Mamón misionero toma nuevo impulso y proyectan duplicar la producción
Las condiciones climáticas y del suelo en Misiones son óptimas para la producción del mamón, una fruta tropical que tiene una importante cuenca en Colonia Aurora y se extiende principalmente hasta terrenos de El Soberbio y Jardín América. Cerca de 350 productores cubren más de 500 hectáreas (una hectárea y media de promedio) con plantaciones que en la última campaña generaron rindes cercanos a las trece toneladas por hectárea.
El buen momento del cultivo, que tuvo que soportar una fuerte sequía, “se nota en el interés en aumentar la superficie y producción de mamón año tras año”, reconoció Paula Sánchez Kunin, directora de Fruticultura del Ministerio del Agro y la Producción de Misiones. En la misma línea, Víctor Dermers, productor de Colonia Aurora reconoció que “de las dos hectáreas que tengo actualmente, me quiero ampliar a cuatro”. Y Yonatan Balke, del Paraje Flor de Mayo, explicó que “trabajamos para crecer más porque de una sola planta el rinde aproximado es 30 kilos”.
El cultivo de mamón se realiza en zonas libres o de baja ocurrencia de heladas. En la provincia, para escala comercial, la producción es anual. A partir de abril se preparan los plantines para salir a campo en septiembre, precisamente cuando las bajas temperaturas ya se alejaron de la región. En marzo comienza la cosecha y el acopio de la fruta se ejecuta hasta que las condiciones climáticas lo permitan.
El principal destino del mamón misionero es la industria y la cosecha es en estado inmaduro (verde) para luego ser procesada para diferentes variantes. Mermeladas, fruta abrillantada o en almíbar son las más requeridas. La cooperativa Alto Uruguay Limitada (Caul) absorbe gran parte de la producción y además existen otras industrias que le agregan valor a la fruta para que el producto misionero, pueda ingresar a grandes mercados, especialmente en Buenos Aires y Córdoba.
Impacto de la sequía
En la campaña 2022-2023, los resultados de la producción, en el comparativo con el período anterior, fueron superiores. “En 2021-2022 el impacto de la sequía fue mucho más severo, con rindes que alcanzaron las siete toneladas”. También hubo que lidiar “sobre el final de la reciente campaña con el déficit hídrico, que produjo una disminución de rendimiento final en planta frente a lo esperado”, explicó Sánchez Kunin.
La directora de Fruticultura sostuvo que “continúan vigentes diferentes líneas de programas para que los productores puedan hacer un buen uso del manejo del agua. Incentivamos las buenas prácticas agrícolas con diferentes capacitaciones, priorizando la preservación de los recursos naturales”.
La apuesta hacia una producción incipiente, que años anteriores obligó a buscar otras alternativas agrícolas a quienes se dedicaban al mamón en Misiones, encuentra ahora un auge que recupera interesados y el respaldo estatal. “Mediante aportes no reintegrables y microcréditos de fácil acceso en el marco de la emergencia agropecuaria por déficit hídrico, asistimos a varios productores”, enfatizó la funcionaria.
“La entrega de semillas identificadas y de excelente genética para que puedan tener sus propias plantas, forma parte de las acciones que se encaran desde el ministerio del Agro”, amplió Sánchez Kunin. En simultáneo se entregan plantines saneados, “fertilizantes, insecticidas y acaricidas orgánicos, lo que permite que la inversión inicial sea un poco más baja y no tener tantos gastos en insumos”, aportó Balke.
Unas 80 mil semillas de variedad e híbridas mediante un fondo rotatorio, llegaron para esta campaña a los productores, una inversión que supera los 3,5 millones de pesos y que alcanzó a 80 emprendedores identificados por el Ministerio del Agro.
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