Es una de las grandes joyas de la arquería y necesita respaldo económico

Juan Pablo Pamberger es el futuro de la arquería argentina. El posadeño de 19 años se instaló el mes pasado en Buenos Aires para seguir puliendo su técnica con los maestros de la selección argentina y convertirse así en una realidad del deporte nacional.

Combinando sus estudios con la rigurosidad que demanda esta disciplina, el representante del club Capri formó parte la semana pasada de un campus juvenil en Ezeiza que puede ser el primer paso importante en su carrera profesional.

Pamberger compite en la categoría recurvo olímpico sub 21 en las modalidades indoor y outdoor siendo esta última su predilecta. Por lo que esta experiencia bajo el mando de Emmanuel Bobadilla, entrenador de la selección juvenil y cadetes, y el preparador físico Fabián Di Franco fue realmente enriquecedora. 

“Compartimos cuatro días con chicos de todas partes del país, siempre entrenando las técnicas y mejorando las capacidades psicológicas”, inició Pamberger la charla con El Territorio. “Hasta hubo un psicólogo deportivo que nos brindó herramientas para utilizarlas en competencia”.

“El campus fue muy completo. Los días arrancaban temprano. A las 7 estábamos en el comedor y a las 8 en el campo. Por la mañana se hacía un hora de técnica y luego pruebas 1440 metros. Además hubo entrenamientos de calibración de mira, simulación de torneos y de eliminatorias”, agregó.

“Todo me llevó a un punto de rendimiento que no sabía que podía llegar. Lo suficiente para afirmar que todavía no toqué mi techo”, afirmó el joven que descubrió la arquería mirando la película ‘Avatar’ y fue pulido poco después por el maestro Talo Giménez.

Dos pasiones

Hoy Juan Pablo se radica en Buenos Aires persiguiendo objetivos claros: “Combino mis estudios universitarios -la carrera Administración de Empresas en la Unsam- y el deporte profesional. Vivo en Capital y cuatro veces por semana me traslado a provincia para entrenar”.

“El objetivo es usar la celeste y blanca algún día. Este año puedo aspirar a ingresar a la Selección para el torneo outdoor del ranking mundial que se va a organizar en Iguazú; es lo que tengo planificado”.

“Sé que la competencia en mi categoría es muy áspera. Estamos hablando de que es la segunda más alta y todos son fuertes. Actualmente espero que a fin de año me consagre campeón nacional porque en el 2023 me quedé con la espinita”, auguró Pamberger, quien hoy es parte de la preselección argentina, agazapado, esperando dar el salto.

En la búsqueda de un sponsor

Practicar tiro con arco requiere de una inversión que muy pocos están dispuestos a realizar. De hecho en cada arquero hay una historia de esfuerzo en cada billete invertido.

Pamberger viaja a lo largo del país representando al club de Villa Cabello, pero sabe muy bien diferenciar los tipos de gastos: “Todo tiene sus costos, desde viajes, equipos y tiempo invertido. Pero el equipo de arquería se lleva el podio porque es lo más caro”.

“Hoy el tema económico no viene bien. Solamente está el respaldo de mi familia y tengo que ser muy cuidadoso a la hora de practicar, lo que hace que mi rendimiento se vea afectado”.

“Manejo flechas que son muy caras y que hoy en día no me las podría volver a comprar; las tengo que cuidar porque son pocas y si las pierdo tendría que cambiarme de categoría y no seguir haciendo lo que me gusta”.

“No cuento con ningún tipo de sponsor y es un deporte caro por lo que pesa en mi cabeza cuando tengo que entrenar. Además tengo un equipo que ya me queda chico. Hasta mi entrenador dijo que estoy haciendo milagros con lo que tengo, con mi equipo de calidad media baja”.

“Necesitaría un equipo más fino para poder exprimir al máximo mis capacidades”, explicó la estrella del Capri y de un deporte que puede sumar una representación histórica para Misiones en los años venideros.