Cartografía de objetivos para el nuevo año

“Ser protagonistas de nuestras vidas requiere autoconocimiento”

La llegada de 2024 renueva esperanzas y expectativas de hacer realidad nuestros propósitos y sueños. Para hacerlos posible es importante reflexionar sobre hacia dónde queremos ir y “animarnos a ser protagonistas”, expuso la coach y mentoring Beatriz Martínez
miércoles 03 de enero de 2024 | 6:30hs.
“Ser protagonistas de nuestras vidas requiere autoconocimiento”
“Ser protagonistas de nuestras vidas requiere autoconocimiento”

Entre el ruido de un presente más que convulsionado social y económicamente y la ansiedad y el disfrute propios de los preparativos de las celebraciones decembrinas pasaron las fiestas y; quienes no pudieron tomarse unos momentos para frenar y reflexionar acerca de lo vivido en 2023 y lo que se espera para esta nueva época todavía están a tiempo.

En realidad “siempre estamos a tiempo” de salir del modo piloto automático para ser más conscientes de lo que nos sucede internamente y tomar la iniciativa en los aspectos de nuestra vida que podemos definir, es decir “empoderarnos” y tomar las riendas de nuestro destino, explicó Beatriz Martínez, coach y mentoring.  

“Tenemos que animarnos a ser protagonistas de nuestras vidas y eso requiere mucho autoconocimiento, algo que no es sencillo y que llega con mucha reflexión, con mucha escucha amorosa de nosotros mismos, con identificar nuestras emociones y pensamientos sin juzgar y buscando siempre el bienestar y el desarrollo personal”, dijo a El Territorio, en una charla en la que dio algunas pautas para diseñar un 2024 prometedor para nuestros objetivos y sueños.

Si queremos cambiar alguna conducta, un hábito, si queremos concretar un proyecto sea en el ámbito laboral, en la casa, un viaje o estudio, no debemos esperar que un superhéroe venga a resolver nuestros problemas.

“Eso de que alguien va a venir a salvarnos está muy bien para el cine, pero en nuestras vidas tenemos que ser protagonistas, arquitectos de nuestras vidas y nuestras historias y eso requiere planificar y pasar a la acción”, notó.

Muchas veces para lograr lo que deseamos uno de los primeros pasos consiste en dejar un lugar de cierta comodidad como podría ser la queja constante y el victimismo y darnos los espacios para conocernos mejor, “esos lugares no nos permiten avanzar ni responsabilizarnos, porque siempre estamos mirando a un otro que tiene la culpa o que no hace tal cosa y, ser arquitectos de nuestras vidas es poner manos a la obra y claro que eso cuesta pero es un lindo desafío y un aprendizaje constante”.

Abrirse caminos

Para plantearnos objetivos y propósitos es esencial hacer esta revisión de lo actuado y lo experimentado, preguntarnos dónde estamos en relación a eso que nos propusimos como meta y si todavía queremos ir por ese camino.

“Es importante identificar qué queremos para nuestras vidas, a dónde queremos llegar, en mi experiencia no siempre está tan claro para todas las personas, y preguntarnos si eso que queríamos tiene que ver con un deseo personal o impuesto porque es lo esperable por ejemplo, y si no cumplimos con un objetivo puede ser que no haya sido una prioridad o que realmente algo haya pasado en el medio y que cambiamos de idea”, refirió.

En este sentido, la mentora manifestó que poder darnos ese tiempo para hacer un balance es como cerrar un ciclo, al menos de manera simbólica, ya que también hay continuidades. “Nos ayuda a ajustar y redefinir, porque también así como el contexto cambia nuestros sueños y objetivos también pueden ir cambiando y es totalmente válido, no hay que sentir culpa porque me propuse un objetivo y al final no lo cumplí sino revisar por qué ya que siempre hay logros y pérdidas, son los ciclos de la vida”.

Reconocer emociones

Y marcó que en este análisis en retrospectiva y proyección hacia adelante, no hay que temerle a la ansiedad, a los miedos, las inseguridades. “Son emociones y escucharlas no lleva a preguntarnos para qué me sirve esa emoción, racionalizar que si estoy sintiendo demasiada ansiedad significa que estoy muy en el futuro y no estoy en el aquí-ahora y me estoy preocupando y sufriendo por cosas que ni siquiera sé si van a pasar y sobre las que no tengo ningún control. Y a partir de posicionar la cabeza en el presente puedo pensar qué puedo hacer frente a ese escenario posible y que me da miedo o me genera incertidumbre”.

Poder reconocer una emoción y aceptarla -consideró- nos ayuda a generar estrategias para afrontarlas. “Si es que tengo miedo, pensar a qué le tengo miedo: al fracaso, al merecimiento, al qué dirán los demás; hacer este trabajo de reconocer nos va a ayudar a encontrar las herramientas para afrontar un malestar”. 

Una vez que se identifica el sentimiento o la emoción es más fácil poder abordarla, tomar decisiones y mantener el interés y la motivación. “Es importante conocer cómo funciona nuestro cerebro para hackearlo a nuestro favor”, expuso y agregó que trabajar en la definición de objetivos y planificación nos ayuda a marcar un camino y a disfrutar de los procesos, “es verdad que todos queremos ser felices, pero la felicidad no suele ser mágica y no se encuentra al final del cuento con el ‘y vivieron felices para siempre’, sino que la felicidad se puede vivir en el ahora, en esas cosas que hacemos para sentirnos bien, en esos logros que conseguimos en los distintos plazos”.

Guía para construir  

Con el norte de desarrollar un plan de acción para este 2024, Martínez recomendó en primer lugar hallar unos minutos para estar a solas con nuestro pensamiento en un ambiente agradable,  tener a mano un cuaderno y una birome para escribir, buscar una palabra que defina lo que esperamos que haya en nuestra vida este año como por ejemplo alegría, “para poder transitar esta palabra y volver a ella cada vez que nos olvidamos o necesitamos ese empujón”. También es un ejercicio revelador tomar un espejo y ver qué nos refleja.

Y luego de describir la actitud y elementos necesarios para comenzar nuestra cartografía destacó: “El autoconocimiento que es ese conectarnos con nuestros pensamientos, con nuestras emociones, con nuestras experiencias, no es algo fácil, porque seguramente nos puede llegar a mostrar cosas de nosotros que no nos gustan tanto, pero conocernos, escucharnos nos abre una puerta para modificar lo que no nos gusta o para afianzar y potenciar nuestras fortalezas y dones”, definió.

Para materializar un sueño o un proyecto “hay que escribirlo, porque de esta forma podemos ir a revisar, recordar, y no perder el centro, y también en el hecho de escribir están las palabras que utilizamos; tenemos que ser cuidadosos con las palabras que nos decimos, porque si bien hay cosas del contexto que no podemos cambiar, nuestra manera de pensar y de ver nuestro entorno sí lo podemos decidir”, adujo y mencionó que “no se trata de ser una negadora serial o positivista tóxica pero sí de tener un optimismo y no ese pesimismo que nos lleva a quejarnos todo el tiempo y que nos paraliza y genera un círculo del que no podemos salir”.

Así, poner el foco en nuestras potencialidades es un punto de partida para construir hacia adonde queremos ir, “es desde el aquí y ahora y con nuestros dones y fortalezas desde donde nos planteamos esa situación deseada, esa proyección, eso que estamos queriendo en nuestras finanzas, lo laboral, profesional, en la vida personal, espiritual, en las relaciones, pero para que suceda lo que nosotros deseamos tenemos que tener claro los objetivos”, resaltó.

Por último, recomendó mirarse en el espejo y analizar la imagen que nos devuelve:  “¿Qué me espeja este espejo? cuando me miro a los ojos ¿qué me traen esos ojos? ¿alegría? ¿paz? ¿tristeza? ¿amor? Porque eso que veo es lo que las personas alrededor perciben. Tomar consciencia nos posibilita crecer, mejorar y también es importante vibrar en una escala alta, porque nuestras energías y emociones pueden repercutir entre quienes nos rodean tal como expone en su obra el psiquiatra David Hawkins”.


Consejos para diseñar objetivos

Tomarse el tiempo de pensar y meditar. Practicar la escritura libre e ir definiendo en el papel objetivos, proyectos y propósitos. Pueden ser metas desde pequeñas a más ambiciosas, mientras más claras estén esbozadas mucho mejor. Lo importante es que puedan ser reales y que surjan de nuestra introspección y deseo. 

Pensar en una palabra que refleje lo que queremos para nuestro año para recordar siempre y mantener la motivación, como por ejemplo amor, alegría. Para reforzar la motivación y mantenernos firmes en el camino hacia cumplir nuestros sueños y objetivos se aconseja revisar el escrito, corregir, redireccionar, sumar, quitar.

Reconocer nuestras emociones y lo que nos hacen sentir para poder buscar estrategias para afrontarlas.  Poner el foco en aquellas cosas que sí dependen de nosotros y no en lo que no podemos controlar sin caer en negacionismos ni positivismos tóxicos (término que alude a un exceso de optimismo).   

¿Que opinión tenés sobre esta nota?