Cosa de mujeres

Creo que una de las cosas más sobresalientes de este nuevo siglo es el despertar de las mujeres. Este despertar que trae importantes cambios, aunque el más sobresaliente es el cambio de conciencia en relación a cómo nos percibe la sociedad. Este tema se está instalando paulatinamente en las mesas chicas de los entes gubernamentales y empresariales. Hasta pareciera que hablar de las mujeres es un acto políticamente correcto.

La relación de la mujer y su rol en los ámbitos empresariales  y económicos ha mejorado bastante en estas últimas décadas. Hemos disminuido algunas brechas, como por ejemplo la salarial, y estamos rompiendo estructuras y techos de cristal, pero aún falta.

El papel de la mujer en la política se va deconstruyendo con la incorporación de más mujeres en ámbitos gubernamentales, en algunos casos a fuerza de ley de cupo.

Los gobiernos, organismos internacionales y multilaterales están tomando seriamente el tema del género: han cuantificado como mejorarían las economías del mundo con la mayor participación de las mujeres en la economía y en la producción.

La sociedad toda registró y tomó conciencia de los estereotipos y mandatos culturales que aún pesan sobre los roles preasignados a los hombres y mujeres, se está trabajando fuertemente en esto, las nuevas generaciones son prueba cabal de que estos cambios vinieron para quedarse.

¿Qué nos falta? Falta que muchas empresas y gobiernos cambien sus políticas. Falta que el estado adopte medidas concretas. Falta que este tema no solamente sea visualizado desde el discurso. Falta que entre todos tomemos conciencia que el tema de la igualdad entre hombres y mujeres es un asunto que nos concierne a la sociedad en su conjunto, y no es solamente cosa de mujeres.

Hay mucho para hacer y mucho para entender. Desde la fase preventiva, todos tenemos algo que hacer en este sentido.

Delia Flores