Republicanos y demócratas se acercan a un acuerdo

El presidente estadounidense Joe Biden y el líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se reunieron en la Casa Blanca ayer por la tarde en un momento crucial, cuando Washington trabaja para elaborar un presupuesto y aumentar el límite de endeudamiento de la nación a tiempo a fin de evitar un incumplimiento federal potencialmente caótico.

A eso del mediodía, McCarthy dijo a reporteros en el Capitolio que “se tendrán que tomar ciertas decisiones” ya que “faltan 10 días” para el plazo.

“Tenemos que gastar menos el año próximo de lo que gastamos este año”, dijo McCarthy, republicano por California, insistiendo en que el plan de los republicanos debe servir de “marco” para un acuerdo.“Me siento esperanzado”, aseguró.

Negociadores de la Casa Blanca se reunieron por tres horas con el equipo de McCarthy en el Capitolio previo a la reunión entre el presidente demócrata y el republicano que preside la cámara baja.

El encuentro resultó fundamental para evitar una inminente crisis de la deuda que podría darse tan pronto como la próxima semana. Los equipos concluyeron su reunión al mediodía, y no se preveían más conversaciones antes del encuentro en la Casa Blanca.

Después de un fin de semana de constantes conversaciones, ambos lucen optimistas mientras enfrentan el plazo del 1 de junio, cuando el gobierno podría quedarse sin efectivo para pagar sus cuentas. Ayer por la mañana, McCarthy mostró un tono más agudo y culpó a Biden de haberse negado a comprometerse antes con el gasto federal anual, un tema separado pero relacionado con la deuda de la nación.

“Lo que tenemos que hacer aquí es frenar la adicción al gasto”, dijo McCarthy a los reporteros

Los contornos de un acuerdo parecen estar muy cerca, y las negociaciones se han reducido a un tope presupuestario para el año 2024 que será clave para resolver el estancamiento.

Los republicanos han insistido en que el gasto del próximo año no puede ser superior a los niveles actuales de 2023, pero los demócratas se han negado a aceptar los recortes más marcados que propuso inicialmente el equipo de McCarthy.