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El misionero que quiere arruinarle la fiesta a Colón

miércoles 06 de noviembre de 2019 | 2:00hs.
El misionero que quiere arruinarle  la fiesta a Colón
El misionero que quiere arruinarle la fiesta a Colón
La clave para Richard Schunke siempre fue la paciencia. Supo esperar su momento en Almagro hasta asentarse en la B Metropolitana; cuando se quedó con el pase en su poder y entrenaba en soledad en su 25 de Mayo natal, sabía que algo iba a llegar: y recibió la propuesta de Gabriel Schurrer para ir al fútbol de Ecuador. Pasaron tres años y su crecimiento fue tan rápido que del Deportivo Cuenca se fue a Independiente del Valle y hoy, con este último equipo, cuenta las horas a la espera de la final de este sábado en Asunción de la Copa Sudamericana, de la que será protagonista.

Enfrente estará Colón de Santa Fe y si bien la mayoría del mundillo criollo apuesta por el Sabalero, por estos pagos harán fuerza por el elenco ecuatoriano. Una muestra de ello es que habrá una ‘banda’ del pueblo natal del defensor misionero para alentarlo en la capital paraguaya. ¿Y cómo vive este momento el protagonista? “Estoy tranquilo, tratando de descansar, y sacar la mente de la final un poco”, aseguró con la voz pausada en diálogo con el Más en Radio por Radioactiva.

Sabe que esta semana es de puesta a punto, para trabajar la cabeza. Es consciente de cómo el equipo se consolidó y cosechó elogios, tras eliminar -por ejemplo- a Independiente de Avellaneda y a Corinthians. “Hay mucha expectativa acá y la gente lo hace saber. Se nota, se prepara con tranquilidad. Lo hablás con amigos o familiares y de una sale el tema de la final, después a la noche pensás un poco. Pero estamos en tierra, no se ha conseguido nada todavía”, explicó.
“En lo personal prefiero que haya mucha gente, es lindo jugar con público, como en Brasil o ante Independiente (de Avellaneda). Sentir esa sensación no te la quita nadie. Puede jugar a favor o en contra, pero una vez que se entra a la cancha lo de afuera no importa y te metés en el partido”, arengó, en referencia a que Colón tendría casi 25.000 hinchas para el duelo decisivo en contraposición con los 2.000 que alentarían a su equipo.

Sabe que jugar en la altura los benefició pero en el llano ante “Independiente hicimos un buen partido, contra Corinthians también. (La final) va a ser un partido parejo, es la primera vez que va a ser una final única y es emocionante”. Destacó a los delanteros rivales Luis “Pulga” Rodríguez y Wilson Morelo, porque a pesar de que “no corren tanto, se mueven muy bien. Es un equipo agresivo”, definió. “A mi parecer habrá que estar atentos al contragolpe, a no perder pelotas en el medio, la clave es no jugar tanto por el medio y estar atentos a los dos delanteros”, analizó.

Sabe que esta final será una vidriera, porque estos partidos “trascienden, después de la Libertadores es la segunda más importante, pero hay que seguir trabajando y el tiempo dirá y si hay alguna posibilidad del fútbol argentino sería lindo”.

Valoró el cambio de juego de su equipo cuando tomó el mando el técnico español Ismael Rescalvo y la continuidad de la idea con Miguel Ramírez -también ibérico-, quien de coordinador pasó a DT principal. “Somos un equipo de posesión de pelota y eso es nuevo acá, cambió la mentalidad nuestra y está dando sus frutos”, sintetizó el misionero.

La definición está a la vuelta de la esquina. ¿Si hay ansiedad? Lo normal, aunque Richard no pierde el equilibrio. Se refugia en la Biblia, afianza su idilio con el mate y larga una confesión: “Cuando era chico no pensaba en jugar una final, sí en equipos importantes. Tengo la posibilidad de jugarla y es algo lindo y único. Esperemos darle una alegría a mi familia y a los misioneros”.