La víctima puede recurrir a estos espacios identificados con un logo

Hay 324 comercios en Posadas contra el acoso callejero

Cerca del 50% se encuentra en el centro de la ciudad. Aseguran que ello no implica que haya un aumento de la violencia sino de la conciencia de la población
sábado 16 de abril de 2022 | 1:00hs.
Hay 324 comercios en Posadas contra el acoso callejero
Hay 324 comercios en Posadas contra el acoso callejero

Hace varios años surgió el programa Espacio Amigo-Lugar Seguro, primero en Posadas, por iniciativa de la comuna, y, luego, el Ministerio de Desarrollo Social de la provincia lo tomó para aplicarlo en otras localidades. Consiste en que una víctima de acoso callejero pueda resguardarse en un negocio -identificado con el logo del proyecto-, donde el comerciante la asiste hasta que lleguen las autoridades pertinentes.

En este sentido, ya se cuenta con 324 de estos espacios en Posadas y de forma semanal se van incluyendo más, sobre todo en los barrios, teniendo en cuenta que el 50% de los locales adheridos está en el centro de la ciudad, según los datos aportados por la Municipalidad local.

El número no responde al incremento de la violencia sino a que cada vez se toma más consciencia, dijo César Quirós, director de Equidad de Género y encargado del citado programa, en la comuna.

Agregó en conversación con El Territorio que se visita a los comerciantes que desean adherirse y se lo capacitan.

“Tratamos de ir haciendo de a poco porque vamos charlando con los comerciantes y comentándoles de qué se trata todo esto, porque uno de los objetivos es concientizar sobre el acoso callejero”, contó y añadió que se les hace saber sobre el tema y cómo se va a trabajar con ellos.

Sobre la aplicación para teléfonos celulares, llamada Zona Segura Posadas, dijo que “ahí hay un mapa de la ciudad con los distintos puntos. No sabría decir el número exacto, pero el 50% de los locales adheridos están en el centro. Después, tenemos distribuidos en los distintos barrios de la ciudad”.

Sin embargo, admitió que “no en todos los barrios se encuentran lugares así, pero hay en sitios como Miguel Lanús, Villa Cabello, Itaembé”, que sirven de redes de contención para estos casos.

Cómo se actúa
El funcionario precisó que “la idea es que la persona que está sufriendo este tipo de acoso se pueda refugiar en alguno de esos locales. Si bien podrían hacerlo en cualquiera, en estos puntos los comerciantes ya están al tanto de toda la situación, de cómo proceder en estos casos”, indicó.

Es así que la víctima “ingresa allí, el comerciante le da una contención, le ofrece un asiento, un vaso de agua, le insta a que se quede tranquila y, eventualmente, si la persona (el agresor) no se retira o sigue merodeando la zona, están los teléfonos de contacto”, informó y señaló que uno de ellos es la Línea 137.

“Si el caso supera lo que es la subida de tono y es un hostigamiento constante, y si el acosador sigue ahí, se puede llamar al 911 y la Policía tiene que actuar”, recalcó Quirós.

“Hemos hablado con muchos comerciantes a medida que se van adhiriendo y ellos nos cuentan que se dan estas situaciones. O que quizá ya actuaron en otra oportunidad dándole una ayuda a alguna vecina”, expresó.

También mencionó que “todavía cuesta, por cuestiones fácticas, que la Policía llegue al lugar y encuentre a los acosadores”.

Esto pasa porque, generalmente, la persona violenta “una vez que ve que puede llegar a tener una implicancia legal, huye del lugar”.

Por este motivo, agregó: “Es complejo el tema del registro, pero sí sabemos que todavía hay muchos casos de acoso y que es necesario cada vez más tener la red de contención, contar con lugares para proteger a las personas, pero también que la gente se concientice de que esto es una forma de violencia”.

“Lo que se percibe es que la gente es más consciente de las implicancias de determinadas cuestiones que antes eran naturalizadas, el piropo subido de tono y formas de hostigamiento”, describió.

Insistió en que “la sociedad se está dando cuenta, por eso nosotros seguimos adhiriendo y seguimos avanzando en este programa que está establecido por ordenanza y sirve para profundizar este proceso de concientización, de conocimiento de los vecinos”.

Remarcó que esto “no quiere decir que necesariamente crece la cantidad de acoso callejero, yo creo que al contrario. Pero sí sirve para seguir avanzando y para seguir disminuyendo aún más los casos que existen”.

El programa nació en Posadas en 2018 y se provincializó tres años después, en 2021.

 

En qué consiste la problemática

Desde el programa se indica que el acoso callejero es “todo gesto o acción impuesta por un extraño en espacios públicos y que no cuenta con el consentimiento de quien la padece”. Tal es el caso de los silbidos indeseados, pedidos persistentes del nombre, número de teléfono o destino de una persona.

Para contactarse con los locales adheridos es posible descargar la aplicación Zona Segura Posadas o consultar la web www.ciudadsegura.posadas.gov.ar.

‘Avisame que llegaste bien’. Opinión por Pamela Wimer, psicóloga

El espacio vino a mostrar con mucha pericia, a abrir huella cual gota de agua en una piedra en una sociedad que tiene el hábito de invisibilizar, el nivel de gravedad que reviste el acoso callejero y la triste realidad de que tanto mujeres como poblaciones disidentes en la vía pública como en innumerables espacios estamos en peligro estructural, por no ser varones simplemente. Será por eso tal vez que la adherencia a estos espacios más allá que no se blanquee en el discurso tanto varones como mujeres empatizan automáticamente con la propuesta, casi sin vacilar … es la violencia de la cual no se habla pero si se percibe se siente, se ve, la tenemos hecha carne en ese " avísame que llegaste bien ", como si fuera la línea de llegada de una maratón de obstáculos, dónde ojalá lleguemos a un hogar donde estemos seguras.
Vivir con miedo ya pareciera una costumbre, tan internalizada que no la logramos percibir si no es con un esfuerzo de conciencia, cruzar la calle ante una potencial amenaza, evitar ciertos lugares, cuidar la vestimenta, vivir en estado de alerta porque la amenaza está, y basta con sentarse en un grupo de amigas para notar que todas hemos sido violentadas más veces de lo que recordamos … como si se jalara un hilo infinito de recuerdos ominosos que confirman que ser mujer o población disidente en esta población molesta y eso nos pone en peligro una y otra vez.
Nunca fue sencillo ser mujer en esta sociedad, podemos pensar si hoy es más fácil o difícil y discutirlo hasta el hartazgo; la realidad es que la apertura de nuevos derechos conlleva nuevos desafíos y la necesidad de repensarnos y deconstruirnos continuamente, mutar en función a generaciones más libres sanas y con goce de equidad. Romper una y otra vez aquel techo de cristal también invisibilizado y naturalizar espacios. Es ese el desafío, repensar y repensarnos como profesionales con perspectiva de género ya que tenemos el privilegio de vivir en una etapa única de cambios meteóricos luego de siglos de letargo y es nuestro deber estar a la altura de las circunstancias para dar respuestas acordes.

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