El clima también es un condicionante para varios sectores misioneros
Para la producción, el primer trimestre fue el más complejo de los últimos años
Marzo llega a su fin y con él también el primer trimestre del 2024. Fueron meses de complejidad económica y cambios notables para todos los sectores, que van trabajando para intentar sostener empleos y rentabilidad. Productores de distintas ramas, comerciantes y empresarios pymes, afirman que este tiempo fue de los más difíciles que les tocó vivir y auguran un escenario no muy diferente para las próximas semanas.
Hace algunas ediciones, El Territorio daba cuenta de lo que el sector forestal llamó “industricidio”, en referencia a la enorme pérdida de competitividad y el riesgo de eliminación de puestos de trabajo que la suspensión de la obra pública y la reducción de la obra privada comenzaron a generar. Panorama similar se vive en otros sectores, como el té, la yerba y el comercio (ver más en pág. 4), desde donde sus referentes expresaron la creciente preocupación.
Sector forestal
Desde la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima) sostienen que el nivel de actividad de manera global ha disminuido alrededor de 60% por ciento, en los dos últimos meses. Fue justamente a esto lo que denominaron “industricidio”, teniendo en cuenta que sólo en los aserraderos proveedores del mercado se “ha experimentado una disminución del 40% en su actividad en los últimos 60 días”.
Al respecto, se refirió el presidente de Faima, Román Queiroz, quien evaluó este primer trimestre y afirmó que “todos los aserraderos cayeron en sus ventas, algunos más y otros menos. Hay aserraderos que exportan y otros que no lo hacen y tienen que conformarse con el mercado interno. A los que exportan, al principio, la devaluación de diciembre les sirvió y subieron sus ventas al exterior; pero hoy el dólar está planchado y ya no es negocio como antes”.
“Hay inflación, subieron tarifas, subió el combustible, pero el dólar quedó igual, con una devaluación del 2% mensual y una inflación del 30, 25 y 20%. Se están cayendo las exportaciones y el mercado interno está muy caído, principalmente por la obra pública”, adujo.
Al tiempo que explicó: “Alrededor del 70% de la madera que se despacha al mercado interno va para la obra pública, que hoy está casi paralizada. Cayó también la obra privada porque hay poca gente que refacciona sus casas o construyen. Y la otra parte queda para muebles, que también está en baja porque salvo necesidad, nadie compra. Antes la gente buscaba cambiar sus muebles por algo más nuevo y moderno, pero hoy ya no, y el mercado interno cayó”.
Sobre el futuro inmediato, dijo que no se ve una pronta devaluación, por lo que las exportaciones seguirán siendo poco atractivas; pero tampoco se ve una pronta reactivación de la obra pública, por una cuestión de política nacional. “Por ello no vemos en el mediano plazo una reactivación del sector y no vemos que este haya sido el piso, esta caída puede seguir pronunciándose. La inflación va a bajar pero no vemos reactivación en el mercado”, acotó.
“En las declaraciones pre elecciones, desde el sector se advertía, se veía venir y la gente igual lo votó (en referencia a Javier Milei). Ya hay pérdida de puestos de trabajo, pero la gente prefirió creer que la casta iba a pagar todo y no fue así”, sostuvo.
Producción agro
El sector agro se encuentra pasando serias dificultades en este 2024. Jonathan Klimiuk, empresario tealero, expresó al respecto que “en lo que respecta al té va siendo un año muy complicado, porque arrancamos con exceso de producción y una demanda muy baja de Estados Unidos que estaba pasando una recesión; por lo que mermó la compra y a los pequeños productores se nos fue complicando, es difícil competir con los grandes productores”.
“A la vez, en Argentina y con este nuevo gobierno se nos complicó muchísimo por todos los costos en dólares que se incrementaron. Aumentó fuertemente lo que es fletes, energía que fue un golpe muy fuerte, y es difícil trasladar los costos en dólares porque tenemos que ser competitivos en el mercado internacional”, aseveró.
Remarcó que es algo histórico lo que se está pasando, culminando la zafra prácticamente un mes antes “porque no tenemos más espacio físico, no hay demanda y los costos financieros son muy altos. Es complejo pero hay que seguir para adelante, hay mucha gente que necesita los puestos de trabajo y estamos haciendo lo posible por mantener, con la esperanza de que esto se estabilice y hay alguna posibilidad de meterle para adelante para la próxima cosecha y ubicar el stock que todavía nos queda que es importante”.
Klimiuk también se dedica a la producción de yerba, por lo que consideró que en ese sentido “veníamos bien con la demanda, pero estamos con una recesión de venta agresiva, los molinos están compitiendo entre sí. Les cayó la venta a ellos y veo inviable incrementar los precios, además de que la mala noticia para el sector fue que se liberó la importación de yerba y eso hace que Paraguay compita con nosotros, vendiendo mucho más barato. Los molinos grandes se están volcando a importar así, lo que va a traer problemas a corto plazo a los pequeños productores”.
De la misma manera, el productor tealero y yerbatero Cristian Klingbeil indicó que “en lo que es el té, desde el año pasado, en diciembre que el combustible empezó a subir hasta llegar a los mil pesos por litro, fue un numerito que nos pegó muy fuerte. Con eso, el arrastre de la inflación y el aumento de todas las cosas fueron descomunales. Ni hablar de las complicaciones que hubo con la buena producción que hizo que sobre té y muchos teales queden abandonados antes de tiempo a mitad de camino, sin poder recuperar toda la inversión que se hizo”.
“Desde fin de febrero sólo escuchamos de secaderos que están cerrando. A pesar del crédito que largó la Provincia, no se pudo revertir la decisión de los secaderos de ir parando. La caída de las ventas, la exportación de lo que se tiene vendido realmente hizo un cóctel espantoso. Si no es la peor zafra de té pega en el palo. Es desalentador por completo el panorama”, afirmó.
En cuanto a la yerba mate, Klingbeil indicó: “No tuvimos medidas que nos favorecieran. Estamos en un precio de $370 por kilo, que es extremadamente bajo, y el productor que hoy está cosechando para zafar el momento no sabe cómo va a sobrevivir hasta la próxima zafra, porque es un precio muy bajo. Se hablaba de $505 para enero, ahora tendríamos que estar hablando de $600 por kilo, pero estamos a la mitad de eso”.
“Estamos arrancando la zafra y la liberación de la importación es compleja. Tenemos tour de brasileños recorriendo las empresas ofreciendo su yerba, así que estamos con una preocupación muy grande, y esperemos que no terminemos como con el té, con un parate antes de tiempo porque no hay mercado”, sostuvo.
“El panorama de inicio del 2024 es negro y esperemos que podamos hacer entender que el rumbo que estamos teniendo no es para nada favorable, para que se tomen medidas que nos favorezcan y no nos maten a nosotros los productores para controlar la inflación”, agregó.
