En Río Negro, tres policías irán a juicio por haber baleado a un joven misionero en un operativo irregular

Los agentes enfrentarán una imputación por lesiones gravísimas agravadas por su condición de funcionarios públicos. Franco Cabrera (24), oriundo de Santa Ana, fue herido de un disparo en la cabeza en agosto de 2020, pero sobrevivió y regresó a Misiones, donde trata de recuperarse de las secuelas neurológicas.
miércoles 16 de marzo de 2022 | 13:06hs.
En Río Negro, tres policías irán a juicio por haber baleado a un joven misionero en un operativo irregular
En Río Negro, tres policías irán a juicio por haber baleado a un joven misionero en un operativo irregular

Después de poco más de un año y medio de sucedido el ataque, finalmente se concretó la audiencia de formulación de cargos en contra de un grupo de policías de la ciudad de Cipolletti (provincia de Río Negro) involucrados en un procedimiento irregular en el barrio Costa Norte, donde Franco Cabrera (24), oriundo de Misiones, fue herido con un disparo en la cabeza.

De acuerdo con fuentes judiciales, en los últimos días se avanzó en la acusación formal a tres uniformados en tanto que solamente uno quedó desafectado de la causa penal que lleva adelante el Ministerio Público Fiscal de aquella ciudad, informaron medios rionegrinos.

El hecho que generó la apertura de una investigación a los integrantes de la fuerza ocurrió en plena pandemia, el 9 de agosto de 2020 y cuando había controles permanentes debido a las restricciones de circulación en determinados horarios.

Ese día, en las cercanías del acceso al barrio Costa Norte, tuvo lugar una supuesta persecución de dos sospechosos en moto y un posterior operativo, donde se solicitaba con urgencia la presencia de una ambulancia debido a que un joven años se encontraba herido de bala en la cabeza. Era Cabrera.

Más allá de que los responsables de la Policía informaron en un primer momento sobre una persecución y cruce de disparos, los interrogantes sobre lo realmente sucedido empezaron a acumularse y la fiscalía resolvió pedir el auxilio de los integrantes del Escuadrón Comahue de Gendarmería Nacional para resguardar el sitio donde cayó herido el misionero baleado.

La víctima, en tanto, fue internada en el hospital Pedro Moguillansky y permaneció en estado delicado durante varias semanas hasta que los esfuerzos del equipo médico lograron la evolución favorable de su salud y se resolvió derivarlo al hospital de Allen, donde completó su recuperación.

En esa instancia, los investigadores pudieron tener un primer contacto y anticiparle que su declaración sería fundamental para conocer cómo fue baleado. Con un sistema no muy distinto a la Cámara Gesell, el joven brindó varias precisiones y se confirmó que en realidad fue víctima de gatillo fácil y que los efectivos habían mentido sobre la secuencia para no ser acusados.

Los policías investigados, que cumplían funciones en la Comisaría Cuarta y el Cuerpo de Seguridad Vial de Cipolletti, en ningún momento estuvieron presos y solo se dispuso la separación de la fuerza de forma preventiva, se informó.

Tras la reciente formulación de cargos a tres de los involucrados, la causa se encamina al control de acusación, previo al juicio definitivo. Los agentes enfrentarán una imputación por lesiones gravísimas agravadas por su condición de funcionarios públicos.

En cuanto a las pruebas, la fiscalía cuenta con el testimonio de la víctima y los informes encargados a distintos laboratorios forenses. Como el hecho ocurrió en un horario nocturno, en zona de chacras, no se pudo contar con testigos presenciales del hecho.

En busca de un futuro mejor

El joven que sobrevivió al disparo en la cabeza es oriundo de la localidad de Santa Ana y había llegado a la provincia de Santa Cruz con fines laborales, en busca de un futuro mejor.

Si bien los primeros diagnósticos señalaban que tenía muerte cerebral e incluso las autoridades estuvieron a punto de realizar una operación de ablación de órganos, se recuperó de manera milagrosa aunque todavía tiene dificultades para hablar y movilizarse. "Él tenía 10% de sobrevida, así que esto es un milagro, en una semana despertó", había dicho en su momento su hermano, Lisando Cabrera (Foto).

Por esta razón es que a la hora de ser entrevistado por los responsables de la investigación, se tuvo que recurrir a un sistema no muy distinto al utilizado con los menores y que se denomina Cámara Gesell. Entre otras precisiones, el misionero indicó que el día del hecho se encontraba solo.

Bastante más recuperado, Cabrera regresó a esta provincia en noviembre de 2020 y desde entonces sigue avanzando con su rehabilitación en la localidad de Santa Ana.

"Mi hermano quedó con secuelas. El disparo le afectó como si fuera un ACV. El impacto fue de un lado y medio cuerpo contrario al disparo quedó paralizado. De ahí él se fue recuperando. Hoy en día se vale por sí mismo, está practicando leer y escribir. Es como volver a empezar todo, pero está trabajando mucho en eso y nosotros lo alentamos todos los días", había contado su hermana, Myriam Cabrera, en diálogo con El Territorio.

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