La cascada, el nuevo punto de encuentro en la costanera posadeña

Desde el pasado fin de semana quedó habilitado el nuevo espacio público ubicado en tramo sur de la costanera de la ciudad de Posadas y desde hoy el municipio dispondrá de un puesto fijo de control de tránsito, debido a la gran cantidad de personas que se concentraron en los últimos días, debido al veranillo reinante desde hace una semana.

El espacio público está ubicado a metros del Hospital Ramón Madariaga, con acceso por la avenida Marconi o desde Trincheras de San José y es uno de los lugares recuperados ya que por décadas fue un enorme baldío tras dejar de funcionar la ex cantera de la firma Enríquez.

De acuerdo a lo informado por la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), el proyecto ya terminado contempla un total de 26 mil metros cuadrados (algo más de dos hectáreas y media) de superficie, en donde se ubica la denominada plaza seca, un lugar ideal para la realización de eventos culturales para miles de espectadores, rodeada de imponentes paredones de piedra de más de 10 metros de altura y con vista al río Paraná.

Precisamente el enorme paredón de piedras, que dejó el propio funcionamiento de la ex cantera, sirvió para la concreción de una cascada artificial de 15 metros de altura por 6 de ancho y que funciona todos los días de 6 a 9, de 11 a 13 y 17 a 24.

Y precisamente, en el último turno, tanto el sábado como el domingo que pasaron, fue en donde la presencia masiva de personas desbordó el sector.

La atracción principal es el caudal que tiene la cascada, un total de 400 litros por segundo, impulsada por bombas eléctricas que hacen reutilizar el agua y tiene horarios de funcionamiento en forma automática. De noche, además, es iluminado por 32 reflectores colocados en la base de la cascada.

En esta base, se encuentra un lago artificial de mil metros cuadrados y un volumen de 500.000 litros de agua que abastece a la cascada.

La plaza cuenta con un escenario de 200 metros cuadrados, además de depósito y sanitarios completos para uso público.

En el sector superior se construyó un mirador con una superficie de 3.000 metros cuadrados, con las correspondientes barandas de seguridad, al nivel de la avenida Marconi, desde donde se aprecia una vista sin igual de la plaza y del río Paraná.

Las advertencias de varias personas sobre lo que sucedió el fin de semana tenía relación directa con el peligroso cruce de los peatones en la avenida costanera (cruzaban prácticamente entre los autos), por lo que los conductores debieron hacer maniobras para esquivarlos.