Gabriel Michi reflexionó sobre el periodismo de investigación

El periodista Gabriel Michi presentó su libro Cabezas, Un periodista. Un Crimen. Un país  en el marco de la sexta edición de la Feria Regional del Libro de Montecarlo, donde brindó un breve relato de lo que significó hacer  periodismo de investigación 21 años atrás y cómo se desarrolla en la actualidad.
“El crimen de José Luis Cabezas fue un caso que repercutió en todo el país y marcó un antes y después en el periodismo en Argentina. El crimen fue sin dudas el peor ataque a la libertad de expresión desde que volvió la democracia y creo que la respuesta de los medios y  la sociedad fue acorde a la gravedad del hecho. Por eso creo que a 21 años del aún sigue en la memoria”, argumento el periodista.
Al iniciar un seguimiento a uno de los empresarios más poderosos del país, José Luis y Gabriel nunca pensaron que ponían en riesgo sus vidas y por cosas del destino no terminaron siendo dos los asesinados. Igualmente, por largo tiempo Michi recibió amenazas telefónicas, balas en la puerta de su casa e innumerables persecuciones.
“Hacer la investigación del asesinato de José Luis fue un gran desafío, por un lado se mezclaba lo humano, porque era mi amigo, mi compañero, mi hermano, y por otro, buscar la verdad, a los culpables del crimen”, destacó.
Para Michi, en el transcurso de estas dos décadas, el periodismo de investigación sufrió cambios importantes y muy marcados: “El cambio tecnológico cambió mucho la lógica del periodismo, nosotros  lo hacíamos de manera artesanal, que era caminando las calles, con entrevistas, guardias y demás, ahora internet cambió un poco la lógica. Creo que no pasaba en ese momento, hoy por hoy el periodismo de investigación está como condicionado por la agenda del medio donde se trabaja y esta famosa grieta que se dio en la Argentina contaminó un poco”.
Por otra parte, el periodista diferenció las mafias anteriores con las actuales.“Hoy no existe un grupo de las dimensiones de accionares mafiosos como (Alfredo) Yabrán, sí existen bandas criminales vinculadas al narcotráfico, trata de personas, incluso excede las fronteras, quizás no hay una mafia tan grande como la de Yabrán, sino micromafias que tienen otra lógica que hay que saber interpretar”, cerró.