Venta callejera: plata extra o trabajo a tiempo completo

lunes 25 de marzo de 2019 | 5:00hs.
Los vendedores se ubican en las esquinas más concurridas de Posadas.
Los vendedores se ubican en las esquinas más concurridas de Posadas.
Salir a la calle para pelear contra la crisis es una alternativa que gana terreno. La venta ambulante es lo único que tienen algunas personas -cada vez más- para solventar los gastos que demanda la cotidianidad, entre los que se puede mencionar el pago de alquiler, alimentación y vestimenta. También, en otros casos, incluye la medicación para el tratamiento de alguna enfermedad crónica.

Según lo relevado por El Territorio, para alcanzar el objetivo económico trazado, los vendedores ambulantes destinan entre cinco y nueve horas de trabajo cada día, lo cual varía según el rubro.

En las últimas semanas, desde la Dirección de Inspección y Servicios de la Municipalidad de Posadas comentaron que los vendedores ambulantes piden un permiso para trabajar en otras partes de la ciudad, a la par de los sitios donde solicitaron la autorización inicialmente. Se hace evidente el fenómeno de la rotación.

La posibilidad no sólo pasa por el rubro específico de trabajo por el que opta el vendedor, sino en acaparar otros espacios que, en muchos casos, traspasan los límites del mismo barrio de origen.

Si bien reconocen que el rubro de los alimentos es uno de los que más ingresos genera, el abanico de posibilidades se extiende a la venta de otros productos, como por ejemplo, de artesanías o de accesorios.

En el último año incrementó la cantidad de vendedores ambulantes en la ciudad capital que, hasta el momento, representa un 30 por ciento, según indicó Javier Suárez, director de Inspección de Servicios del municipio a El Territorio.

Nuevos y más lugares

La cantidad de vendedores ambulantes en Posadas ronda en un total de 900. Los datos se desprenden de la cantidad de vendedores que se inscribieron hasta la fecha.
Sin embargo, el funcionario señaló que, en las últimas semanas, se registró el pedido de un mismo vendedor para trabajar en otras zonas de la ciudad.

“Por ejemplo, el que trabaja en la feria de Villa Cabello pide para trabajar en la de Itaembé Miní, o el que trabaja en Santa Rita para vender en Itaembé Guazú. Es decir, son los mismos pero que están yendo a diferentes lugares”, contó Suárez.

Esto refleja esa sensación que a veces tienen automovilistas y transeúntes de que cada vez se ve más gente vendiendo en la calle.
Otro argumento podría ser el del subregistro. En ese sentido, el funcionario municipal hizo referencia a que la dificultad se presenta en los extranjeros. En estos casos, se le solicita un mínimo de dos años de residencia para ejercer la actividad. “Si hay un subregistro es de extranjeros, los posadeños están registrados en un 90%”, aseguró.

Los requisitos para emprender

La decisión de vender algún producto en la calle va más allá de la iniciativa de emprender. Desde la Municipalidad señalan que se tienen que presentar una serie de requisitos para regular la actividad.

“Todo aquel que desea dedicarse a la venta ambulante tiene que presentar la fotocopia del DNI, la negativa del Anses, el monotributo social mínimo y el certificado de domicilio”, enumeró Suárez.

Asimismo especificó que, si se opta por la venta de alimentos, se tiene que poseer el carné sanitario.
Además, dependiendo del lugar, el vendedor debe abonar una tasa mensual. En este sentido, Javier Suárez especificó que “en la zona del microcentro y de la Costanera el precio es uno; en las demás zonas, ya el costo es distinto y mucho menos”.

Por ejemplo, un puesto de carrito de hamburguesas que se sitúe en inmediaciones del microcentro debe abonar un importe de 800 pesos. Dentro del mismo rubro, por fuera de las cuatro avenidas, el importe desciende a los 600 pesos.
La ubicación del vendedor es un punto estratégico, tanto para su visibilización como para que éste sea la locación ideal para la obtención de ventas.

Una vez que se cumpla con todos los requisitos que solicitan desde el municipio, se procede a la elección del lugar donde la persona ejercerá su actividad.

“El comerciante viene y nos plantea en qué rubro está y el lugar que desea. Nosotros desde la Municipalidad le damos el espacio aunque, señalamos en qué lugar sí y en cual no, para evitar que haya una competencia desleal con otros comercios”, señaló Suárez.
En este sentido, el funcionario indicó que sólo puede haber dos comerciantes por vereda y hasta cuatro por cuadra.

“El costo definitivo se saca del metro cuadrado y multiplicar por la unidad tributaria, que es el equivalente a un litro de combustible”, especificó Suárez.

El precio se define una vez por año, cuando el comerciante realiza los trámites para solicitar el permiso para ejercer la actividad.


900

Vendedores .
Es la cantidad de inscriptos para vender en las calles posadeñas, según consignaron desde la Dirección de Inspección y Servicios de la Municipalidad.

$800

Mensuales .
Es el precio que deben abonar por los puestos en microcentro y costanera. Por fuera de ese rango, el precio disminuye a 600 pesos por el lugar.

30%

Aumento .
Es el incremento de cantidad de vendedores ambulantes en Posadas, en comparación con el 2018. Por la crisis, optaron por salir a la calle y generar ingresos extras.

Vende artesanías para mantener a su hija y viajar

La artesanía implica ocupar el espacio público para obtener ingresos, con productos tales como collares, pulseras, entre otros.
Sol (31) es oriunda de Buenos Aires y, junto con su hija de dos años, viajan por diferentes puntos del país. Eligió ser artesana hace más de diez años, y se dedica exclusivamente a ese oficio que le permite recaudar el dinero necesario tanto para sus viajes como el mantenimiento económico de ambas.

“Hace unos tres meses vine a Misiones. Mi oficio me permite mantenerme, pagar una habitación donde estoy viviendo y comprar la comida y ropa para mi hija”, detalló Sol.

“Hay días que tengo más ventas. El dinero extra es para ahorro y comprar todo lo que necesita mi hija pero, a veces, no tengo ventas o estoy un día sin vender porque nos suelen correr. Ven mal el trabajo del artesano”, explicó.
En los próximos días la joven artesana se reubicará en otro lugar de la ciudad para buscar una venta mayor ya que planea migrar hacia el Norte misionero.