Al menos 110 delfines de río aparecieron, en el lago Tefé de la Amazonía, como consecuencia de la ola de calor que afecta a la región, informó ayer el Instituto de Desarrollo Sostenible Mamirauá, organización estatal brasileña.

“En la última semana se recogieron más de un centenar de ejemplares de “delfín rosado y de tucuxi y se registró un importante alza de la temperatura del agua que provocó muertes de peces, que eran el sustento de los delfines”, se detalló en un comunicado. “En concreto se registró aguas de 40ºC a tres metros de profundidad, muy por encima de la temperatura media de 32ºC como marca histórica”, anunció el portal de noticias brasileño G1.

“Las necropsias no revelaron ninguna causa evidente de estos decesos y los animales aparentemente estaban saludables, sin marcas de redes de pesca, ni lesiones. Por tanto, las hipótesis más cercanas se acercan a la aparición de patógenos, por calentamiento del agua, que podrían causar comportamientos erráticos ”.

“Esto es algo inédito. Jamás hemos visto la muerte de delfines relacionada con la temperatura”, explicó por su parte la jefa de investigación del Instituto Mamirauà, Miriam Marmontel. Desde la ONG ecologista Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wide Fund for Nature) denunciaron que “estas muertes son un indicio del agravamiento de la crisis climática”.

Además, la organización no gubernamental resaltó que “se inició un trabajo, para trasladar a animales desde zonas de riesgo a zonas con la profundidad necesaria y la temperatura del agua más moderada”.

El último censo de delfines realizado hace algunos años, estimaba “entre unos 800 y 900 a la población de delfines rosados y en aproximadamente 500 a la de los tucuxis”, por lo que la cifra de los animales fallecidos “es aún más preocupante, debido a que se trata de especies que se reproducen lentamente”.