito Kramer recordando que a pesar de los embates la fiesta siempre se mantuvo en pie. "Salió a la calle aún en los años duros de la dictadura, los jóvenes y su fiesta se bancaron todas", agregó.
En tiempos de redes, inteligencia artificial, criticados también por apáticos, los jóvenes de hoy continúan defendiendo un espacio ganado, de más de 70 años.
"Nos olvidamos del celu un rato y nos dedicamos a compartir y disfrutar juntos", alegan los protagonistas de hoy que entienden en este espacio ellos toman las decisiones, plantan sus banderas con compromiso y aprenden sobre responsabilidad.
Con ese deber al hombro, ponen todo de sí para elevar la tradición de una fiesta que además de ganar adeptos año a año y significar un movimiento de miles de personas en la capital misionera, también por consiguiente, moviliza la economía y podría obviamente ser un despliegue que se potencie turísticamente como el show único que es, si hubiera decisión política y adultos comprometidos.
Disfrutar el ser estudiante
Más allá de la celebración posadeña, cada municipio misionero tiene distintas costumbres de potenciar la semana del estudiante con competencias, desfiles y otras actividades. En Oberá, Apóstoles y San Vicente hay desfile similar al posadeño, con carrozas, música y coreografías.
En Campo Grande, por ejemplo, hace unos años se desempeña una comisión dedicada especialmente a los jóvenes y realizan meriendas solidarias en los barrios con juegos para niños e interacción con los vecinos, que buscan potenciar, más allá del mes de septiembre. En Wanda, en tanto, el foco es deportivo y lúdico con competencias que van desde básquet y ajedrez hasta cuestiones más culturales y presentación de cortometrajes.
Por otro lado, la Estudiantina de Montecarlo va sumando cada año más jornadas y se extiende por varios meses. "Es uno de los períodos más representativos y simbólicos para nosotros. Celebramos ser estudiantes. Estudiantes que luchamos día a día por defender nuestros derechos. Nos hace más fuertes a nuevos desafíos, más unidos, más capaces de sentirnos libres al momento de salir al mundo con nuestras habilidades y, por supuesto, más felices", resaltó Nataly González, presidenta de la Asociación de Centros de Estudiantes de Montecarlo.
De igual modo, muchas localidades misioneras ya cuentan con asociaciones estudiantiles que buscan resignificar estos festejos, trabajar a la par con las áreas de juventud municipales y también con la Junta Provincial de Estudiantes Secundarios (Jupes) que se encolumna detrás de la organización de la Fiesta Provincial de los Estudiantes, principalmente, junto al Estado.
Cada septiembre abre una oportunidad. Una oportunidad de vivir con amigos, pares, una festividad que resalte los valores que los más chicos defienden. Una oportunidad de demostrar su valía, inventiva y capacidad, siempre con la alegría que caracteriza esta etapa tan efusiva. Ojalá los adultos puedan brillar en sintonía, aportar ideas, financiamiento y más, potenciando expresiones tan libres como valederas que se sostienen a fuerza de pasión.
Informe de domingo
Estudiantina, lugar seguro para encontrarse a la par
La fiesta de los valores, espacio de encuentro e intercambio colectivo
La Estudiantina fomenta el trabajo en equipo y la sana competencia
