Poliamor: Honestidad y claridad, los pilares
domingo 14 de octubre de 2018 | 7:00hs.
Poliamor: Honestidad y claridad, los pilares
Un concepto que llegó desde los medios para colarse en la vida cotidiana
es el de ‘poliamor’, causando confusión y asombro por igual.
Especialistas del campo de psicología, consultados por El Territorio,
coincidieron en que aquellas declaraciones de la actriz Florencia Peña,
en las que legitimaba una relación poliamorosa con su pareja, tienen su
eco cada día en el consultorio.
Con un significado amplio, lejos de las rotundidades, el poliamor, se
presta al folclore en torno de las relaciones y se mezcla con las
creencias subyacentes acerca del amor y la fidelidad.
“Es innegable que generó mucho ruido este término y que hay mucho
desconocimiento, por eso creo que es bueno hablar sobre esto”, expresó
la psicóloga y sexóloga Pamela Wimer.
Algunas de las inquietudes que movió Flor Peña hace unas semanas, al
contar sobre su intimidad y su vínculo de amor libre con su prometido
Ramiro Ponce de León, son acerca de si “se puede amar a muchas personas
al mismo tiempo”, “en las relaciones de poliamor no existen los celos”,
“cómo se maneja un vínculo abierto si hay hijos de por medio”, entre
otras tantas.
“Muchas veces es la tele la que llama a reflexión en casa, hay temas que
generan fuerte impacto en las parejas y en el discurso social. He
recibido gente preguntando por ‘esto del poliamor’; palabras a favor,
palabras en contra, pero es innegable que generó mucho ruido”.
Lo cierto, dirá la especialista, es que el concepto y más aún su práctica no es una novedad.
Las raíces de esta revolucionaria forma de conducirse en la vida sexual y
afectiva habrá de llevarnos a los movimientos hippies del amor libre en
Estados Unidos en el siglo pasado. Pero el poliamor abreva de muchas
fuentes.
La asociación Poliamor Madrid define que es amar a varias personas a la
vez, de forma consensuada, consciente y ética. Supone una manera de
vivir la sexualidad y el romance de manera libre y requiere una
horizontalidad en la relación entre géneros. Es decir, en el mundo, los
colectivos que impulsan este movimiento rompen con algunos estereotipos
del machismo como la jerarquización de los sexos.
“En verdad no estaríamos hablando de algo nuevo en honor a la verdad,
sino de un movimiento que toma fuerza en la década del 90, hoy se habla
porque los medios han puesto en agenda el tema”, precisó Wimer y agregó
que el avance de este ejercicio del amor “ha llegado a modificar la
reglamentación de los albergues transitorios que ya recibirían a más de
dos personas, lo cual no era ‘aceptable’ otrora”.
Acerca de las dudas que ha escuchado en la consulta y en otros ámbitos
enumeró: ¿Es lo mismo poliamor que parejas swingers? No. Los swingers
tienen como regla que las parejas coincidan en un acuerdo sexual y
generalmente en el mismo espacio físico.
Si hay amor verdadero es imposible que se practique el poliamor. No. El
amor verdadero no es sinónimo de monogamia, de hecho el poliamor no se
consideraría infidelidad, ya que hay una aceptación previa de la pareja.
Quienes mantienen este vínculo son degenerados. No. Simplemente viven la
sexualidad de un modo diferente al que usted concibe... Ni mejor ni
peor, tan solo diferente.
Y reflexionó, suele ser en el punto de la monogamia donde arranca el
debate más airado, “me preguntan ‘¿amor y monogamia no van de la mano?’.
Y sucede que están socialmente amalgamados ambos conceptos pero no
necesariamente van de la mano. En un caso de infidelidad está de por
medio la mentira mientras que tanto el movimiento swinger y el poliamor
son pactos de consenso mutuo por lo que la mentira no está presente”.
“No es una opción ni mejor ni peor de relacionarse, simplemente
distinta, todos los modos de expresar tanto amor como genitalidad son
únicos e irrepetibles, hay distintas parejas con distintas necesidades y
visiones de las cosas”, ponderó.
Entonces, lejos del engaño que entraña una infidelidad dentro de una
pareja, el poliamor tiene sus pilares en un pacto claro y en la
honestidad.
Estilo de vida
Por su parte, la psicóloga Shirley Eva Yanina Kunkel, del Centro de
Psicoterapia EMDR, consideró que, “el poliamor parece ser un tema nuevo y
sin embargo, viene siendo tratado desde nuestros ancestros, y resulta
que en la actualidad vuelve a tomar impulso como idea y estilo de vida”.
El poliamor es una tendencia, preferencia o hábito de relacionarse
amorosamente con más de una persona a la vez y en un contexto en el que
todas las personas involucradas son conscientes de esta situación,
esgrimió.
Así como nuevas configuraciones familiares se han dado a conocer en los
últimos tiempos, este ‘nuevo término’ parecería incluirse en las
novedosas maneras de relacionarnos que tenemos los individuos.
“Múltiples interrogantes surgen a raíz del tema planteado, por ejemplo
los celos, los cuales están tan presentes en estas relaciones
poliamorosas como en cualquier otra relación”, dijo.
Y fundamentó: científicos que han estudiado las relaciones humanas
aseguran que, como la mayoría de los seres vivos, el ser humano es
polígamo por naturaleza, dicha condición tiene una explicación
biológica, pues hay varios neurotransmisores involucrados en este
comportamiento, como la oxitocina, la vasopresina y la dopamina, que
están relacionados con la formación de lazos entre las parejas de las
distintas especies, y por tanto en las conductas monógamas o polígamas.
Pero además, desde lo cultural, hemos tenido a lo largo de la historia
diferente culturas donde la poligamia era aceptada y hay algunas donde
permanece esta situación y otras donde la ausencia de hombres como
sucedió en Paraguay por las guerras, dejaba implícita la posibilidad de
tener más de una pareja.
Resulta interesante aclarar que la dopamina, el neurotransmisor del
amor, se encuentra involucrada en todas las conductas placenteras, como
hacer ejercicio, consumir drogas o durante la acción sexual. A la
oxitocina se le conoce como la hormona de la confianza, pues elimina el
temor a situaciones nuevas y se libera cuando una persona recibe un
abrazo o un masaje y durante el contacto sexual. Mientras, la
vasopresina participa en la función cardiovascular y la presión
sanguínea; y entra en acción cuando se está cerca de alguien atractivo,
por lo que el ritmo cardíaco aumenta.
Ahora, el poliamor ¿generaría fragilidad en los vínculos?
Opinión
Qué pasa con los hijos en una relación abierta
Cualquiera sea la opción sexual de una pareja, los niños no deberían estar al corriente de temas de alcoba.Recuerdo a alguien diciendo, el poliamor ‘es el fin de las parejas’. Y no. Nadie debe tomar una opción sexual y-o sentimental con la cual no concuerde. Que haya un tema que haga ruido no significa que usted tenga que adherir al mismo ni tampoco juzgar a quien opta por elegir lo que usted no elige.
La sexualidad debe ser libre, disfrutada, consensuada, privada, única, sana y respetuosa, ya que al final de cuentas cada quien elige cómo construir su propia sexualidad y las elecciones consecuentes a la misma... En palabras del Rabino Bergman: “Disfrutemos y respetemos la diferencia”.