La tradición de “Ángeles Somos” sigue intacta en Ituzaingó

El 1 de noviembre, en la fecha de la Solemnidad de Todos los Santos, hay una costumbre que aún perdura en varias localidades de la provincia de Corrientes, una de ellas es Ituzaingó que trata todos los años de que dicha tradición no desaparezca. Los Ángeles Somos se vive tanto en los más grandes como los más chicos, en los jardines y escuelas como proyectos institucionales y en Congresos organizados al efecto. Además, desde el año 2013 fue declarado Patrimonio Cultural de los ituzaingueños por el Concejo Deliberante de esta ciudad.

La tradición cuenta que los niños recorrían las casas intercambiando bendiciones por algún dulce. En Ituzaingó, un grupo de personas mayores entre músicos y mujeres, año tras año continúan manteniendo viva la tradición de “Ángeles Somos”.

Los 31 de octubre de cada año, alrededor de las 23 horas, el grupo sale a visitar distintas casas
de ituzaingueños. “El objetivo es revalorizar y cuidar nuestras tradiciones”. Los organizadores
coinciden en que, con los ángeles somos, se rescatan los valores de solidaridad, compañerismo, identidad, compartir, el trabajo en equipo (porque está el ángel, el que toca música, el que baila, el que lleva la maleta el que realiza la bendición con el agua, etc.) Ellos recuerdan, que también hay ángeles que ya no están. “Ángeles Somos” en las escuelas.

Año tras año, los niños esperan con ansias visitar no solo las casas en búsqueda de dulces, sino
también las distintas instituciones de la ciudad.

Los chicos fueron agasajados en la sede de la Unidad Regional VI donde policías y futuros policías como son los aspirantes prepararon bolsitas con dulces para agasajar a los niños.

También en la Comisaría Segunda el personal de esta dependencia se organizó y armó bolsitas con dulces caramelos y otros obsequios que repartieron a una importante cantidad de niños el barrio que los visitaron.

Desde la Policía, señalaron a esta corresponsalía que “hay costumbres del interior correntino que debemos fomentar y hacerlas públicas porque no en todos lados sucede y son costumbres correntinas, bien nuestras que no deben morir jamás”.