Sobreseyeron a prefecturiano acusado de encubrir robo en depósito judicial

El Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional de Posadas resolvió recientemente el sobreseimiento definitivo de un subprefecto de la Prefectura Naval Argentina que en junio de 2018 fue acusado de encubrir el robo de 378 celulares de alta gama de un depósito judicial que funcionaba en la sede de dicha fuerza federal en la localidad de Santa Ana.

Por este hecho hay otros implicados en la pesquisa llevada adelante por la propia fuerza de manera interna y la Justicia Federal. Están acusados de robo agravado por haber sido cometido en un lugar poblado y en banda, luego de haber hecho un boquete en una de las paredes de la oficina donde estaban guardados los aparatos que se cree iban a ser comercializados en distintos puntos de la provincia.

Según pudo saber este matutino en base a fuentes confiables, días atrás la Justicia resolvió decretar el desligamiento definitivo de la causa a quien al momento del robo se desempeñaba como titular de la dependencia de PNA en Santa Ana: Néstor Abel Sinkovich (40).

“No se detectaron conductas tendientes a encubrir el delito de robo que se había consumado en su dependencia como pudieran ser borrar evidencias, alterarlas o cambiar las declaraciones espontáneas de los testigos de identidad reservada, sino más bien, que se encargó de encaminar y dar aviso a su superioridad -Prefectura Zona Alto Paraná- tal como lo declaró quien se encontraba como instructor y jefe de dicha sección”, citaron fuentes ligadas al expediente.

Cabe mencionar que Sinkovich estuvo representado en el proceso por el estudio jurídico Zapanna-Tilli.

Además del sobreseimiento de Sinkovich -quien semanas después del hecho recibió la falta de mérito en el caso- la Justicia Federal de Posadas se resolvió el procesamiento sin prisión preventiva de otro de los implicados en el expediente: Juan Rodrigo Furiasse (35).

En este caso por robo agravado por haber sido cometido en un lugar poblado y en banda.

Escándalo en PNA
De acuerdo a lo que se reconstruyó a lo largo de la investigación que se hizo por este caso se estableció que el robo se concretó entre el 31 de mayo y el 1 de junio de 2018 en el depósito judicial de la Prefectura Naval Argentina (PNA) en Santa Ana.

Fue el primer día de junio, en horas del mediodía, cuando un efectivo que realizaba trabajos de guardia en el predio advirtió durante la recorrida perimetral que la luz del depósito donde se guardan objetos secuestrados por la fuerza estaba encendida.

Ya enterado de la novedad, el jefe de sección policial judicial ingresó a la oficina y constató que en el suelo habían esparcidos distintas cajas de celulares.

Aunque lo más grave fue constatado instantes después cuando se divisó sobre una de las paredes un boquete que se encontraba próximo al suelo, de unos 45 centímetros de largo por 35 de alto.

Ya con las consultas de rigor y el registro de lo que se alojaba en ese lugar se pudo confirmar el faltante de seis bultos cerrados que contenían un total de 378 teléfonos celulares de alta gama y que pertenecían a un lote secuestrado por la fuerza en julio de 2017 y que estaba a disposición del Juzgado Federal de Posadas.

Investigaciones internas en el caso arrojaron posteriormente que tres hombres, entre ellos Furiasse, llegaron el 31 de mayo de 2018, entre las 13.30 y las 14 a las inmediaciones de Prefectura de Santa Ana en un Volkswagen Gol gris de Furiasse.

De allí, se dirigieron hasta el depósito. Mediante golpes y el uso de un hierro hicieron un boquete el que luego taparon con una chapa.

Las fuentes indicaron que en el momento en que se hacía el boquete, un cuarto implicado, miembro de la Prefectura, llegó hasta la puerta de la oficina de guardia y desde afuera distrajo con preguntas a su camarada quien estaba de servicio en ese momento.

Luego, se sospecha que entre las 23 del 31 de mayo y las 2 de la madrugada del 1 de junio, los tres boqueteros y su cómplice retornaron al lugar en el mismo vehículo y se llevaron los celulares.

Por este hecho, por decisión de la fuerza, veinte efectivos que prestaban servicio en esa dependencia fueron trasladados a otros puntos del país en el marco de las medidas internas por lo sucedido.

En cifras
 378

Los delincuentes se llevaron seis bultos que contenían 378 teléfonos celulares de alta gama y que habían sido secuestrados por la fuerza en 2017.