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A cuatro años de la sentencia, el caso Silvia Andrea continúa en el STJ

lunes 20 de mayo de 2019 | 6:00hs.
Ríos, también condenado pero libre.
Ríos, también condenado pero libre.
Cristian Valdez

Por Cristian Valdezfojacero@elterritorio.com.ar

Tras un extenso debate oral que ocupó prácticamente todo el mes de noviembre de 2014, finalmente el 5 de diciembre de ese año Hugo Dante “Willy” Ríos (34) y Marciano Benítez (54) fueron encontrados culpables y condenados por el Tribunal Penal Uno de Oberá a la pena de 18 años de cárcel de cumplimiento efectivo y prisión perpetua -respectivamente- por el rapto, violación y asesinato de la estudiante de 15 años Silvia Andrea González, perpetrado a mediados de octubre del año 2001 en la localidad de Campo Viera.
Cuatro años, cuatro meses y 18 días después de ese dictamen judicial, las apelaciones de ambas condenas como de las absoluciones de cuatro policías -por el beneficio de la duda- permanecen bajo análisis de los ministros del Superior Tribunal de Justicia (STJ), que hasta ahora no ratificaron ni revocaron el fallo.
Mientras tanto, el menor de los condenados, hijo del intendente de esa localidad, sigue en libertad tras haber estado apenas dos semanas en prisión tras la sentencia porque el mismo triunvirato de jueces que lo condenó le concedió la excarcelación extraordinaria, lo que significa que recién cuando el fallo quede firme -y de avalar la decisión del Tribunal-, Ríos iría preso junto a su consorte de causa, que no fue beneficiado con la misma medida, por lo que desde entonces está alojado en la Unidad Penal II.
Desde el principio la libertad de Ríos estuvo sujeta a una serie de restricciones, como tener que presentarse mensualmente en la comisaría local para ratificar el arraigo con su firma, no salir del país e incluso evitar tener contacto con la familia de la víctima, que hasta ahora sigue esperando una resolución de la Corte misionera.

Años de entramado judicial
Como se explicitó, el homicidio de la estudiante fue perpetrado en 2001. Llevó 14 años para que la causa se eleve a juicio y se dicte sentencia y hasta ahora, más de cuatro para que el STJ confirme o revoque el fallo del los jueces obereños Pablo Rivero, Ivonne Heppner y Demetrio Cuenca.
En detalle, Marciano Benítez fue condenado a prisión perpetua por “privación ilegítima de libertad, acceso carnal abusivo calificado y homicidio calificado”, y con respecto a Willy Ríos, los magistrados lo consideraron penalmente responsable de la “privación ilegítima de la libertad y acceso carnal abusivo calificado”, siendo absuelto por el beneficio de la duda del delito de homicidio. Lo condenaron a 18 años de prisión.
En el caso de Benítez, completó hace algunos meses doce años preso, lo que será tenido en cuenta al evaluarse los primeros beneficios de libertad condicional. Es el único que cumple en prisión, ya que Ríos llegó a debate en libertad y en función de las apelaciones, hasta que la sentencia quede firme, seguirá en esa condición.
Por el lado de Fabiana Cantero (amiga de la víctima y sindicada entregadora), la consideraron como partícipe necesaria en la “privación ilegítima de la libertad” y fue sentenciada a tres años de prisión, aunque la pena se dio por cumplida con el tiempo que purgó previo a la sentencia.
En cuanto a los cuatro uniformados, el ex comisario Miguel Silvera y el oficial ayudante Cristian Orlando Morel, fueron absueltos por el beneficio de la duda de los delitos de “incumplimiento de los deberes de funcionario público y encubrimiento agravado”. El mismo veredicto alcanzó al ex policía Ramón Alejo Zaya y al suboficial Jesús Rubén González.
No solamente el abogado de Ríos apeló la sentencia, sino que la misma actitud tuvo la defensora particular de Benítez e incluso la fiscal Estela Salguero, quien tomó el mismo camino en disconformidad con la absolución de los miembros de la fuerza pública.
Previo al debate, Ríos había estado cinco años privado de su libertad como imputado en el caso y su continuidad en esa condición dependerá de la opinión que expidan sobre la sentencia desde el STJ.
La adolescente Silvia Andrea González desapareció el 11 de octubre del 2001 en Campo Viera, donde residía.
Según se estableció, ese día salió de la escuela y fue hasta una radio, donde participaba de un concurso para ser la imagen del disco compacto de una banda de la zona.
Abandonó la FM con unos conocidos y nunca volvió a su casa. El desenlace final fue descubierto el 18 de octubre, cuando su cuerpo sin vida fue encontrado en inmediaciones de un camino vecinal de Campo Viera.
Durante el juicio, varios testigos aseguraron haber visto a Silvia Andrea junto a los tres condenados y la defensa de Ríos no pudo demostrar que el día de la desaparición de la víctima, el muchacho asistió a su trabajo y al colegio.