Para la Policía, los asaltantes podrían ser parte de las fuerzas de seguridad

domingo 28 de octubre de 2018 | 7:00hs.
Luck siempre creyó que eran policías.
Luck siempre creyó que eran policías.
Cristian Valdez

Por Cristian Valdez fojacero@elterritorio.com.ar

Montaron la escena con mucha tranquilidad, como sabiendo al detalle qué decir y cómo moverse en los domicilios que supuestamente estaban allanando por mandato judicial. En todo momento usaron un vocabulario contextualizado al ámbito policial y utilizaron frases que indefectiblemente llevaron a las víctimas a creer que todos eran uniformados.

Fueron educados, al punto de que ni siquiera exhibieron armas. Mencionaron números de leyes, causas e incluso en varios tramos de la treta simularon que llamaron a las autoridades judiciales de Eldorado. Fue demasiado perfecto. Idéntico a un operativo real, pero trucho.

La finalidad fue el robo de 126 mil pesos que el miércoles a la noche sufrió Ricardo Luck (48), propietario de la panadería Mielin de Jardín América y su esposa, la odontóloga Karina Kunigk (38), en manos de cinco delincuentes vestidos como policías federales que, asegurando pertenecer a la delegación Eldorado de la Policía Federal Argentina (PFA), simularon dos allanamientos por narcotráfico para poder quedarse con los ahorros de la familia.

Tanta perfección, pero sobre todo semejante conocimiento de los aspectos policiales y judiciales, obligaron a los investigadores que trabajan para identificarlos a no perder de vista la posibilidad de que en algún  momento hayan pertenecido la PFA o, en todo caso, que alguno de ellos (o todos) aún permanezca en actividad, en esa u otra fuerza de seguridad.

La sospecha permanece latente desde las horas posteriores al atraco que sufrió el comerciante, pero en las últimas horas se potenció debido al atraco similar que con pocas horas de anterioridad sufrió una pareja domiciliada en la localidad de Concordia, Entre Ríos.

Cinco sujetos vestidos con la indumentaria azul con siglas de PFA irrumpieron en la casa diciendo que la iban a allanar por una causa relacionada al tráfico de marihuana, precintaron las manos de ambas víctimas y al cabo de una hora se escaparon con 188 mil pesos. También se movían en dos autos manejados por otros sujetos.

Puertas adentro de la Policía Federal, institución que se ve directamente perjudicada en su prestigio nacional, se maneja la misma posibilidad. Por eso tomaron contacto con las víctimas y sumaron a sus mejores detectives en una investigación paralela a la que lleva adelante la Policía de Misiones desde los momentos posteriores al robo.

La tarea en ambas pesquisas es idéntica, mencionaron fuentes de consulta: búsqueda de potenciales testigos, revisación de cámaras y cruzamiento de datos con otras provincias ante la posibilidad de que vuelvan a atacar en el Litoral. Hasta ahora no hay sospechosos en la mira.

Cibercrimen en escena
En relación a la pesquisa, se sumó recientemente la Dirección Cibercrimen de la Policía en el relevamiento de los registros fílmicos del municipio. Su tarea será buscar en cámaras de seguridad pública y del ámbito privadas el itinerario que pudieron haber hecho esa noche.

Casualmente, el momento exacto en que los falsos policías irrumpieron en la panadería y cerraron las cortinas fue observado por un hombre que a esa hora pasaba por la cuadra. Contó que frente al comercio estaban dos autos: un Renault Scenic color gris y una camioneta que pudo haber sido una Chevrolet Blazer (blanca) con la rueda de auxilio sujetada en la parte de atrás.

Las dos -según declaró- estaban manejadas por otros hombres, por lo que estaría confirmado que la banda estaba integrada por siete delincuentes: cinco que abordaron a las víctimas y dos choferes que esperaban afuera para facilitar la fuga, tal como sucedió en Concordia.

Suponen que después de atacar a Luck agarraron la ruta nacional 12, en distintas direcciones tras distribuir los billetes.

Las únicas referencias físicas de apenas dos de los siete malvivientes fueron aportadas por ambas  víctimas: uno es delgado, alto, tez trigueña y aproximadamente 40 años; el otro de estatura baja, moreno y robusto. Todos con acento porteño o santafesino.

Los detectives misioneros confeccionaron el identikit de cada uno en base a esos datos. Por estas horas buscan saber si alguien más los vio y no descartan la posible participación de una pata local que colaboró con la logística.


El último antecedente, en la Placita

El martes 26 de junio de este año, en inmediaciones de La Placita de Posadas, fue detenido un sargento de Gendarmería Nacional con asiento en Posadas, que junto a un cómplice montaba falsos procedimientos de incautación para quitar del mercado la “mercadería sin aval aduanero”.

De esa manera robaban a los vendedores y clientes de ese espacio objetos electrónicos y otros elementos, como cigarrilos y ropa, argumentando que no tenían los papeles correspondientes que certifiquen procedencia.

Efectivos de la Delegación Posadas de la Policía Federal, bajo las órdenes de la jueza Federal, María Verónica Skanata, atraparon a los delincuentes.

En su poder secuestraron una pistola nueve milímetros y tres cargadores repletos de municiones, además de falsas actas en blanco de procedimientos, con membretes del Escuadrón Posadas de GN y del 11 de San Ignacio, entre otros papeles con los que simulaban estar atrás de operativos legales.