El drama de dos jóvenes madres presas del flagelo

domingo 23 de junio de 2019 | 6:00hs.
La Diócesis de Oberá ya cuenta con más de 400 historias clínicas por el drama de las adicciones.
La Diócesis de Oberá ya cuenta con más de 400 historias clínicas por el drama de las adicciones.
Daniel Villamea

Por Daniel VillameaCorresponsalía Oberá

Funcionarios, policías y jueces conocen sus antecedentes, sus historias de vida y sus pesares. Cecilia (21) tiene tres hijos y Griselda (22) dos, pero ninguna los cría y los chicos están a cargo de familiares. Cecilia y Griselda se drogan desde pequeñas, nunca tuvieron tratamiento y hace mucho que tocaron fondo.
Las dos ya salieron en los diarios por hechos delictivos, por violencia y marginalidad extrema. Oportunamente las autoridades comprometieron acciones para ayudarlas, pero la adicción pudo más y la asistencia, si es que llegó, no sirvió de mucho.
En su edición del pasado 12 de febrero, El Territorio publicó detalles de la historia de Cecilia y alertó del peligro que significaba, tal el temor de sus propios allegados.
“Se droga desde los 12 años y la familia nunca pudo con ella ni se trató. Toma pastillas con alcohol y cocaína. Dice que no quiere a los hijos, pero siempre busca una excusa para volver y molestar”, comentó Raquel, la prima de Cecilia que cría a dos de sus pequeños.
Tras la publicación del caso, la Justicia y el municipio anticiparon acciones para proteger a los niños y la madre, pero pasaron los meses y la situación empeoró.
En mayo, la joven fue detenida en el marco de la investigación por el homicidio de Cristian Antúnez (31), en Villa Blanquita.
También Griselda fue noticia, en septiembre del año pasado, cuando se viralizaron imágenes de la agresión de su concubino hacia ella.
“No, ella no se va ir. Acá nos vamos a morir”, gritaba el sujeto, machete en mano, mientras la agredía con golpes de puño y patadas.
El video fue grabado por un familiar del hombre como último recurso para alertar a las autoridades, ya que la violencia persiste desde hace años y temen lo peor. Hoy Griselda se halla en situación de calle.

Tragedia anunciada
A mediados de febrero, Cecilia se cruzó con una vecina en Villa Stemberg y le entregó su beba de 4 meses, la más chiquita de sus tres hijos.
“La llevaba a la beba y vi que estaba bastante mal, entonces le pregunté dónde iba, que si quería yo le cuidaba la criatura, y me la dio como si nada. ‘Más tarde vuelvo’, me dijo, pero no volvió”, comentó M.
Como la joven no regresó, a las 48 horas la vecina se contactó con la madre de Cecilia, quien le manifestó que no podía hacerse cargo de la beba. “Ella ya cría a la segunda hija de Cecilia, de 2 años y medio”, argumentó. Años de adicción, calle y promiscuidad hicieron estragos en el cuerpo y la mente de la joven.
Al respecto, su prima Raquel -que junto a su esposo crían al hijo mayor y a la hija menor de Cecilia- comentó que el nene nació con sífilis, enfermedad que lograron revertir con un intenso tratamiento.
A pesar de las alertas, la joven siguió a la deriva y el 9 de mayo pasado protagonizó un hecho que le costó la vida a Cristian Antúnez, ultimado de una puñalada.
Desde entonces, Cecilia permanece detenida, al igual que quien sería el autor material del homicidio, identificado como Juan Armando A. (33).
Según los investigadores, los acusados se presentaron en el domicilio de la víctima y le reclamaron un celular que compró por 500 pesos. También trascendió que los tres eran amigos y se reunían para consumir drogas, pero esa noche se desconocieron y la velada terminó en tragedia.

El caso de Griselda
En las imágenes que se viralizaron en septiembre pasado se observa que el agresor está armado con un machete y nadie interviene.
En principio se ve cómo la víctima se defiende con una tacuara, pero poco puede hacer ante la locura desatada del hombre, que la golpea y le estira de los cabellos.
En un momento ambos caen sobre una pila de ladrillos y cuando se reincorporan, el sujeto la golpea en el rostro con el puño cerrado. De fondo alguien ruega que pare, que deje a la mujer, ante lo cual el sujeto grita: “Andate adentro de la casa… ¿Quién me lava la ropa? Andá a lavarme la ropa”.
Los hechos se registraron en el barrio Sisten Vick, donde en el mismo terreno residen varios familiares de la ex pareja de Griselda, quienes precisaron que la primera denuncia por violencia familiar data del 2011.
Natalia, cuñada del sujeto, mencionó que grabó el video “como un último recurso para mostrar el infierno que vivíamos. La realidad es que son dos enfermos, son drogadictos y si siguen así se van a matar o van a lastimar a alguien”. Los implicados tienen dos hijas pequeñas que son criadas por familiares, la mayor vive con la abuela paterna y la menor con una tía materna, en el mismo barrio.
Sobre la joven, comentaron que desde temprana edad es víctima de las adicciones y se crío en la calle. “Ella es del barrio, son muchos hermanos y la madre nunca se interesó demasiado. Ni siquiera tiene DNI. Hace unos años yo le acompañé para hacer los trámites, conseguimos un certificado presuntivo pero después se venció y no se hizo más”, indicó su ex suegra.
Lamentó que el cuadro de Griselda se agravó y actualmente se halla en situación de calle.


Pastoral en Oberá

El consultorio de la Pastoral de Adicciones dependiente de la Diócesis de Oberá atiende un promedio de 60 personas por semana en sólo dos días habilitados para la consulta.
Según habían explicado, cuando hicieron la presentación de las estadísticas, la edad de los pacientes va desde los 8 hasta los 67 años y, en dos años de atención, el consultorio ya dispone de 405 historias clínicas.
En el trabajo que realizan desde la Diócesis de Oberá también se contempla la asistencia a los familiares de adictos. De manera que las atenciones ascienden a 4.000.