Reincidencias homicidas

domingo 06 de enero de 2019 | 6:00hs.
Robledo Puch, el Petiso Orejudo y Barreda son algunos de los más conocidos asesinos seriales del país. Pero en Misiones también hay escalofriantes historias de homicidas reincidentes.
Robledo Puch, el Petiso Orejudo y Barreda son algunos de los más conocidos asesinos seriales del país. Pero en Misiones también hay escalofriantes historias de homicidas reincidentes.
Según el reconocido psiquiatra y perito forense Enrique De Rosa, todas las personas se pueden convertir en asesinos en algún momento de sus vidas, porque “tenemos ese impulso natural extremo de eliminar lo que nos hace mal”.
Si nos ponemos a pensar, la afirmación puede infundir un profundo temor. Nunca sabremos en qué momento la persona que tengamos al lado puede convertirse en nuestro homicida o en el asesino de otro sujeto que conozcamos.
Sin embargo, De Rosa aclara que es en ese punto -en el que cada uno puede llegar tener el impulso de matar- donde las personas tienen la capacidad de anteponer ante todo las normas morales y sociales para no cruzar el límite.
Esa capacidad diferencia a la mayoría de los integrantes de la sociedad; pero no es menos cierto que existe otro grupo de personas en el cual estas normas no están presentes y a la hora de matar, una, dos, tres o más veces, no son tenidas en cuenta.
En este último grupo podemos colocar a algunos de los criminales más conocidos de la Argentina como Carlos Robledo Puch o el Ángel Negro, preso desde 1972 por once homicidios; Cayetano Santos Godino, el Petiso Orejudo, que a principios del 1900 mató a tres niños; o más acá en el tiempo a Ricardo Barreda, el odontólogo que en 1992 mató a toda su familia.
“La norma moral mas importante (para el asesino) es su bienestar y no la carga que significa el ‘no matarás’, un tabú instalado socialmente que nos permite sobrevivir. No hay un ‘no matarás’ en todas las religiones, son tabúes que uno tiene incorporado y que estos sujetos (homicidas), por desórdenes en su evolución psíquica y en su etapa educativa, además del contexto social en el que se desarrollan, no han podido introyectar. Están fuera del aspecto humanidad”, explicó respecto de este tipo de sujetos De Rosa, en una extensa entrevista brindada a este diario y cuyo contenido completo se encontrará en la página siguiente.
Misiones no es la excepción a este panorama. Relatos de homicidas reincidentes se encuentran a lo largo de toda la historia criminal de la provincia, pero en el último tiempo hubo varios casos que volvieron a poner en tapete la problemática.
Sin ir más lejos, el año pasado, en Puerto Piray, un hombre que gozaba de libertad condicional y le faltaban pocos años para purgar por completo una condena a 17 años de prisión por un homicidio, volvió a matar. Esta vez la víctima fue la pareja de su ex mujer.
En 2017 también salió a la luz el oscuro pasado de Teodoro Lukasiewicz y lo que permitió descubrir el pasado fue un nuevo hecho de sangre.
Había asesinado a un hombre en un bar en el año 1985 en Gobernador Roca y en agosto último decidió acabar con la vida de su propia concubina.
También están los casos de José Aníbal Meza (39), que de boxeador con proyección provincial pasó a contar con tres homicidios sobre sus espaldas en cuestión de pocos años, y el de Domingo Jesús Penteado (63), más conocido como La Bestia Misionera, por su sanguinario prontuario de crímenes. Historias como estas, pero al detalle, y una opinión especializada sobre la psiquis homicida es lo que encontrará en este nuevo informe de El Territorio.