España y su geografía fantástica

domingo 17 de marzo de 2019 | 10:00hs.
España y su  geografía fantástica
España y su geografía fantástica
Probablemente a muchos les pasará que lo primero que se le viene a la mente al escuchar hablar de España son sus monumentos históricos. Posee una impresionante variedad cultural, heredada de los diversos pueblos que habitaron allí alguna vez: íberos, griegos, fenicios, vascones, cartagineses, romanos y sucesivas oleadas invasoras durante la Edad Media. Todas ellas contribuyeron a formar lo que hoy es España, aunque sin duda la invasión musulmana, alrededor del 711, fue la que dejó la huella más perdurable. Pero no estamos aquí para hablar de historia y aunque el pasado de este país europeo sea muy atrapante, lo que nos detiene es su geografía.
España es el cuarto país más grande de Europa y ocupa el 84 por ciento de la Península Ibérica con unas impresionantes costas que se extienden a lo largo del Mediterráneo y el Atlántico. A este número se le agrega el de  7.905 kilómetros de costa bañada por el mar Mediterráneo y el océano Atlántico: un litoral que en cada zona geográfica cuenta con sus propias condiciones geológicas y climáticas. Por eso es imposible caer en la monotonía cuando se habla de las mejores playas de España.

La cala de Cataluña
A sólo cuatro kilómetros del encantador municipio de Tossa de Mar, en la provincia de Girona, se encuentra la cala Pola. Es representativa de los paisajes del litoral en la Costa Brava, enclave turístico reconocido por el valor y la belleza de sus calas salvajes. Se caracteriza por una arena gruesa y dorada y aguas cristalinas y calmas por lo que es un lugar ideal para pasar un día de playa en familia. El paisaje del entorno es de una belleza espectacular.

Carolina, la más bella
Playa Carolina forma parte del paraje conocido como Cuatro Calas, en el límite de la región junto a la provincia de Almería. La que está considerada una de las mejores playas de Murcia es un rincón virgen del Mediterráneo. Su paisaje está protegido dentro de la Red Natura 2000 debido a su importancia en cuanto a biodiversidad.

Playa de Oyambre, Cantabria
Entre los municipios de Comillas y San Vicente de la Barquera y junto al Parque Natural de Oyambre se encuentra la hermosa playa de Oyambre. Dos kilómetros de playa con arena blanca y un campo de dunas bellísimo para disfrutar de los paisajes marineros de Cantabria. Además, en invierno, con las marejadas, se convierte en unas de las mejores playas para el surf del cantábrico.

Juego de tronos
La playa de Itzurun es una de las mejores playas del País Vasco y no lo es sólo porque se haya convertido en escenario para la serie Juego de Tronos. Esta playa de arena dorada y no muy extensa  (apenas 250 metros) de la localidad guipuzcoana de Zumaia merece también atención por sus impresionantes acantilados de gran valor geológico.

Playa de Papagayo, Islas Canarias
Resguardadas de los vientos del nordeste, al sur de Lanzarote, se extienden las playas de Punta Papagayo, de arena dorada y aguas tranquilas. Están enclavadas en el parque Natural de Los Ajaches. Desde el enclave turístico de Punta Blanca se puede llegar hasta ellas tanto a pie como en bicicleta.

Aiguablava, hermosa cala
Un entorno de acantilados, vegetación de pinares y aguas turquesa y cristalinas convierten a esta cala en un paisaje paradisíaco. No obstante, es la calidad del agua la que le otorga nombre: Cala “aiguablava” significa “agua azul”, en catalán. Sólo tiene 100 metros de longitud, pero esta cala es una de las más famosas de Cataluña y, sin duda, merece estar entre las mejores playas de España. 
La costa del Mediterráneo que baña la provincia de Alicante, en el sureste de España posee un nombre turístico particular: la Costa Blanca. Está constituida por 244 kilómetros de playas, calas y acantilados y Benidorm es su capital turística.
Su estratégica ubicación, resguardada entre montañas y orientada al sur, le confiere un microclima con altas temperaturas todo el año.
Benidorm es un lugar único, un maravilloso entorno natural protege la ciudad y sus modernos rascacielos. Asombran sus vistas que se descubren desde cualquier rincón.
Sus espaciosas playas de arena fina y dorada, están entre las mejores de Europa. Destacan en plena ciudad la Playa de Levante, animada a toda hora y la más conocida por los turistas y la playa de Poniente, acogedora y tranquila. 
Las playas, internacionalmente reconocidas por su belleza y calidad de servicios, se suman al pequeño puerto que las separa y proporciona una amplia variedad de actividades náuticas.
El antiguo castillo, ahora Balcón del Mediterráneo, ofrece una imponente panorámica de Benidorm.
Sin duda, lo más característico que dibuja el perfil de esta ciudad son sus rascacielos.  Como ejemplo, la ciudad presume orgullosa de ofrecer el hotel más alto de Europa, cuyas vistas desde la terraza son imperdibles.
La ciudad reúne una variada oferta turísticas, que incluye música en vivo, animados bares y restaurantes, parques temáticos y acuáticos, playas y sol.
Playa de Levante: Su larga y dorada bahía de arena es visitada casi todo el año por miles de turistas que buscan un día cómodo en el mar.
Situada justo al norte del centro de la ciudad y de fácil acceso, la playa puede estar abarrotada desde la madrugada, por ello es el lugar perfecto para quienes les gusta alargar sus días de playa al máximo. Gracias a su forma y posición geográfica, el sol baña su litoral durante todo el día, lo que ofrece muchas horas de sol para los que llegan tarde a la playa y para los fanáticos del bronceado.
El agua es clara, poco profunda y relativamente abrigada, lo que la hace perfecta para familias con niños. Esta playa cuenta con todos los servicios: duchas, alquiler de tumbonas, acceso para personas con movilidad reducida, servicio de rescate, zonas de juegos infantiles y alquiler de material náutico.
Playa de Poniente: Playa de Poniente es la playa más grande de Benidorm, son 3000 metros de orilla de arena blanca, que en algunos tramos alcanza más de 100 metros de ancho. Situada justo al sur del centro, ondea con orgullo la Bandera Azul (galardón que otorga anualmente desde 1987 la Fundación Europea de Educación Ambiental a las playas y puertos que cumplen una serie de condiciones ambientales e instalaciones). Además, suele estar menos concurrida que la Playa de Levante, el otro gran tramo de la localidad y suele ser la favorita de los lugareños.
Playa de Poniente ofrece todo tipo de servicios: alquiler de sombrillas y tumbonas (activo once meses al año), acceso para personas con movilidad reducida, duchas y aseos gratuitos, parques infantiles, socorristas e incluso una biblioteca pública, situada directamente en la playa.
Cala Almadrava: Sorprendentemente, Benidorm no sólo ofrece largas y animadas playas de arena, sino también calas aisladas y tranquilas. Subiendo hacia la cima de la Punta de la Llisera (una montaña rocosa que ofrece una vista impresionante de la ciudad y del mar), se llega a una parte más tranquila de la costa, situada al pie del Parque Natural de Sierra Gelada.
Aquí se encuentra Cala Almadrava, una pequeña cala situada a pocos metros de calles y edificios, pero capaz de trasladar al viajero a una sensación de desierto y aislamiento. Para acceder a la playa hay que caminar por un estrecho pasadizo de hormigón y la entrada del sendero puede estar algo escondida. Estacionar en los alrededores de la playa puede ser complicado, por lo que es buena idea llegar en colectivo o a pie.
La playa, con su mezcla de arena fina y rocas, está abierta tanto a los bañistas tradicionales como a los naturistas. Tiene sólo cien metros de largo y de diez a quince metros de ancho; los servicios son escasos, con sólo un guardia de seguridad activo durante los meses de verano, así que hay llevar todo lo que se pueda llegar a necesitar. El agua es increíblemente clara, y el fondo marino está lleno de vida e interesantes formaciones rocosas.