2021-06-19

De nieblas, ficción y malezas varias

Una densa niebla cubre un pequeño pueblo del estado de Maine y de su interior surgen unos monstruosos seres que matan y devoran, en La niebla, novela de Stephen King adaptada al cine por Frank Darabont, con un estremecedor final que mejora al del libro (incluso con ese vacío que genera en el alma). Lejos del nordeste estadounidense, en el mismo cuadrante de Argentina, un habitante de Picada Propaganda, en Aristóbulo del Valle, encara el trajín cotidiano, motoguadaña en mano, para dar cuenta de las malezas que se esconden tras la niebla del cuasi invernal otoño misionero. Sabe el laborioso hombre que no debe temer a seres de ficción, sino cuidarse de los terrenales seres humanos. Por eso, un perro es una buena compañía.

Te puede interesar