¿Querés recibir nuestras alertas de noticias? Entrá y enterate como recibirlas

El peluquero de la gente

miércoles 26 de diciembre de 2018 | 5:00hs.
El peluquero de la gente
El peluquero de la gente
Todo el mundo quiere verse bien para las fiestas, así sean pequeños detalles como lustrar los zapatos, una prenda de vestir nueva o todo lo que haga a la imagen personal: cabello, uñas, maquillaje. Es así que, cada Navidad, Arlindo Breke aporta su granito de arena en San Javier.

De profesión peluquero, el brasileño que vive en Misiones hace más de 20 años no repara en impedimento alguno para embellecer a quien se lo pida. En esa línea es que se ofrece todos los años a cortar el pelo a cualquier detenido de la comisaría local de manera gratuita.

“Si me llaman, yo voy”, dijo marcando su buena predisposición en toda época del año. Además también contó que le corta el pelo, a domicilio, a muchos ancianos que están enfermos, que no pueden caminar y que necesitan de su servicio.

“Yo no me canso, no hay lo que no hago. Todas las veces que me llamen, no tengo hora, no tengo problema”, lanzó en diálogo con Radioactiva. “Cuando no tiene plata, yo corto igual”, refirió, al tiempo que informó que tampoco varió mucho el precio del corte, que cuesta 80 pesos.

Actualmente residente del barrio Santa Clara y con su peluquería cerca de la aduana local,  el brasileño se confiesa mestizo, ya que “por el lado de mi abuela son todos argentinos, de Misiones;  mi abuelo está enterrado acá en el cementerio de San Javier”, sumó sobre su herencia de frontera.

Al mismo tiempo, se mostró feliz de vivir en La Dulce y volvió a insistir que, a la hora de cortar el pelo, no hace discriminación: “Le corto a todos. Yo vengo de una familia humilde, pobre y fui criado de esa forma, de respetar a todas las personas” manifestó.

Finalmente, en pleno auge de buenos deseos en estas festividades, Arlindo reveló: “Yo quiero que la gente se quiera más y, si hay forma de ayudar, que ayude, que no escatime esfuerzos para ayudar a los más carentes para que todo el mundo sea igual al otro”. Y agregó: “Amarse, porque donde existe el amor, existe alegría en el corazón”.