La falta de peones hace peligrar la cosecha de cítricos

miércoles 21 de octubre de 2020 | 5:00hs.

Las naranjas ya están pintonas y no hay manos que las bajen. La situación preocupa y angustia a los productores citrícolas de la provincia que verán disminuir sus ingresos por no llegar a realizar los envíos a tiempo.

Según se explicó a El Territorio, el problema se repite año tras año. Y ocurre porque los peones rurales disponibles no quieren ser registrados en la actividad formal de un trabajo, ya que así perderían la asignación de planes sociales.

Ante ello, varios productores se limitan a realizar las tareas con los pocos colaboradores que pueden conseguir. Y lamentan los retrasos causados por la burocracia estatal. La situación con los empleos es similar en varias actividades rurales y ocurre, según se remarcó, en todas las provincias.

“No conseguimos gente que se quiera inscribir en blanco. Necesitamos 10 o 15 cosecheros para la zafra de naranjas y no hay. Estamos trabajando con menos gente”, contó ayer Ricardo Ranger, productor citrícola de Eldorado en diálogo con El Territorio.

Ante la realidad, el productor enfatizó su pedido de que “el Estado tendría que permitir que los peones trabajen y no cortarles el plan social. Que no sea un condicionante trabajar”. Y se apuntó que la situación es insólita porque hay mano de obra disponible.

“Debería haber tareferos que podrían hacer estos trabajos, porque la cosecha de yerba ya terminó. Pero por el temor de perder el subsidio de interzafra, no quieren registrarse”, se detalló.

Ranger explicó que en la actualidad un cosechero de cítricos gana por día de trabajo unos 1.700 pesos. Y son ingresos en blanco, pero aún así no logran anotar personal que les ayude en su cosecha.

“Si no cosechás a tiempo, cuando la fruta está madura, esa fruta se pierde. Si no conseguís la gente la producción se pasa y ya no sirve”, lamentó.

Diferenció en tanto que actualmente tendrían buena demanda por su producto, pero no pueden llegar con los tiempos. “Ahora hay demanda de naranjas, pero y no hay mano de obra. No se pueden satisfacer pedidos. Es angustiante, hace pensar si vale la pena seguir en la actividad”, lamentó.

El productor recordó por otro lado que la situación con los cosecheros es una limitante a nivel nacional. “Esto pasa en todas las provincias, yo hablo con otros productores de Tucumán o Corrientes y están en la misma. No hay gente para trabajar. Y es por esto de los planes”, señaló.

Enfatizó en tanto que no es una cuestión de un gobierno en particular. “Esto viene desde hace muchos años, es un problema que lo podría solucionar la Nación. No estamos en contra de que la gente tenga un plan y que mejore sus ingresos. Lo que pedimos es que no sea condicionante el poder aceptar un trabajo en blanco”.

Ranger comentó que tras años de enfrentar el problema en varias  otras actividades rurales “están desesperados por mecanizar sus producciones, así se terminan los problemas. En nuestro caso no podemos mecanizar, la citricultura necesita sí o sí de la mano del cosechador”, recordó.

Facilitar el empleo rural
Desde el sector yerbatero, Sergio Delapierre directivo del sector de secaderos acotó que el problema persiste desde hace varios años en la producción rural.

 “El productor necesita siempre algunos trabajos como carpidas o arreglos en su chacra por pocos días que son complejos para inscribir a cada empleado. Pero además los propios peones no quieren inscribirse por miedo a perder el plan social que les fue asignado”, comentó. Delapierre recordó en tanto que en 2019 presentó a la legislatura misionera un proyecto para facilitar la contratación de personal temporal rural.

Se trata de la inscripción a través de una aplicación móvil, de los datos del trabajador, para que la Anses no corte los beneficios sociales. También permitiría al empleador bajar los costos de contratación de nuevos empleados.

Cosechadores con sueldos de $60.000
La provincia de Mendoza lanzó esta semana un plan para formar trabajadores rurales de cara a la próxima vendimia (cosecha de uva).

El proyecto se fundamenta en que este año, a causa de la pandemia, no se contará con el aporte de trabajadores golondrínas que año tras año se desplazaban hasta cuyo a realizar las actividades de cosecha. Por esto el gobierno mendocino apunta a formar desocupados locales, a los cuales la industría vitivinícola les pagaría sueldos que según resaltaron varios medios, superarían los 60.000 pesos.

El programa se denomina Reinventa y está especialmente dirigido a personas desocupadas. Para las tareas de cosecha se prevé incluso una capacitación intensiva para acceder a un puesto.

Hasta ayer el programa ya registraba unos 3.000 inscriptos.

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