Consecuencias del clima hostil

Sandías y melones cada vez más difíciles de lograr en la región

Las exquisitas e hidratantes frutas se ven menos en su temporada por las dificultades que trajo el clima tormentoso. De la sequía a las abundantes lluvias, este año se logró cerca de un 20% que tiempo atrás.
sábado 13 de enero de 2024 | 3:00hs.
Sandías y melones cada vez más difíciles de lograr en la región
Sandías y melones cada vez más difíciles de lograr en la región

Las sandías y melones, dos frutas típicas del verano misionero de años atrás, hoy casi no se encuentran tanto en fruterías como en puestos de venta al costado de la ruta. El clima cambiante y hostil de los últimos años ha golpeado especialmente a estas frutas muy sensibles al intenso sol, sequía, lluvias abundantes, granizo y vientos fuertes.

También por si fuera poco, con el errático clima han aparecido más plagas que son difíciles de manejar para los productores y que terminan bajando la cantidad de fruta hacia la cosecha que se da entre noviembre y febrero. Pero este año, las frutas regionales se terminaron o se están terminando por estos días por la escasa producción. Según los productores en algunos casos no se logró ni el 20 por ciento de lo plantado. Y ante el mal resultado se evalúa qué dedicación se le dará a la siembra de fruta este año.

Uno de los escenarios donde claramente se vió la merma de ofertas de frutas locales y regionales fue en el Mercado Central de Misiones (en Posadas), que por estos días ya no estaba mostrando estas opciones de dulzura natural para los compradores.

"Las sandías y melones de la zona tuvieron muy poca presencia este año. Habrán llegado a un 10% de lo que se podían ver en años anteriores. Y ahora particularmente en el mercado no está entrando sandía de la zona", comentó Marcelo Guerrero, productor misionero y operador en el Mercado Central de Misiones.

El productor coincidió en que "lo que más afectó este año fue el cambio climático, primero hubo una seca muy extendida, después la lluvia fuerte, luego el granizo que rompió muchas plantas. La tormenta con granizo en diciembre hizo mucho daño a lo que es sandías y melones", analizó el también comerciante.

Para los productores misioneros este año fue especialmente difícil producir melón, ya que se explicó que es una fruta muy sensible a las altas temperaturas, radiación solar y golpes de granizo. "Es una fruta muy delicada, no sé si por nuestro clima va a seguir siendo propicia su siembra porque requiere muchos cuidados. Uno de los factores que viene perjudicando mucho es la radiación solar que afecta a la fruta y en cuestión de minutos puede generarle un daño que termina propiciando que se pudra. En algunos horarios la radiación es tan alta, que si no tiene protección termina destruida. Es como si le cayera un rayo", comentó un agrónomo local.

Una variedad temprana de sandía arranca su siembra en junio. Foto: Carina martínez


Venta al costado de la ruta

Jorge Hillebrandt, es un productor de sandías en Colonia Tamanduá en Ruiz de Montoya, días atrás contó que ya no tiene frutas a la venta y que esta temporada sólo logró el 20% de lo que sacaba otros años. Algo que estimó, le pasó a muchos productores de su zona que no pudieron salvar la producción de las inclemencias del tiempo.

"Ahora prácticamente ya no hay frutas. La cosecha dio el 20 por ciento de lo que da normalmente la cosecha de las colonias. Hubo muchas lluvias, la sandía es una fruta que requiere agua pero también muchas horas de sol y calor en lo posible. Pasa que la flor de la planta se abre por la mañana y si ese día no hay una abeja para polinizar esa flor ya se perdió. Y cuando está nublado, como pasó muchos días, los insectos no andan", comentó.
Agregó que además en diciembre "llegó en nuestra zona una tormenta con granizo que destruyó la mayoría de las plantaciones, tanto de sandía, como de mandioca, todo lo que había".

Hillebrandt, contó que arrancó la venta de sandías en noviembre, en ese entonces pudo vender las frutas más grandes a tres mil pesos en venta directa al público en su puesto al costado de la ruta provincial 7. El productor reconoció que sabía que en grandes mercados como en fruterías de Posadas las frutas llegaron a costar más de 10 mil pesos. "Sabíamos que todo subió, pero no podíamos poner un número que la gente no pueda pagar. Para nosotros es importante que nos compren".

El productor detalló que en su caso siembra más de la variedad crimson (sandía redonda verde) "es una semilla mejorada pero no híbrida, después hago algo de Bárbara y Lara que es en realidad la que más me gusta. Esta variedad da una fruta alargada y de color verde más intenso".

A la hora de sembrar, hacia el mes de junio (para la variedad más temprana) cada colono debe decidir cuánto puede gastar y cuidar en lo posible del clima. "Cada colono se maneja dentro de sus posibilidades. También depende de los fondos que tenga porque la semilla de sandía es cara. Si el año anterior le fue mal, seguro la campaña siguiente le va a costar mucho más".

Detalló que en cuánto al clima es poco lo que se puede hacer, algunos agricultores de la región utilizan algunos cobertores para la protección del sol. "Con el tiempo si viene una tormenta fuerte no se puede hacer nada, lleva todo lo que le pongas a la fruta. Ahí se piensa en ver si se puede salvar alguna otra parcela que se plantó en otro lugar".

Agregó como cambio en la forma de cuidar los cultivos que el riego pasó a ser algo muy importante. "Por los años de sequía que pasamos, el riego por goteo es una inversión que hay que considerar, ayuda mucho".

Por otra parte, el productor apuntó que la fruta que se perdió todavía en mayor proporción que la sandía fue el melón. "El melón prácticamente no hubo este año, las plantas crecieron pero después no hubo frutos. Es muy delicado por el exceso de humedad. Es una fruta muy buscada y valorada, se pide mucho para antes de Navidad o Año nuevo. Nos pasó que algunos clientes paraban en la ruta y al ver que no teníamos melones, se volvían a sus autos y seguían camino".

Hillebrandt apuntó que en su zona "la sandía y el melón son dos frutas que el productor está acostumbrado a plantar, es como un paquete. Pero en el caso del melón hay que tener más cuidados para protección de enfermedades, el productor necesita apoyo técnico para estar prevenido de alguna plaga o enfermedad que pueda llegar".



En Corrientes la lluvia se llevó gran parte

Localidades correntinas como Esquina (al sur provincial) o en Saladas (oeste provincial) tienen mucha tradición en el cultivo de sandías. Y en base a esa experiencia este año fue señalado como uno de los peores por la abundancia de lluvia y tormentas que acabaron con gran parte de lo sembrado en el 2023.

"No escapamos de los cambios climáticos, en años anteriores tuvimos mucha sequía y el año pasado abundaron las lluvias. Y todo esto en el complejo escenario económico que vamos atravesando, que afecta al productor porque son muy pocos los que tienen solvencia financiera para aguantar", comentó Víctor Hugo Canteros, técnico del Inta en Saladas Corrientes.

Detalló que en su zona "hubo muchas plantaciones afectadas por las tormentas y el granizo que perjudicó a productores de Mburucuyá y Saladas. En nuestra zona existe alrededor de un 10 por ciento de productores que aplica más tecnología al cultivo, con riego por goteo, muching, manta térmica (para el sol), pero no pueden escapar a una tormenta. Hay cerca de un 50 por ciento que fue afectado por el clima y después hubo bajas en los rendimientos de las plantaciones", explicó.

También recordó que con las lluvias frecuentes se afectó la polinización de las plantas. "Después los rindes también cayeron y se manifestó en el menor tamaño de las frutas", agregó. Desde Esquina, Osvaldo Vega, también técnico del Inta en esa localidad destacó el impacto de las lluvias inéditas que se dieron en algunas zonas. "Creo que toda la región del Nea está teniendo un año complicado. La semana pasada tuvimos 220 milímetros de lluvia con algo de granizo. Más o menos en toda la campaña llevamos más de 800 milímetros y el año pasado fueron solamente 30 milímetros. Son datos totalmente distintos. Anduvimos bien hasta el 15 de diciembre , después vino mucha piedra (granizo). Antes del 12 de noviembre, tuvimos un caso excepcional de una helada tardía y después granizo en varias oportunidades. Este año si llegamos al 20 por ciento de lo que se producía años atrás creo que somos generosos", evaluó.

Por otro lado, recordó que peor le fue al melón. "El melón prácticamente se perdió todo, atacó una isoca medidora (un insecto) que perfora la planta y la pudre desde dentro. Era algo desconocido hasta ahora para nosotros. Cuando nos dimos cuenta en gran parte las frutas estaban podridas. Al entrar el insecto en la fruta ya no se puede aplicar nada", explicó.

Detalló que en la zona hacen dos tipos de melones, la variedad escrito y el rocío de miel. "Esperemos que la próxima campaña sea mejor, ahora ya no queda nada de fruta", observó.
En busca de alternativas para proteger a la sandía de los cambios climáticos.

 

Mucha lluvia, mucho sol

Los cambios que se observan en el clima tornan complejas varias actividades productivas en la zona rural. La lluvia y las altas temperaturas, son alguno de los factores que mayor preocupación genera en quienes llevan adelante cultivos anuales como sandía y melón, cuya producción se da en meses de entrado el verano por lo que, ante las pérdidas los colonos buscan alternativas de cultivo. Hay buenas experiencias bajo cubierta.

Llevar adelante plantaciones de sandía para la venta representa una inversión importante por los altos costos de la semilla, que dependiendo la variedad cuestan más de mil pesos la semilla y en otros casos $ 500,00 la cucharada, a esto se le suma el costo y tiempo que deben invertir en preparar la tierra y mantener la plantación  libre de malezas, motivo por el cual buscan alternativas para anticipar la fecha de cosecha.

Hace unos años, los colonos plantaban sandía sin ningún tipo de inconvenientes y muchos lo hacían entre otros cultivos anuales como la mandioca, ya que esta le aportaba sombra durante la etapa del desarrollo de las frutas, actualmente esa alternativa ya no resulta o muchos utilizan agroquímicos para la limpieza del mandiocal no compatibles con la sandía y en consecuencia realizan dicho cultivo en parcelas exclusivas lo que la torna más vulnerable a factores climáticos.

"Mucha lluvia y de pronto el sol muy caliente, genera un ambiente desfavorable para la sandía. Este año no fue nada buena la producción en comparación a los dos años anteriores. No se llega recuperar la invertido en semilla, llegue a pagar mil pesos por semilla, es de muy buena calidad, salen frutas lindas y ricas solo que este año no salió la cantidad esperada", comentó Rosa Padilla, productora Puerto Argentino II, de San Pedro quien comercializa las frutas en la Feria de la Agricultura Familiar o de manera particular en su domicilio.

En San Pedro, mayormente el cultivo de sandía lo realizan las pequeñas familias agrícolas para autoconsumo y quienes hace unos años encontraron en esta diversificación una opción para ampliar los ingresos económicos, hoy lo dejan de hacer o buscan alternativas para hacerle frente a los cambios climáticos. Entre ellas, se puede mencionar la germinación y primera etapa de crecimiento de la planta bajo cubierta.

En tal sentido, la productora señaló que "La idea es seguir porque suele ser así, un año corre bien y el otro no, queremos sembrar antes bajo invernáculo para sacar las primeras frutas a inicio de diciembre. Este año con todas las inclemencias del tiempo en contra, las primeras salieron a finales de diciembre y principios de enero. Es la manera de que las plantas produzcan y uno pueda sacar una renta libre".

 

Buenos resultados con plantaciones de sandía bajo cubierta

Hace tres años, la familia de Adela Grahl de Fracrán se animó al cultivo de sandía bajo cubierta, esto es, producir los plantines bajo invernadero hasta que tengan la cantidad de hojas para ser trasplantados, luego llevarlos al rozado y plantarlos sobre unos montículos de tierra que se extienden por varios metros, que forman líneos, los que son cubiertos con plásticos, como los tradicionales almácigos, hasta que pase el peligro que representan las heladas, mediados de agosto e inicios de septiembre.

Para esa fecha las plantas alcanzaron un importante crecimiento, comenzaron a largar guías, a los pocos días inician con la fase de floración. Bajo este sistema las primeras frutas suelen salir para la primera quincena de noviembre, a diferencia de mediados de diciembre con el cultivo tradicional, lo que asegura una buena producción pese a que significa mayor inversión y tiempo de trabajo, sin embargo, de correr todo bien, la rentabilidad es muy buena.

En este caso la familia que lleva adelante esta interesante propuesta, reside en colonia Santa Rita y este año logró una excelente cosecha, lo que los motiva a seguir con el cultivo para el año próximo. A la fecha ya no quedan sandías en el rozado, toda la producción se vendió en la zona, y de a poco se organizan para comenzar a tiempo con los trabajos que demanda dicha alternativa para este año.



Fuerte bajón productivo en Ruiz de Montoya

La venta de sandía en Jardín América y la zona mermó debido a la baja producción. La misma se vio afectada por las inclemencias climáticas y los que se dedican en el rubro perdieron gran parte de la cosecha y no lograron recuperar.

En este marco, Hugo Hector Rive, productor de Colonia Polana que ofrece Sandía en Jardín América, charló con El Territorio y contó su situación. "Por el momento tengo para vender porque tengo de mi propia chacra, pero perjudicó la lluvia y granizo, o sea las últimas tormentas hicieron desastre pero algo se logró recuperar", dijo.

A su vez, comentó que plantó sandía y con la cosecha de a poco cubre los gastos de lo que invirtió para plantar porque cuenta con muchas hectáreas de plantación y con las inclemencias climáticas perdió la mitad, pero con lo que logró sacar, ofrece para recuperar lo invertido. "Se ve que el granizo lastimó muy hondo, no solo en sandía, sino también en melón, mandioca donde hay cuadros que me quedó muy poco, tal vez pueda dar el 20% de lo que debería dar".

En Ruiz de Montoya, Jorge Mallmann, productor sandiero que se dedica al rubro hace 3 años, comentó que debido a las tormentas perdió aproximadamente un 30% de lo que plantó. Por tal motivo, el montoyense que reside al costado de la Ruta Provincial N°7 en suelo montoyense, ofrece en un puesto que tiene pero las tormentas le dificultó la cosecha y trata de recuperar en los gastos que tuvo para plantar.

Luego, Rodrigo Schulz, también de Ruiz de Montoya sostuvo que esta temporada salió muy poco con respecto a años anteriores debido a las inclemencias climáticas.

El montoyense que se dedica hace 12 años en el rubro, lamentó que en estas fechas invirtió más de lo que produjo, donde una granizada perjudicó de lleno a las plantas. "No tengo más sandías para vender, ahora planté un poco que debe dar cosecha en un mes y medio aproximadamente, vamos a ver si logró repuntar un poco", cerró.

 

*Con aportes corresponsalía de San Pedro y Jardín América.

 

Bajón en zona productora

En San Pedro resguardan las frutas del sol

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