Absolvieron a la enfermera que mató a su cuñado para defender a su familia

El hecho ocurrió en octubre de 2019, cuando Carina Medina terminó con la vida de Adrián Quiroga, quien ejercía violencia de género y amenazó con asesinar a sus parientes.
miércoles 26 de octubre de 2022 | 10:07hs.

Este martes al mediodía, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 7 de Lomas de Zamora absolvió por unanimidad a Carina Rosana Medina, una enfermera de 41 años que mató a su cuñado para defender a su familia.

El dramático desenlace ocurrió el 23 de octubre de 2019. Ese día, mientras aún estaba en su lugar de trabajo, Carina recibió una serie de llamados donde la alertaban sobre la presencia de Adrián Quiroga, su cuñado, en su vivienda. Así, llegó al lugar y, tras una discusión, fue a buscar un arma para asustarlo, pero luego de un forcejeo con el sujeto la mujer terminó disparándole.

Ayer, mediante la plataforma Teams, los jueces Santiago Daniel Márquez, Elisa Beatriz López Moyano y Roberto Alfredo Conti leyeron la sentencia. Medina, en ese momento, se encontraba junto a su familia en el estudio jurídico de su abogada, Raquel Hermida Leyenda, quien tomó la defensa de la mujer cuatro días antes del debate oral que empezó el 29 de septiembre.

“La absolvieron unánimemente y la fundamentación fue el artículo 34 inciso 6 y 7, que incluye por primera vez en una sentencia con perspectiva de género la legítima defensa en relación a terceros. Esto significa que las mujeres no solamente se van a defender ellas mismas, sino también a su familia”, dijo la defensora a Diario Conurbano.

Asimismo, explicó que “lo que queda claro es la violencia que hubo contra Vanesa (hermana de Medina) y que luego se extendió a toda la familia”. Además, contó que “Carina no tenía en mente que la iban a absolver ni tampoco tenía pensado lo que era la legítima defensa porque nadie le habló de eso”.

La carta de Carina a la familia de su cuñado
“Necesito pedirle disculpas a la familia Quiroga, no fue mi intención disparar”, escribió Medina en una carta redactada a mano. En la misma contó todo lo que debió atravesar durante estos tres años. “Quiero agradecerle a mi familia, que padeció graves consecuencias. Mis hijos están mal, repitieron el colegio y van a terapia. A mi sobrina Selene, especialmente, que hasta tuvo que venir a declarar”, explicó.

En ese sentido, aclaró que “la violencia fue permanente” y que “ocupaba todos nuestros días”. “Fue muy duro. Desayunaba con pedidos de ayuda. Vivíamos amenazadas, encerradas”, lamentó.

La carta que escribió Carina Medina antes de la sentencia. (Foto: gentileza TN)

El juicio
La fiscal del juicio, Marcela Dimundo, imputó a Medina como autora de “homicidio agravado por el empleo de arma de fuego” de Adrián Nicolás Quiroga y pidió que se la condene a 13 años y dos meses de prisión. También planteó al tribunal que se le mantenga la prisión domiciliaria con monitoreo electrónico, situación en la que ya se encontraba la acusada.

La abogada defensora, por su parte, solicitó su absolución, ya que consideró que la mujer “se defendió a sí misma, a su madre, a su hermana, a su hija y a sus sobrinas”. Y de manera subsidiaria, requirió que se analice la “emoción violenta”.

Entre amenazas ella lo mató de un balazo
El dramático desenlace ocurrió el 23 de octubre de 2019. Ese día, mientras aún estaba en su lugar de trabajo, Carina recibió una serie de llamados y avisos por parte de sus familiares. En todos y cada uno de ellos le avisaban sobre la presencia de su cuñado, Adrián Quiroga, que aseguraba que “iba a matar a todos”.

Caso

Esa tarde de octubre, Quiroga había aparecido, como ya había hecho en otras oportunidades, en la puerta su casa, en la calle Timoteo Gordillo al 2600, en el barrio de Villa Rita en Lomas de Zamora, preguntando por su pareja y reclamándole dinero a Carina, unos 100 dólares que supuestamente faltaban de su casa.

En ese momento ella salió por la puerta armada con una una pistola Bersa 9 milímetros que era de su marido. “Agarré el arma para decirle que se vaya, para amenazarlo, realmente para amenazarlo”, contó. “Entonces cuando yo me acerco a él, me dice ‘¿Qué haces con un arma, pelotuda? Si yo las voy a matar a todas’”.

“Entonces él hace este movimiento, como ir para atrás y venirse encima mío. Eso es lo que recuerdo. Eso es lo que creí yo, que iba a sacar el arma”, explicó la enfermera ante el tribunal y la fiscal del caso, Marcela Dimundo. “Y en ese momento yo levanté el arma y disparé. Me quede como dura, no recuerdo qué es lo que pasó después”.

Quiroga recibió un tiro en el pecho y murió poco después en la UPA de Villa Fiorito. En la casa de Medina se incautó la pistola Bersa y otra Ballester Molina calibre 11.25. Carina fue detenida y pasó desde ese momento un año presa en el penal de Magdalena.

En la anteúltima audiencia del proceso oral en su contra, tres años después del crimen, Carina tuvo la oportunidad de pronunciar sus últimas palabras y leyó ante el tribunal su testimonio.

“Necesito pedirle disculpas a la familia Quiroga, no fue mi intención disparar. Quiero agradecerle a mi familia que padeció graves consecuencias, mis hijos que están mal tratando de asimilar todo con terapia y repitieron el colegio”, leyó ante el tribunal, en una carta a cuyo manuscrito accedió este medio. “Para toda mi familia fue difícil contar como si fuera una película nuestra vida, nuestro sufrimiento, nuestro miedo, y lo valoro mucho”, fueron algunas de sus palabras. 

En el proceso, que comenzó el martes 27 de septiembre, declararon un efectivo policial, una psicóloga de la Asesoría Pericial del Departamento Judicial de Lomas de Zamora que entrevistó a la enfermera y la hija de la víctima, que relató el ambiente de violencia familiar que había en su casa.

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