Cómo debe ser la alimentación de niños que entrenan para jugar al fútbol profesional

Por: Lic. Karla Telöcken. Nutricionista Deportiva

Es importante que los niños lleven una alimentación variada y equilibrada que incluya una amplia variedad de alimentos durante el día para cubrir con sus requerimientos nutricionales, a su vez para garantizar un buen rendimiento físico y un adecuado crecimiento y desarrollo.

Introduciendo hábitos alimentarios saludables

La niñez y adolescencia son etapas donde se considera un excelente momento para generar buenos hábitos de alimentación, por lo que de acuerdo a recomendaciones de ingesta de alimentos de la OMS, el balance diario debería ser aproximadamente de la siguiente manera: carbohidratos: 50% o 60%, proteínas: 10% o 15%, grasas: 20% o 30%.

El plato siempre debe tener mucha variedad y colores, siendo una buena señal de estar introduciendo alimentos de todos los grupos.

Recomendaciones generales sobre la alimentación en el fútbol infantil:

Hidratación: los niños deben beber suficiente agua para mantenerse hidratados durante los entrenamientos y partidos. Se recomienda que beban agua antes, durante y después del ejercicio físico.

Carbohidratos: los carbohidratos son la principal fuente de energía para el cuerpo, por lo que es importante que los niños consuman suficientes carbohidratos antes de los partidos y entrenamientos para mantenerse con energía. Ejemplos de alimentos ricos en carbohidratos son los cereales, el pan integral, las frutas en general, las hortalizas, como papa, batata, choclo y la mandioca.

Proteínas: las proteínas son esenciales para la reparación y crecimiento muscular. Los niños deben consumir suficientes proteínas para ayudar en la recuperación muscular después del ejercicio físico. Ejemplos de alimentos ricos en proteínas son las carnes magras, los huevos y los lácteos.

Grasas saludables: las grasas son necesarias para la salud, pero es importante elegir grasas saludables como las que se encuentran en el aceite de oliva, el pescado y los frutos secos.

Vitaminas y minerales: estimulan el funcionamiento del sistema inmunitario, favorecen el crecimiento y el desarrollo normales y ayudan a las células y a los órganos a desempeñar sus respectivas funciones.

Llevando una buena alimentación no será necesario incluir en la dieta suplementos alimentarios, vitamínicos o de otro tipo.

Se recomienda disminuir el consumo o evitar alimentos procesados y ultraprocesados, ricos en grasas saturadas y azúcares añadidos, ya que éstos pueden afectar negativamente el rendimiento físico y la salud en general.

Es importante tener en cuenta que cada niño es diferente y puede tener necesidades nutricionales específicas. Por lo tanto, se recomienda realizar una consulta o asesoramiento con una nutricionista o médico especializado en deportes para obtener recomendaciones específicas para cada caso.