Ley Lucio, abusos y pedra, compromisos y desafíos de la Defensoría de Menores San Pedro 

En el municipio de San Pedro, hace unos meses tomó trascendencia  la temática sobre violencia infantil y la necesidad de poner en relevancia los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. Entre las acciones surgió una campaña informativa sobre la ley Lucio, que se lleva adelante desde la Defensoría de Menores con demás organismos públicos. Al respecto, desde el organismo detallaron que se atienden hasta siete casos de abuso infantil e instan a la comunicación e educación sobre las normativas vigentes. 

La defensoría de Menores lleva adelante múltiples tareas,  por tratarse del nexo crucial entre las pretensiones y necesidades de las sociedades civiles y el Poder Judicial, como ser acciones judiciales y denuncias. En el caso de San Pedro la mayor demanda pasa por situaciones de violencia familiar y cuestiones relacionadas a la minoridad, infancia y adolescencia. “Es un flagelo que nos atraviesa como sociedad y es la mayor cantidad de  reclamos que existen”, dijo a El Territorio Patricia Méndez a cargo de la Defensoría de Menores en San Pedro, desde marzo del 2021, cuando se puso en funcionamiento el Juzgado de Instrucción Uno. 

Su puesta en función fue de suma importancia para agilizar el trabajo y la continuidad de las causas. En estos últimos tres años se pone en evidencia los buenos resultados y la necesidad del trabajo articulado entre distintas instituciones.  Cuando se trata de casos de abuso sexual que tengan como víctima a un menor de edad, al trabajo articulado con el Juzgado de Instrucción Uno se suman acciones en conjunto con el Juzgado Civil, Comercial, Laboral y de Familia. 

“A las personas que no tienen recursos nosotros las patrocinamos, suponte que ingresa un ciudadano sampedrino y hace un reclamo que tiene que ver con los alimentos, en ese caso lo asesoramos jurídicamente, que son las actas iniciales que uno toma. Luego, si esa pretensión no logra conciliarse,  se inicia la acción judicial de alimentos” explicó Méndez añadiendo que también intervienen en conflictos de cuidados o tutela. Y precisó: “la mayor cantidad de estos casos tiene que ver con el cuidado y la responsabilidad que se ejerce sobre esos menores”. 

En cualquier caso, donde esté involucrado un menor de edad, es considerable tener en cuenta los nuevos paradigmas a razón de las modificaciones en 2015 en el Código Civil que hace hincapié en que los menores deben ser oídos. “Es importante esto de la escucha adecuada, en estas situaciones se los oye y pregunta cuál es su deseo o que pretenden hacer, uno tiene que velar por ese interés superior del niño que muchas veces su opinión no coincide con ese interés superior, se les explica porque se tiene esas diferencias pero si siempre oírlos” remarcó Méndez. 

Otra de las normas vigentes que quizás la mayor parte de la población desconoce, es que ante el caso de cambios de residencia o centro de vida del niño, es necesario la autorización de ambos progenitores. Por ejemplo, ¨las mujeres que tienen la tutela de un menor y viajan a un determinado lugar por razones labores deben solicitar la autorización del padre. 

La funcionaria instó al diálogo y a revalorizar la comunicación entre los adultos que llegan hasta la defensoría en un estado muy angustiante “Hasta los 18 años se darán numerosas situaciones por las que tendrán que negociar los adultos, ya que la responsabilidad es compartida. Eso a veces la gente no lo sabe, nosotros hacemos énfasis en una responsabilidad solidaria, que todos tengamos compromiso en la protección del menor y que no solo la mujer tiene habilidades de cuidado, que esa participación sea inclusiva”. 

En cifras, la Defensoría de Menores por día, va de entre 15 a 20, cantidad que se incrementa durante el verano. Efectúan veinte actas de audiencia, algunas con conciliación y otras sin conciliación, veinte dictámenes,y entre  diez y doce demandas por mes. Hay de cinco a siete  denuncias de casos de abusos de menores al mes, número considerado importante. 

En el caso puntual de la cantidad de casos de abusos contra menores, es valioso mencionar la función del Juzgado de Instrucción Uno, ya que años anteriores resultaba muy difícil resolver e incluso que lleguen a la Justicia algunos hechos porque intervenía el Juzgado de San Vicente. 

Así como las herramientas disponibles y las nuevas leyes como la Ley Lucio, la Ley Micaela, una de las tareas que realizan es la transmisión de conocimientos, en un ámbito donde las disposiciones  judiciales escapan al saber de la gran mayoría de los habitantes.  “Lo importante es que cada vez existen más herramientas y tratamos de multiplicar el conocimiento para que las personas sepan que ante un caso de violencia deben hacer la denuncia. Es obligatorio saber sobre perspectiva de género y las mujeres junto a los niños son los más vulnerados en muchas situaciones”. 

El consumo de adicciones otro flagelo que recae en defensoría de menores 

En San Pedro, son varias las acciones llevadas a cabo en los últimos meses relacionadas a prevenir y asistir a menores vinculados con el consumo de drogas, en especial la Pedra, cuyos blancos principales vienen a ser menores desde las 12 años, de barrios carenciados que acarrean por detrás distintas situaciones familiares que los exponen al consumo. De allí a que la situación económica lleva a que consuman pedra, por tratarse de una sustancia barata en comparación a otras sustancias, legales o ilícitas. Son las madres las que recurren a pedir ayuda sumamente angustiadas. 

En tal sentido, Méndez señaló que “Es otro gran flagelo y para nosotros un enorme desafío porque tenemos que trabajar con otros organismos como de salud, del Juzgado Civil, muchas veces el Juzgado de Instrucción porque el consumo viene acompañado de situaciones de angustia, de vulnerabilidad e incluso de esta situación de suicidio, n- Nos obliga a trabajar de manera conjunta entre varias instituciones locales y de otros puntos de la provincia. Estamos viendo resultados gracias al compromiso donde no hay horario, sábado, domingo o feriado”. 

Cuando asiste una persona por un caso de consumo problemático de drogas, desde Defensoría elaboran un oficio al Departamento de Acción Social de la Municipalidad de San Pedro y en forma coetánea se da aviso al Fuero Universal, y desde ese momento de manera automática se activan dos frentes más el crucial trabajo de campo que realiza personal de la Policía de Misiones, quienes realizan la búsqueda del menor en casos de denuncias de fuga. Son casos que mantienen a los funcionarios en alerta constante. 

De la mano del consumo, surge otra cuestión inquietante que tiene que ver con la deserción escolar, que es planteada ante los progenitores, siempre que estos se presenten así sea por cuestión de consumo o cualquier otro caso que muchas veces llega a Defensoría por parte de directores, docentes o profesores, donde los funcionarios se ocupan de dejar en claro que “La responsabilidad de los padres es que sus hijos mínimamente terminen la secundaria” enfatizó la funcionaria.

 “Si quiere trabajar debe hacerlo en un trabajo acotado que les permita terminar el nivel medio, no pueden sacar al menor de la escuela para trabajar, la obligación es el cuidado” aclaró Méndez y aseguró que “Existe un número importante de deserción escolar, generalmente son los que consumen, son situaciones que van de la mano desde la adolescencia, detectamos casos en edades tempranas, 13 o 12 años inclusive” concluyó. 

En la localidad Defensoría de Menores, funciona en el mismo predio del CIC, en barrio Cristo Resucitado, de lunes a viernes de 7 a 12 horas para atender y asesorar en todas las situaciones que tengan a un menor involucrado.