Preso por homicidio le envió una carta a la familia de la víctima

jueves 05 de septiembre de 2019 | 0:05hs.
Preso por homicidio le envió una carta a la familia de la víctima
Preso por homicidio le envió una carta a la familia de la víctima
Jorge Posdeley

Por Jorge Posdeley fojacero@elterritorio.com.ar

Cristian Daniel ‘Narizchata’ D. (33) lleva exactamente diez meses preso como principal sospechoso del crimen de Jonathan Ramírez (18) y desde la cárcel insiste en su inocencia, a tal punto que en las últimas semanas le envió una carta a la familia de la víctima.
“Estoy detenido desde el 4/12/2018 por la muerte del muchacho Jonathan Ramírez y me dirijo a familiares y amigos de él con mis más sentidos pésames”, consigna el comienzo del escrito que le llegó a la familia del joven, quienes desde un comienzo entienden que debería haber más implicados en el caso y hasta incluso dudan de la participación de este sujeto. 
“Por la presente les quiero dejar claro que estoy detenido por algo que no hice, lo único que pido es justicia, si es que la hay”, se detalla luego. 
En la continuidad de la carta el detenido además planteó una coarta mediante la cual asegura poder  probar que no tuvo vinculación en el crimen registrado el año pasado en cercanías a la rotonda de acceso a Posadas. 
Y en esa parte indica que “necesito que vayan a mi lugar de trabajo y revisen las cámaras de seguridad, yo en ese horario estaba trabajando”, haciendo referencia a un supermercado del barrio Villalonga de Garupá. 
Narizchata está detenido desde comienzos de diciembre del año pasado y procesado con prisión preventiva desde julio, por lo cual pasa sus noches alojado en una celda de la Unidad Penal VI de Miguel Lanús. 
La resolución fue dictaminada por las autoridades del Juzgado de Instrucción Tres, a cargo del magistrado Fernando Verón, pero recientemente la defensa oficial del imputado apeló la medida y ante ello ahora deberá interceder la Cámara de Apelaciones de la provincia. 
En el recurso presentado la defensa de Narizchata sostiene que para el dictado de la prisión preventiva se hizo una valoración parcial de los elementos incorporados al expediente y además sostienen que en las filmaciones e imágenes de seguridad recolectadas no se observa ningún tipo de ataque perpetrado por el detenido hacia la víctima, ya que sólo se los ve caminando a la par. 
Ante ello, desde la defensa se considera que existe una carencia probatoria como para atribuirle el crimen al sospechoso y, por consiguiente, para sostener la calificación legal bajo la cual se encuentra procesado: homicidio simple, delito que prevé una pena de hasta 25 años de prisión. 
Ante ello, en el planteo se solicita que la causa sea analizada y que se deje sin efecto el procesamiento, con la consecuente excarcelación del implicado o que se dicte otra resolución ajustada al caso, pero para obtener una resolución final habrá que aguardar un tiempo más.  

La detención
La detención de Narizchata se concretó después de casi un mes de incertidumbre, debido a que el homicida y la víctima fueron registrados por las cámaras de seguridad caminando juntos momentos antes del crimen, pero no se podía determinar quién era.
Pero los detectives involucrados fueron pacientes y establecieron, mediante esas filmaciones, un perfil con las características físicas, ropa, todo apoyado en testimoniales.
Crease o no, entre los rasgos del sujeto resaltaron su prominente nariz. Fue de esa manera que el implicado apareció en la lupa.
Después de ello no fue fácil ubicarlo, sobre todo porque el sujeto no tenía residencia fija, pero la llave de todo fue una denuncia por violencia de género por parte de su pareja en ese entonces, con quien compartía vivienda en la casa de su suegra, en el barrio Fátima de Garupá. Con ese dato se la búsqueda se acotó significativamente
La joven dijo que era su novia, pero que lo habían echado de la casa y más tarde lo habría reconocido en las imágenes registradas, aunque en su carta ahora el imputado negó esa acusación y  también pidió un careo con ella. 

La querella
En la causa también interviene la familia de Jonathan como parte querellante, con la representación del letrado Federico Padolsky, quien  expresó “que aún no tenemos la totalidad del expediente en mano y ante ello se nos hace muy dificultoso avanzar, tenemos muchísimos testigos y trabajo por delante aún, estamos actualizando todos los datos e información que se pudo recolectar”. 
Al momento de constituirse como querellantes desde la familia indicaron que para ellos resulta clave saber o reconstruir qué sucedió con la víctima en el último local nocturno en el que estuvo antes de tomar el colectivo que lo dejó en la rotonda y luego ocurrió lo que ya sabemos: el asesinato. 
“Esa noche Jonathan no salió con su junta habitual y es clave entender que pasó allí dentro. Ese fue el último lugar público en el que se lo vio con vida”, señaló Padolski a mediados de enero, cuando se formalizó el ingreso como querellantes en el causa. 
Ante todo  esta situación, desde la familia solicitan que cualquier persona que sepa algo o tenga algún tipo dato relacionado con el hecho lo comunique. 

El caso

Según lo reconstruido por las autoridades, el sábado 10 de noviembre a la madrugada, después de concurrir a varios locales bailables de la ciudad, Jonathan se bajó de un colectivo urbano en la parada ubicada sobre la colectora de la ruta nacional 12. Desde allí caminó junto a su presunto asesino un par de cuadras, hasta la intersección con la avenida Salvador Miqueri, donde se produjo el ataque fatal. La estocada no quedó registrada debido a que sucedió detrás de un camión abandonado. Sólo se ve que el agresor siguió por Miqueri caminando como si nada hubiera pasado. Más adelante una filmación de una casa revela cómo el responsable pasa corriendo con una remera oscura y un pantalón claro, según el testimonio de la propietaria. Tras la estocada, la víctima cayó malherido y luego fue asistido por una ambulancia lo llevó hasta el hospital Madariaga, donde falleció en horas de la tarde. Las circunstancias del hecho no han estado del todo claras, puesto que el joven tenía todas sus pertenencias.