La gratitud eterna a Sixto y Emilia

domingo 09 de febrero de 2020 | 5:00hs.
La gratitud eterna a Sixto y Emilia
La gratitud eterna a Sixto y Emilia
María Elena Hipólito

Por María Elena Hipólito sociedad@elterritorio.com.ar

 Silvana (33) y Sebastián Fariña (29) se convirtieron en los hijos de Sixto Fariña y Emilia Ester Cantero. No tienen la misma sangre entre ellos ni la de sus padres, pero afirman con seguridad que “más padres son los que crían y no los que te conciben”.
Gratitud es lo que sienten ambos hacia sus padres adoptivos, a los que evocan con una sonrisa cada vez que los nombran.
“Desde chicos ellos nos prepararon y nos contaron quiénes eran nuestros padres biológicos. Nos contaron en el momento justo y después nos mandaron al psicólogo por las dudas. Siento que siempre supe porque ellos lo hicieron muy bien”, cuenta Silvana, a lo que Sebastián agrega con gracia: “Primero le contaron a ella y yo de hermano chusma me metí en la conversación, entonces ya nos contaron a los dos”.
Hoy que ya son adultos entienden que los lazos familiares no son sólo por sangre sino que se dan por elección y también con el alma. Silvana no tiene relación con sus padres biológicos, pero sí con dos hermanas con las que sigue compartiendo momentos. 
En el caso de Sebastián, su madre lo parió a los 14 años y lo dejó en el hospital. 
“Trabajaba en una casa de familia. Me dio en adopción en el hospital, dijo que no podía tener hijos porque si su familia se enteraba, de eso la iban a matar, iba a tener muchos problemas”, relata el joven que entiende, que su madre era apenas una adolescente cuando lo dio a luz.
Silvana es mamá de dos niños, una niña y pronto tendrá al tercer varón. Como madre sabe de la responsabilidad y del derecho de los menores de conocer de dónde vienen. Por eso son constantes las charlas que tiene con ellos contándoles su propia historia de vida.
“Mi mamá no podía tener hijos y ellos saben de esto y lo asimilan bien. Les digo que tienen que agradecer que tienen una mamá y un papá, que hay chicos que están en hogares y no tienen esa bendición”, cuenta en diálogo con El Territorio.
Sebastián, por su parte, no puede contener las lágrimas al momento de hablar de Sixto y Emilia, la gratitud y el amor tienen tal magnitud que la emoción le permite sólo decir: “Me saco el sombrero con ellos dos”.
“Les agradecemos mucho por todo, porque los dos estuvieron siempre para nosotros y siguen estando ahora en cada momento”, cierra Silvana.