Al menos nueve presuntos criminales murieron en las últimas 48 horas en Salvador, capital del estado de Bahía, en el noreste de Brasil, durante una serie de operativos policiales contra el crimen organizado y el tráfico de drogas en tres barrios de la periferia de la ciudad, se informó oficialmente. El operativo provocó el cierre del comercio y del transporte público ayer en el barrio de Valéria, zona norte de Salvador, así como la suspensión de clases para más de 2.800 alumnos.

La Secretaría de Seguridad Pública de Bahía informó que los últimos dos decesos ocurrieron el domingo por la noche en el barrio de Valéria durante un enfrentamiento, con confiscación de revólveres y pistolas. Los operativos comenzaron el viernes, cuando en el inicio de las acciones fue asesinado a tiros un policía federal que le daba apoyo a la Policía de Bahía.

En el operativo fueron confiscados una ametralladora, tres fusiles, municiones, cargadores y radiocomunicadores en poder de las bandas del crimen organizado. Entre los otros muertos en la acción policial se encontraba Uélisson Neves Brito, conocido como Cara Fina, el narco más buscado de Bahía.

Bahía afronta uno de sus momentos más graves en la gestión de la seguridad, con la intensificación de la guerra entre bandas narcos y un avance en la letalidad policial, denunciada por organismos de derechos humanos.

El Foro Brasileño de Seguridad Pública indicó que el año pasado Bahía fue el estado con más muertes por intervención policial, con 1.464 episodios, lo que da un promedio de 28 casos por semana.

El aumento de la violencia en el Estado de Bahía, uno de los territorios más extensos, poblados y turísticos de Brasil se viene evidenciando en los últimos meses.

Uno de los factores que se señaló como responsable del incremento en los índices de asesinatos en Bahía es la confrontación entre diferentes grupos criminales, una guerra que se intensificó en el nordeste de Brasil en los años 2017-2018 y que tuvo un impacto directo en las estadísticas nacionales de violencia. Este estado, cuya capital es Salvador, un antiguo puerto de entrada para los africanos esclavizados, ha sido históricamente uno de los lugares más violentos del país.

Una niña de tres años murió el sábado por disparos policiales

Una niña de tres años que recibió disparos de la policía en un control de tráfico en Brasil murió el sábado, después de una larga agonía, en un caso que recibió la condena del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

Heloisa Dos Santos Silva falleció por un paro cardiorrespiratorio después de nueve días en el hospital por las heridas de bala, informó el departamento de salud de Duque de Caxias, cerca de Río de Janeiro, donde era tratada.

Silva es la octava niña muerta a tiros este año en el área metropolitana de Río, según el grupo de vigilancia Fogo Cruzado, tres de ellas en operaciones policiales.

Gatillo fácil
Familiares y testigos declararon a los investigadores que la niña y su familia regresaban a su casa en auto el 7 de septiembre, Día de la Independencia en Brasil, cuando la Policía Federal de carreteras les hizo señales para que se detuvieran.

Los agentes abrieron fuego contra el vehículo e hirieron a la niña en el cuello y el hombro.

El padre dijo a las autoridades que estaba deteniendo el automóvil cuando la Policía disparó. Los agentes indicaron que perseguían el vehículo porque estaba registrado como robado.

Los fiscales federales ya solicitaron la detención de los tres policías implicados.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva condenó el tiroteo en un mensaje en X, antes Twitter, y dijo que la menor “murió por disparos efectuados por quienes se supone que protegen al pueblo”.