El hecho ocurrió en Barracao, localidad limítrofe con Bernardo de Irigoyen

Cinco años de prisión en Brasil por matar a tiros a un misionero

Ezequiel Da Silva Zanella confesó que asesinó a Antonio Borges (18) en abril del 2021. Cumplirá la pena con un régimen semiabierto, con tobillera electrónica
martes 22 de agosto de 2023 | 21:01hs.
Cinco años de prisión en Brasil por matar a tiros a un misionero
Cinco años de prisión en Brasil por matar a tiros a un misionero

La Justicia brasileña condenó este martes a 5 años de prisión a un hombre por el crimen a balazos de un misionero de apenas 18 años ocurrido en Barracao, a escasos metros del límite internacional con Bernardo de Irigoyen, el 10 de abril del año 2021. El proceso, un juicio por jurados, fue llevado adelante en la sala del Distrito de Barracão.

La víctima fue identificada como Antonio Waldemar Borges (18), quien fue ultimado de varios disparos y su cuerpo quedó tendido en plena vía pública.

El acusado, identificado como Ezequiel Da Silva Zanella, confesó el hecho ante las autoridades y dijo que lo hizo porque temía por su vida en razón de conflictos de vieja data con la víctima. “Estaba con rabia y él también”, aseguró. Por eso le valió una pena menor, que será de régimen semiabierta, con uso de tobillera electrónica.

El hecho se produjo cerca de las 11 de la mañana de ese día, sobre la avenida Brasil, en el barrio Alvorada. El sitio del hecho se ubica a escasos metros del límite internacional que separa a dicha localidad brasileña del barrio Provincias Unidas de Bernardo de Irigoyen, en plena zona de frontera seca.

Borges era oriundo de San Antonio, aunque se había radicado en territorio brasileño, donde lo conocían por el apodo de Messi. Al momento del hecho estaba con su novia, con quien había alquilado una casa recientemente.

El proceso fue transmitido en Youtube mediante el canal oficial del Tribunal de Justicia del Estado de Paraná. Según coincidieron varios testigos, los implicados se conocían y había un conflicto de vieja data. Además, el misionero también había atacado a tiros al sospechoso en vísperas de navidad del año anterior.

A partir de los aportes se pudo reconstruir que tanto víctima como victimario se cruzaron en la vía pública, se saludaron, pero luego el agresor volvió sobre sus pasos y sacó el arma de fuego de entre sus prendas. Bastó un tiro para derribar al misionero.

Borges cayó instantáneamente al suelo, pero en esa instancia el atacante aprovechó para ejecutar más disparos para rematarlo.

La declaración más importante de la jornada fue la del propio acusado, quien se presentó de imprevisto en la sala de debates. Es que el hombre estuvo cerca de dos años prófugo luego de romper su tobillera electrónica, y ayer argumentó que lo hizo porque estaba siendo amenazado por el entorno del fallecido.

De todas formas se valoró que entregó dos días después del crimen, fue liberado y luego nuevamente aprendido, esta vez por supuestas amenazas hacia la novia de quien había asesinado.

“La vida del prófugo fue lo peor que me pudo pasar, viví peor que un perro. Tenía que pedirle a mi mamá que me hiciera transferencias para comer un poco de pan con mortadela”, expresó Da Silva Zanella. Contó que estuvo oculto en la casa de unos amigos, siempre moviéndose para huir de la Policía.

El acusado expresó que había sido amigo de quien era conocido como “Messi”, pero un conflicto los alejó. Se habían jurado la muerte y dijo que el argentino le había expresado que “el día que nos encontremos vas a ver”, pero para él “ mi vida valía oro, hasta ahora vale oro”.

Contó que Borges lo atacó a tiros en la navidad anterior, mientras estaba comiendo y bebiendo con amigos. Según ese relato, coincidente con el de un testigo, disparó para matarlo a él y a las personas que estaban ahí. Después de varios disparos el arma se trabó y Borges huyó.

Con este antecedente, interpeló a los presentes: “Quiero que se pongan en mi lugar, si es tú vida o la del otro. Quiero saber sí iban a pensar o actuar. El siempre me provocó y siempre tenía armas, no andaba sin arma, no iba ni al baño sin una”.

Sobre el día del hecho, contó que se cruzó en plena frontera con el acusado, quien iba con su novia y con otro hombre. Luego él se dio vuelta “porque no hay que darle la espalda a nadie” y fue cuando cruzaron miradas. “Cuando le acerté fui hasta él y le dí dos tiros más. En ese momento no vi dónde, sólo disparé”, confesó.

“Mi intención era terminar con ese asunto”, reafirmó, refiriéndose al conflicto que tenían. Tras la confesión le pidió perdón a la familia de la víctima, a quienes también conocía e incluso los había alojado en varias oportunidades cuando era más chico.

“Quiero pagar lo que hice, estoy acá para eso. Así como lo hice, lo voy a pagar”, reafirmó luego. Consultado por la defensa, expresó que actuó obligado por el conflicto y que por el contrario sería el joven argentino el que iba a estar en su lugar.

Lo que se reconstruyó en la sala mediante distintos testimonios es que Borges estaba relacionado con el tráfico y era conocido por estar siempre armado. Incluso su pareja tenía antecedentes por este delito.

¿Que opinión tenés sobre esta nota?