La ceramista misionera por excelencia será homenajeada

María Sawczuck de Horrisberger, dice que su verdadero nombre es su apodo: “Maña”. La alta calidad de sus trabajos en arcilla son reconocidos dentro y fuera de la provincia.
miércoles 02 de diciembre de 2009 | 0:00hs.
María Sawczuck de Horrisberger, cuenta que su verdadero nombre es su apodo, porque todos la llaman atinando a tomar una palabra de cuatro letras: Maña.
Nació en Los Helechos y culminó sus estudios en el Bachillerato con Orientación Artística de esa localidad, dedicado, en parte a la enseñanza de adultos. Ella, con sus cuatro hijos, terminó la secundaria y allí abrazó para siempre la profesión para la que nació, ser ceramista, cristalizar su imaginario en arcilla, el bachillerato le dio el modelado final a una pasión que traía desde chica. Y se convirtió en muy poco tiempo en una de las más importantes de toda la provincia, representando a la provincia en varias ocasiones. Sus obras fueron expuestas en diferentes exposiciones colectivas e individuales, en el museo Juan Yaparí, 1° Salón de Artes y Artesanías del Inmigrante, VII Feria Provincial de Artesanías, en la VI Mostra da Arte Missioneira, y algunas de las piezas, que son únicas y maravillosas, fueron seleccionadas para el Premio Unesco de Artesanías 2001 para América Latina y el Caribe.
Pero además, Maña descubrió que el barro ñau le podía brindar buena materia prima, recorrió y recorrió y orillas del arroyo Mártires, antes que la deshumanidad de Yacyretá desaloje a los oleros ribereños, éstos le proveyeron el barro que ella fue mezclando con otros materiales y de a poco fue convirtiendo el barro en oro, un bien muy preciado que insumían jarrones, sus ánforas, sus ángeles para motivos navideños. Creó un estilo muy particular con sus relieves y figuras que se meten en sus jarrones.
Con semejantes logros ya era hora que recibiera un homenaje. Y este llegará mañana, cuando se inaugure en el Centro Cultural Cidade la muestra anual de artesanías navideñas, de pesebres y motivos para Navidad. Sacará a relucir la luz que lleva dentro e iluminará la sala Kowalski, para recibir el reconocimiento que dice que es una “maestra ceramista” con todas las de la ley. Estará rodeada por el amor de sus colegas, que se sumarán a la exposición con gran variedad de materiales: barro, tacuara, isypó y distintas especies vegetales.
“Pienso que en cada trabajo y dedicación, el reconocimento es importante, es incentivar, avalar y movilizar nuevas energías para seguir; más en mi caso que estoy sufriendo una pérdida muy importante en mi vida”, refiere Maña sobre la partida de su compañero, que le ha provocado un dolor inmenso, pero que va superando de a poco.
“Mi inclinación a la cerámica, mucho se debe a que desde chica viví en la chacra en contacto con la naturaleza y la tierra. Me encanta todo el arte, para mí lo que podemos hacer con las manos es arte, me gusta bordar, tejer, pintar, hasta crear en la cocina” detalló sobre sus grandes pasiones, la de sentir hábil con sus prodigiosas manos.
“Mi mayor referente fue la profesora y destacada artista Nina Kislo, con la cual cursé plástica en el Bachillerato Polivalente de Arte de Oberá. Otra figura importante es el profesor Chitti, editor de muchos libros de cerámica de los cuales sigo nutriéndome. Ella (Nina Kislo) me decía tenés que seguir, tu  oficio es éste, me considero autodidacta” explica sobre sus principales influencias, antes de narrar su experiencia en la capital de Misiones.

Barro Ñaú
Antes de mudarse nuevamente a Oberá, durante mucho tiempo tuvo un local en Posadas, en avenida Lavalle (frente a Vitacar) trabajó muchos años allí, desarrolló talleres para niños y adultos, tuvo muchas satisfacciones con sus trabajos. “Hice muchísimas fuentes, pesebres, ángeles, vasijas, etcétera. Muchísimos hogares han adquirido mis piezas”, señaló. En el frente ,un cartel rezaba “Barro ñaú”. Y llegó el momento de contar su técnica.
“No trabajo con el barro ñaú solamente, sino que he hecho mezclas con arcillas adquiridas en Buenos Aires, trabajé con arcillas de Paraguay y de la Facultad de Bellas Artes de Oberá. Me iba hasta Villa Cabello donde estaban los ladrilleros, de ahí me proveía, siempre hay que mezclarlos, según las temperaturas, sino es muy blando. Cuando los ladrilleros fueron corridos de ahí, no lo hice más”.
“Reflejo en mi cerámica latemática de la región, aborigen, flora y fauna misionera, trabajos de inmigrantes- mezclas de cultura europea y americana. Gusta mucho las expresiones religiosas, ángeles, pesebres, vírgenes, fauna y flora misionera. Hay toda una mezcla de culturas en mí, me críe en la naturaleza y tengo cultura europea, soy descendiente de ucranianos” finalizó. Ahora, se prepara para el tributo en el Cidade.