Obesidad mórbida: actividad física y sus beneficios
Por Karla Telöcken. Nutricionista deportiva
La actividad física es una parte fundamental en el tratamiento de pacientes con obesidad mórbida. El objetivo principal de la actividad física en estos casos es ayudar a los pacientes a alcanzar y mantener un peso saludable, mejorar la condición física, reducir los factores de riesgo asociados con la obesidad y mejorar la calidad de vida en general.
Hay algunos aspectos importantes a considerar sobre la actividad física en pacientes con obesidad mórbida:
Consulta con el profesional adecuado: Antes de comenzar cualquier programa de actividad física, es esencial que los pacientes con obesidad mórbida consulten con su médico. El médico puede evaluar la salud general del paciente, identificar cualquier condición médica subyacente y derivarlo a un especialista en el tema, de manera que pueda proporcionarle un programa seguro y efectivo que se adapte a sus necesidades individuales, así como recomendaciones específicas basadas en su historial clínico, características y objetivos.
Beneficios para la salud: La actividad física regular puede ayudar a los pacientes con obesidad mórbida a perder peso, mejorar la resistencia cardiovascular, reducir la presión arterial, regular los niveles de azúcar en la sangre, aumentar la fuerza muscular y mejorar la movilidad en general. También puede tener un impacto positivo en la salud mental, ayudando a reducir el estrés y mejorar el bienestar emocional.
Tipos de actividad física: Los pacientes con obesidad mórbida pueden beneficiarse de una combinación de ejercicios aeróbicos y de fuerza.
Ejercicio aeróbico y de fuerza: Se recomienda combinar ejercicios aeróbicos, como caminar, nadar, andar en bicicleta o utilizar una máquina elíptica, para mejorar la resistencia cardiovascular, combinados con ejercicios de fuerza, como levantamiento de pesas o entrenamiento con bandas de resistencia, para fortalecer los músculos. Esta combinación ayuda a quemar calorías, mejorar la composición corporal y aumentar el metabolismo.
Gradualidad y progresión: Es importante comenzar con niveles de actividad física adecuados para la condición física actual del paciente y aumentar gradualmente la intensidad y duración a medida que se gana resistencia y fuerza.
Supervisión: La supervisión de un profesional de la salud es esencial durante la realización de la actividad física. Esto garantiza que los ejercicios se realicen correctamente, se eviten lesiones y se adapten a las necesidades individuales del paciente. Trabajar con un profesional de la salud, como un fisioterapeuta o un entrenador personal con experiencia en el manejo de pacientes con obesidad mórbida, puede ser beneficioso para establecer un plan de ejercicio adecuado y seguro.
Adherencia y motivación: Es importante establecer metas realistas y celebrar los logros alcanzados. También se pueden utilizar estrategias para mejorar la adherencia, como establecer horarios regulares de ejercicio, encontrar actividades que sean divertidas y variadas, y buscar el apoyo de familiares o amigos.
Consideraciones adicionales: Los pacientes con obesidad mórbida pueden enfrentar desafíos especiales durante la actividad física, como la movilidad limitada o la falta de comodidad al realizar ciertos movimientos. Es importante elegir actividades que sean seguras y cómodas, adaptándolas a las necesidades y preferencias individuales. Además, es crucial escuchar al cuerpo y descansar cuando sea necesario para evitar lesiones.
La actividad física regular, combinada con una alimentación saludable, puede ayudar a mejorar la salud general y el bienestar de los pacientes con obesidad mórbida. Es importante estar acompañado por un equipo interdisciplinario para que el paciente mejore su calidad de vida, se sienta contenido y logre sus objetivos.
