Dos policías están imputados por abandono de persona, agravado por la muerte

“La causa de muerte de la mujer fue por traumatismo craneofacial”

En la primera jornada del juicio por el deceso de Carmen Rosa (47), forenses coincidieron en el motivo de su deceso. A su vez, indicaron que la mujer presentaba lesiones post mortem
viernes 11 de agosto de 2023 | 11:45hs.
“La causa de muerte de la mujer fue por traumatismo craneofacial”
“La causa de muerte de la mujer fue por traumatismo craneofacial”

Luego de más de diez años de espera, comenzó en la mañana de ayer el juicio por el fallecimiento de Carmen Mirta Rosa (47), una exdocente que padecía esquizofrenia y fue hallada sin vida en la localidad de Garupá el 14 de febrero de 2013.

Como responsables de su muerte están implicados dos exefectivos policiales que cumplían servicio en la Comisaría Quinta de la Unidad Regional X.  

Se trata de Gabriel Villalba (36) y Luis Albino Rotela (44). Ambos llegaron al debate oral en condición de libres y comenzaron a ser juzgados por los cargos de “incumplimiento de los deberes de funcionario público, abandono de persona agravado por el resultado de muerte en concurso ideal y falsificación ideológica de instrumento público en concurso real”.

 La primera jornada del juicio se desarrolló en el Tribunal Penal Dos de Posadas, compuesto por los jueces Gregorio Busse, César Antonio Yaya y Fernando Verón. Por su parte, Villalba y Rotela son asistidos por los abogados Mónica Olivera y José Luis Rey, respectivamente, mientras que está a cargo de la acusación el fiscal Vladimir Glinka.

Desde las 8.30 y con una sala de audiencia llena, el debate comenzó con la lectura de la elevación a juicio, el cual indicó que el 14 de febrero de 2013, entre las 13.30 y 14, el imputado Rotela se encontraba como chofer de turno de la Comisaría Seccional Quinta. Allí, un vecino del barrio Nuevo Garupá indicó que en su domicilio llegó una mujer, posteriormente identificada como Carmen Mirta Rosa a quien se la veía perdida y temerosa.

 Ante la alerta, Rotela se dirigió junto a Gabriel Villalba hacia la vivienda en cuestión, donde fueron atendidos por los dueños de la casa, ubicada entre las calles Santo Pipó y Alba Posse del barrio citado.

Fue entonces que, constatando la presencia de la mujer y su evidente estado psicofísico, la subieron al móvil y luego, por decisión propia la dejaron abandonada en la colectora de la ruta 12, antes del ingreso al barrio Los Potrillos, vecindario en el cual fue hallada sin vida a las 15.30, al costado de una cancha de fútbol, situada a 400 metros del lugar donde había sido dejada por los uniformados.

 Asimismo, Villalba comenzó un sumario policial sobre el hallazgo de la mujer obviando el procedimiento realizado con anterioridad y falsificando datos.

 Dos horas después, el fiscal de la causa procedió al alegato de apertura, instancia en el cual presentó a los jueces distintas aristas sobre el caso, además de indicar sobre cuáles serían los argumentos que presentaría la defensa.

 Uno de los puntos que marcó fue que “Villalba estuvo a cargo de la causa más de un mes. El comienzo de una investigación es un momento crucial, en donde nosotros encontramos la mayor cantidad de cosas”, alegó.

 A su vez, Glinka mencionó que la defensa “presentará dos teorías. Una es que esto es culpa de la familia: que ellos no la cuidaron, se escapó y murió”.

 “Otra de las teorías que van a presentar es que lo que pasó no es culpa de los imputados, sino de otros policías, como la Brigada de Investigación”, continuó.

 “No murió por salir de su casa, ni por la Brigada. Fue directamente por el accionar de la Policía”, cerró la primera instancia de alegato.

 Esta postura fue discrepada por la defensora Olivera, quien mencionó: “Que la investigación esté a cargo del imputado no es su responsabilidad, porque cumplen órdenes del comisario, jefe de policía o de los subcomisarios. La investigación no es decisión voluntaria”.

 Luego fue el momento de los testimonios de los médicos peritos que realizaron los exámenes correspondientes al cuerpo de la víctima. Se trata de Antonio Galuppo -quien realizó la autopsia macroscópica-, Carlos Wolheim -forense policial- y la forense Norma Piris, quien estuvo en la escena el día del hallazgo del cuerpo.

 Lesión de vejiga

 Galuppo mencionó que observó que la vejiga de la víctima “tenía una ruptura” que se debió a un trauma “que se hizo en vida”, entre el momento en el cual se produjo y el momento en el cual se realizó la autopsia.

 En esa línea, expresó que este tipo de lesiones puede darse cuando hay una presión en la zona y el órgano se halla dilatado.

 Ante la consulta de si notó otras lesiones en el cuerpo, expresó que se podía ver traumas en el tórax y en las extremidades, pero destacó que “en la zona del abdomen creo que tenía alguna equimosis, que no era muy significativa desde el punto de vista externo”.

 Respecto de qué provocó la ruptura de vejiga, el testigo explicó que “es probable que tenga un agudo dolor en la zona, porque esa vejiga va a provocar seguramente sangre. Si el dolor se intensifica, uno puede perder el conocimiento”.

 Sin embargo, aseguró que “luego de la ruptura vivió por 3 horas. La causa de muerte fue traumatismo craneofacial”.

 A continuación fue el turno del forense policial Wolheim, quien al igual que Galuppo destacó como lesiones relevantes las halladas en el cráneo y la vejiga, agregando que “ocurrieron en la misma circunstancias”.

 No obstante, reflexionó que “no hay forma de saber qué lesión fue primero”.

 Si bien, la vejiga puede ocasionar mucho dolor, el forense indicó que “se puede resolver con tratamientos”, dejando en claro que la causa de muerte fue por el trauma craneofacial.

 Descarte de muerte natural

 En primer lugar se trazó la hipótesis de que Carmen Rosa falleció por causas naturales, creyendo que pudo padecer un ACV. Sin embargo, esto se descartó al llegar a la morgue, en donde la mujer al ser observada presentaba politraumatismos a simple vista. Además de que “el cuerpo estaba maltratado, con lesiones recientes”, manifestó el testigo.

 Respecto de lo último, Wolheim explicó que tenía lesiones en las muñecas, en los pies, además de golpes superficiales en el rostro. Todo esto fue comunicado al juez de Instrucción Ricardo Balor, quien le había manifestado al forense que en el momento de levantar el cuerpo para traslado a la morgue no se observaban lesiones.

 Lesiones post mortem

 En ese contexto, el doctor detalló que esas lesiones presentadas al llegar a la morgue eran propias de post mortem. Algo que llamó su atención.

 En primer lugar, mencionó que el occiso se hallaba con la piel desprendida “en los tobillos y en las muñecas”. Lesiones que “son normales en ancianos o si el cuerpo está en estado de putrefacción. Pero está mujer tenía una buena piel y contextura física, además de tener poco tiempo de fallecida”, indicó el perito.

 En referencia a la piel desprendida, Wolheim explicó que “la epidermis del codo se desprendió en su totalidad, al hacer contacto con algo. Pudo ser con el levantamiento del cuerpo, pero nadie manipula el codo en ese accionar”.

 Finalmente, apoyándose con las imágenes de la autopsia, el doctor indicó que “la piel se desprendió hacia arriba, tenía una herida cortante en el talón (signos de que estaba descalza), y falleció boca arriba. Posición en la que quedó”.

 Ante la consulta de la defensa sobre la posibilidad de que haya muerto boca abajo y que alguien la haya girado, Wolheim mencionó que no puede confirmarlo o negarlo. Por último, el forense remarcó que según las autopsias, la causa de muerte de Carmen Mirta Teresa (47), fue por un traumatismo craneofacial asociado a un trauma de abdomen con estallido vesical.

 El debate oral pasó a cuarto intermedio, hasta hoy a las 8.30.

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