Un mismo corte cuesta hasta el doble según la carnicería
Fuerte disparidad en los precios y la calidad de la carne en misiones
La carne es uno de los productos que más se vio afectado por la inflación. Los números que viene informando el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) de forma mensual siguen marcando récords y la tendencia alcista sigue, sin vislumbrarse atisbos de freno al aumento de precios.
En carnicerías y supermercados, los cortes van sufriendo remarcaciones constantes y cada vez menos consumidores pueden acceder a comprar. Sin embargo, lo que más se nota es la disparidad de precios y cortes que hay, incluso dentro de las mismas localidades. Lo que en una carnicería se consigue a 600 pesos el kilo, en otra –ubicada a pocos metros – se puede encontrar por más de mil pesos, lo que depende no sólo de la calidad sino también de dónde proviene el producto. También hay gran diferencia entre lo que es la capital provincial y las comunas, donde algunos cortes se consiguen a mucho menor precio, mientras que otros son sobresalientemente más caros.
Es que, en paralelo, la producción ganadera también se lleva parte de esta situación, que sumada a la sequía que afectó de sobremanera este último año, complica a la industria productiva local. Según datos a los que pudo acceder El Territorio, durante el último año en Misiones se faenaron 27.693.000 kilos de carne (sin incluir a la empresa Cofra que es de tránsito federal). En tanto, desde el Ministerio del Agro se apuntó que están realizando un relevamiento más profundo que estaría listo en las próximas semanas.
No obstante, la mayor parte de la carne que se consume en Misiones ingresa desde otras provincias. De acuerdo a lo que consideró el productor y dirigente rural de Misiones, Adrián Luna Vázquez “de cada cuatro bifes que te comes, uno es de Misiones y tres vienen de afuera”.
Y agregó que las provincias de origen son “Santa Fe y Entre Ríos para lo que es carne enfriada, mientras que de Corrientes vienen los animales para faena”.
Este es uno de los factores clave de una disparidad de precios que se puede apreciar y muchas veces no sólo confunde, sino que desmotiva la compra de los consumidores misioneros.
Consumo en baja y precios en alza
Negocios que venden carne vacuna analizaron que en las últimas semanas se observó una nueva recaída del consumo de carne vacuna en la capital misionera. En parte, se analizó que la merma se debió a la llegada de la Semana Santa, celebración que históricamente hace cambiar el consumo del alimento por otros como pollo, pescado, harina de maíz, almidón entre otros. Pero también se reconoció que en los últimos meses el impacto de la inflación se siente a la hora de elegir los cortes y los kilos a llevar por los consumidores.
“En las últimas semanas el consumo está estable pero viene cayendo hace mucho tiempo, ya en realidad en los últimos años por efecto de la inflación”, comentó José Caspari, propietario del supermercado Nuevo Horizonte por López y Planes casi Las Heras.
Explicó que actualmente lo que más sale es la molida, porque es una carne que sirve para hacer diferentes tipos de comida. Otro corte que se vende mucho es el puchero que siempre nos falta, la gente a veces hace cola para llevarlo porque es lo más económico. Por otra parte, los cortes que menos se venden son los más caros como el lomito o las pulpas”, detalló a El Territorio.
Diferenció que en su caso trabajan con una alta calidad de carne que traen de Entre Ríos. “La carne que trabajamos es novillo liviano, es una carne premium, es difícil comparar con otra carne porque es más cara. Hay otras carnicerías que trabajan con novillo pesado y tienen cortes más baratos, pero no es lo mismo”, explicó.
El empresario también recordó en referencia al consumo actual que “los domingos de Pascuas, es el domingo que históricamente menos carne vendemos. Ya en la semana la gente está comprando más pollo, pescados, harina de maíz, almidón, se preparan otras comidas. En cambio el domingo con mayor ventas es el Día de la Madre en octubre”, distinguió. Desde el Autoservicio Don Alejo, en Francisco de Haro 3325, se analizó en tanto que el consumo habitual del negocio son los cortes premium, tanto para parrilla como pulpas en general. “Lo que más nos piden son cortes de primera como asado o pulpas. Después también se estuvo llevando más cerdo y pollo”, comentó Martín Dávalos desde el local.
Apuntó al igual que otros comercios que en las últimas semanas se observó una merma de pedidos. “Se notó mucho la baja en el consumo, hace casi dos semanas mermaron los pedidos. Ahora esperamos que las compras vuelvan el sábado y domingo que son días donde habitualmente llegan más compradores de carne”, explicó.
Finalmente desde el comercio se apuntó que de lunes a miércoles tienen un descuento especial del 20% para clientes que paguen en efectivo. Desde la carnicería El Corral por calle Luis Pérez casí Tambor de Tacuarí ayer se comentó de una nueva suba del alimento. “Hoy volvió a subir y tuvimos que cambiar los precios. El consumo está mal justamente por como fueron subiendo los precios”, comentó Matías Betancourt desde el negocio.
Apuntó como ejemplo que “ en lo que ofrecemos apuntamos a tener cortes económicos, la costilla está a 700 pesos, la pulpa a 950, la paleta a 610 y la falda a 590”, ejemplificó. En otras carnicerías se observó en tanto una diferenciación de precios y categorías de carne. Así algunas muestran grandes carteles con los precios de carne en oferta que normalmente es de la categoría vaca. Y en general también se exhiben ofertas llevando cortes por dos o tres kilos.
Un dato que destacan algunos negocios de barrio es que tienen una mayor variedad de cortes que no siempre está ofrecido en los supermercados. Así además de variantes se ofrecen cortes por kilo o importe preciso para los clientes.
Muchas diferencias
En Posadas, los distintos negocios muestran diferencias sustanciales de precios. La costilla se puede encontrar desde $679 a $1.608, dependiendo el lugar, la procedencia del animal y la calidad, entre otras variantes.
Asimismo, la pulpa se consigue desde los $859, $1.100 hasta $1.750 el kilo (en forma de bifes cortados por kilo). En cuanto a la paleta, hay desde $699 hasta rondar los mil pesos. Y con la falda ocurre algo similar, se pueden ver ofertas desde $449 hasta llegar a casi $1.100.
De la misma manera ocurre en Oberá, donde los cortes varían según el local y los precios, dependiendo la calidad del animal. Estas diferencias se ven inclusive en negocios que se encuentran a pocos metros de distancia entre sí. Por solo nombrar algunos precios, en una carnicería del barrio Villa Cristian se puede encontrar el kilo de costilla a $600, mientras que a unas cuadras de diferencia el mismo corte está $1.200. La diferencia, indican, es la calidad del alimento. Asimismo, la costilla de novillo congelada en un supermercado minorista de la localidad está $566,50, aunque también se ofrece una variedad de costilla de novillo “especial”a $1.431,70 y la costilla de vaca a $684,95.
Otro de los cortes requeridos es la pulpa, que en las carnicerías del barrio se encuentran a $600 y en el supermercado a $678. En tanto, la falda, se puede comprar a $700 en el barrio, mientras que en el súper se hallan dos variedades: de vaca a $562 y de novillito a $773.
Por estas razones, los consumidores prefieren recorrer y buscar una buena relación entre precio y calidad. Algunos ya tienen sus carnicerías de referencia, mientras que otros van cambiando de acuerdo a la compra en cuestión. Aunque todos coinciden en que las diferencias son abismales y que los incrementos no dejan de sucederse de forma constante y alarmante.
Baja en el consumo
En marzo pasado, el consumo de carne vacuna se ubicó en 47,7 kilos por habitante por año, lo que marca una caída interanual de 2,7% (-1,3 kg/hab/año), que se eleva al 12% cuando se contrasta con 2019. Según un relevamiento del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), los precios tuvieron alzas significativas, del (+8,2%), en marzo de 2022, con respecto a febrero,lo que explicaría esta disminución en el consumo.
El último pico de consumo de carne vacuna se registró en 2009 cuando los argentinos comían alrededor de 70,3 kilos por habitante
por año, 13 años después el consumo cayó 22,6 kilos por habitante por año. Además, se registra una mayor oferta de carnes alternativas, a precios más convenientes, como el cerdo y el pollo que fueron ganando terreno en las mesas.
Subas y ventas en San Pedro
En los últimos meses, la carne está entre los productos afectados por el incremento de precios.
El municipio de San Pedro no queda ajeno a esta realidad e incluso resulta más caro el producto que en otras ciudades debido a la cuestión logística y de distancias.
No obstante, como se trata de un producto dentro de la canasta básica, las familias deben ajustar otros gastos para adquirir este alimento, optando por cortes económicos como el denominado “corte único”. Mediante un relevamiento realizado por este medio en algunas carnicerías de la localidad, los propietarios coincidieron en la continuidad de las ventas, pese al incremento en los precios por kilogramo.
“Cambia el precio, pero se sigue vendiendo normalmente, la clientela en mi caso se mantiene, por tratarse un alimento básico, compran igual”, indicó el propietario de Los Gurises. Entre las carnicerías consultadas, el precio de la costilla varía desde $700,
$850, $900 y hasta $1.200, dependiendo la procedencia y si es de novillo o de vaca, la primera opción esta entre los cortes más caros. La pulpa se consigue desde $900. En cuanto a los cortes más económicos prevalece el corte único, con un valor de $700 y la aguja se consigue a $850. 
